Se demora en bajar desde el estudio donde acaba de terminar su programa "El chacotero sentimental" que ya cumplió 10 años al aire, en distintas emisoras y con distintos nombres. Hoy está en la “Corazón” y con su título original.
Muy cortés, pide disculpas por la demora, pero estaba en reunión con uno de los gerentes "que es muy difícil de pillar". No parece tener muchas ganas de ser entrevistado o, en su defecto, es muy tímido. También pone cara de aburrido en la sesión de fotos, pero se somete a ella sin la menor queja.
Los años han pasado y se nota: tiene el pelo completamente blanco, menos el de la barba y los bigotes, que aún está entrecano. Sin embargo, apenas abre la boca es el Rumpy de siempre; divertido, chispeante, mal hablado y absolutamente desprejuiciado (o al menos así quiere parecerlo).
Su risa es contagiosa y sus reflexiones tan irónicas que, de repente, no se sabe si está diciendo lo que piensa o solamente provocando… ¡igual resulta encantador! Y en el concepto más amplio de la palabra, ya sea porque pueda caer muy bien o porque parezca casi un "encantador de serpientes" ¿O, tal vez, la serpiente?, por esa lengua suya tan rápida y desenfrenada.
Es un caso, él lo sabe y se ríe a carcajadas. Insiste en que es feliz en lo que hace y que, al que no le guste, que cambie de dial.
-¿Qué sensación te provoca llevar diez años haciendo el programa?
"A mí me entretiene mucho. Claro, si mirai pa' atrás, diez años es harto, pero a mí me divierte, me alucina, me entretengo. Está bien… ¡es entretenido, choro!"
-¿Cómo empezó "el chacotero"?
"Yo trabajaba en la radio 'Rock & Pop' en dos programas – La jaula del mono y Los bacalaos daos-, pero querían que tuviera un espacio solo. En esa época yo tenía mucho trabajo, porque además estaba en Canal 2.
"Estábamos tratando de arreglar horarios y en eso me echaron del canal, así que quedé con más tiempo. Me echaron el 1 de mayo y el 1 de junio salió al aire 'El chacotero sentimental'".
-¿A quién se le ocurrió la temática del espacio, el guión, como quién dice?
"Al equipo de la radio, a todos. Igual el programa era distinto a lo que es ahora; la idea era que fuera una bolsa de quejas, que la gente llamara pidiendo consejos, también de las cosas sentimentales. Me acuerdo que el piloto se basó en un cabro que habían echado del colegio por tener el pelo largo y nosotros llamamos al Seremi de Educación y todo.
"Pero tres días antes de salir al aire, alguien dice
¡puta, pero se llama 'El chacotero sentimental', que es como se le decía al pico. Yo dije
guau, qué buena, ¿es verdad que le vamos a poner así? El nombre como que determinó que todos los temas se fueran p'allá".
-¿Cómo haces para encontrar justo la canción adecuada para la historia que se está terminando?
"Hay maneras, técnicas radiales; hay una librería de canciones muy amplia… bueno, es que ahora la radio está muy moderna, entonces meto la palabra "amor" al computador y salen un montón de temas y escogís, por tema".
-¿Tú o el control (la persona que maneja los equipos)?
"Bueno, lo hizo 'el mono', 'el hueso', pero yo también; este año no lo estoy haciendo, pero me autocontrolo, jajaja. No, en serio, estoy a cargo de la puesta al aire".
-¿Cómo llegaste a la radio?
"El azar, poh weón; mi vida es así y se va moviendo y estoy feliz; voy y vuelvo".
-Muchos critican que es irresponsable dar consejos como tú lo haces, pero tú dices que en eso, precisamente, está el juego, ¿te ha pasado que te descoloquen quienes llaman?
"Sí, poh. Pero la gracia está en que yo tengo una respuesta natural. A ver, yo me sorprendo, pero me sorprendo de verdad y le digo al tipo
weón, tai cagao.
