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Más joven y saludable

Se sabe que los radicales libres son los grandes responsables del deterioro prematuro de la piel y que la contaminación favorece su sobreproducción. De ahí la importancia de fortalecer la piel durante el invierno con tratamientos y activos capaces de neutralizarlos y frenar el daño.

11 de Agosto de 2006 | 09:21 |
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El frío y los cambios de temperatura no son los únicos enemigos de la piel en esta época del año; la contaminación también puede fragilizarla. La dermatóloga Cecilia Orlandi explica que el peligro no está en que las sustancias contaminantes penetren la piel - poco probable a menos que permanezcan demasiado tiempo en la superficie del rostro- , sino en cómo pueden saturar los sistemas naturales de defensa.

"Los contaminantes que se fijan en el rostro se mezclan con la grasa y residuos de maquillaje, y bajo los efectos de los rayos UV generan toxinas y radicales libres, los que se propagan saturando los sistemas naturales de defensa y de destoxificación de la dermis".Como resultado la piel se asfixia, se vuelve opaca y se deshidrata tratando de defenderse de las agresiones.

La doctora también advierte que la contaminación puede provocar irritación y prurito, así como cambiar su pH de ácido a alcalino. "Además, al respirar las toxinas que hay en el aire se altera nuestro metabolismo, lo que favorece el envejecimiento de las células y su daño nuclear". Por si fuera poco, se sabe que un ambiente contaminado favorece la sobreproducción de radicales libres, principales responsables del envejecimiento.

Los radicales libres son sustancias químicas que forman parte del metabolismo normal del organismo. Productos de desecho que no poseen función y en condiciones normales son eliminados sin grandes problemas. "Sin embargo, pasados los 35 años o aun siendo más joven, pero con costumbres poco sanas como el tabaco y la exposición solar sin protección, este proceso se hace lento y menos eficiente, los radicales se acumulan y se inicia el deterioro a nivel cutáneo", sostiene la especialista. Añade que la velocidad de envejecimiento aumenta siete veces si se toma sol en forma exagerada y cinco veces si se fuma, debido a que los mecanismos antirradicales se gastan antes.


Claves de cuidado

A la hora de hacer frente al daño provocado por la contaminación, la piel dispone de algunos medios de protección bastante eficaces. La respiración celular, por ejemplo, constituye uno de los principales sistemas destoxificantes naturales, que permite a la célula eliminar toxinas y los radicales libres que se han metabolizado. Asimismo, la piel posee una batería de defensa enzimática que evita la propagación de los radicales y la muerte de las células de la piel. Y por último, cuenta con la circulación linfática, encargada de eliminar los desechos metabólicos para que no se acumulen en el organismo.

Sin embargo, estos mecanismos naturales de defensa no siempre son suficientes frente a las agresiones externas y sus consecuencias. "Ya sea porque el cúmulo de estrés exterior es demasiado importante y satura los sistemas defensivos, o porque el estado de la piel no es el óptimo. Y ahí es necesario reforzar ciertos cuidados básicos como la limpieza, y entregarle a la piel activos capaces de neutralizar la nociva acción de los radicales libres", explica la doctora Orlandi.

Acerca de la limpieza, el ideal es hacerlo dos veces al día, en la mañana y en la noche, y utilizar para ello productos que no contengan detergentes muy fuertes porque eso contribuye a debilitar el manto ácido normal. Tampoco debe descuidarse la hidratación del rostro, a fin de que pueda hacer frente a las agresiones en el mejor estado posible. Se sabe que el agua es fundamental para el buen funcionamiento de todos sus mecanismos de defensa de la piel.

En cuanto a los radicales libres, la mejor estrategia de protección es el uso de cosméticos y tratamientos enriquecidos con vitaminas y algunos oligoelementos como el selenio y el zinc, sustancias antioxidantes con la capacidad de neutralizarlos y frenar el deterioro de la piel. Ahora bien, si el daño ya es evidente, será necesario complementar estas medidas preventivas con el uso de cremas formuladas para aminorar los signos visibles del envejecimiento prematuro provocado por los radicales libres. Aquí cobran importancia los activos que atenúan arrugas y recuperan la firmeza de la dermis.

Como última recomendación, se aconseja no abusar de la exposición al sol y menos sin factor de protección, no fumar ni contribuir a la polución ambiental y mantener una dieta rica en vitaminas y minerales que puedan actuar como antioxidantes.
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