"¡Me sorprendo todos los días!, si no, no vendría a hacer el programa. Eso que te quede claro; eso es lo que me mantiene con ganas de despertarme y decir
¡qué rico, voy a la pega! Yo soy feliz en mi trabajo, súper feliz".
-Evaluando después de estos años, ¿crees que todo lo que te cuentan es cierto?
"A ver, como animador de este programa creo que todo lo que me dicen es verdad; no puedo estar diciéndole
a ver, no, te estai contradiciendo…"
-No, me interesa la opinión de la persona, no del conductor.
"Sí, creo que son verdad; que la realidad siempre supera a la ficción y que para inventar se hicieron los colores (se ríe). Creo que es verdad, pero ¡esperate!, si yo te cuento lo que hice el sábado y después vemos la grabación de lo que hice el sábado; lo que hice no es tan entretenido, pero si te lo cuento, le pongo color… ¡Claro!, si me echo una cacha y le estoy contando a todo Chile, tiene que ser una cacha buena, no va a ser una mala, poh…¡Obvio!"
-Pero de repente te toca un gran perdedor, no un gran ganador.
"¡Esa es la gracia!"
-En general te involucras: sufres, te sorprendes, te ríes, los molestas…
"Eso es lo que te digo que tiene que ver con la naturalidad; yo soy muy natural al aire. Es un programa en vivo; entonces, hay veces que paveo, que me aburro, que estoy haciendo otra cosa y me dicen
y justo ahí fui y se me cayó la guagua y yo pregunto
¿Y, bueno, y la guagua? y el loco me dice
shhhh, se me cayó hace como diez minutos, jajaja… yo estaba haciendo otra weá, mirando p'al lado, qué se yo. Pero bueno, es así".
-¿Parte de la radio?
"Parte de estar haciendo un programa de dos doras, todos los día y en directo, al aire".
-¿Podrías haber sido un locutor común y corriente?
"Yo creo que soy un locutor común y corriente".
- Bueno… de programas comunes y corrientes.
"Lo hice, muchos años".
-¿Y volverías a hacerlo?
"Puta, si me entretiene, sí poh".
-Todo pasa por la entretención.
"Sí, poh. Pa' mí, cuando estoy contento, puedo hacer cualquier cosa. Más me molesta hacer menciones publicitarias que presentar canciones y tengo que hacer como veinte menciones al día".
-¿Sientes que este programa es trasgresión, mostrar al Chile común y corriente, qué?
"No es trasgresor, es un programa en el que se habla de la realidad. Quizás en algún minuto, por las cualidades particulares de este país se decía que era trasgresor, pero –discúlpame- a estas alturas no creo que lo sea; es parte del establishment total de las comunicaciones, donde hay programas de tele iguales a éste y qué se yo.
"Los que tratan de no ver la realidad son otros…"
-¿Te parece adecuado el horario, de 2 a 4 de la tarde?
"Sí, porque hay mucho tránsito a esa hora y, aparte de las radio fijas, hay mucha gente en el auto. Pero a mí, la verdad, no me parece que nuestro lenguaje sea inadecuado; además, para mí, el sexo es algo súper natural.
"A ver, yo no tengo religión, no tengo partido político… a mí me importa todo una raja. Yo hablo de sexo con cualquiera con quien esté hablando…"
-¿Con Roque, tu hijo, también?
"No, porque tiene tres años, pero si me pregunta para que sirve el pirulín, le contesto. Es que, te juro, para mí el sexo es súper natural; no tengo ningún problema en una educación real y creo que mi programa sí educa, de verdad".
-¿Verdad, jajaja?
"Sí, en serio, porque al saber lo que otros hacen, te sirve de parámetro para lo que tú haces. Si no sabís si lo que hacís es mucho o poco, el programa te ranquea, te sitúa en el ranking, te pone un cielo, un piso, un lado, otro lado… ¡te enseña!, en serio".
Continúe leyendo:
De locutor a director de cine
Un chacotero con dotes de pintor
