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Qué hay que exigir para minimizar los riesgos en el embarazo y en el parto

La muerte de una mujer y su hija durante un parto que se complicó ha puesto en el tapete las condiciones que debe cumplir un lugar para traer niños al mundo.

12 de Octubre de 2006 | 11:29 |
Obstetras y ginecólogos coinciden: no existen los partos 100% seguros. En todos hay una cuota de riesgo que, muchas veces, es imposible de prever, por muy sana que sea la madre y por muy bueno que haya sido el embarazo. Pero hay una serie de medidas que reducen estos riesgos, permiten preverlos y darles un manejo adecuado y a tiempo.

El caso de María Ester Krause, que falleció junto a su hija sin que ella llegara a nacer, mostró la importancia de estar bien informado sobre estos riesgos y las medidas que se deben tomar para enfrentarlos. En Chile, entre el 5% y el 10% de las futuras madres van a desarrollar alguna patología durante el embarazo, con distintos grados de complejidad. No más del 1 al 2% va a llegar a una situación que ponga en peligro su vida y la de su hijo.

La principal causa de muerte materna en Chile es la preeclampsia, un aumento de la presión arterial que ocurre durante el embarazo y que suele aparecer en el último trimestre.

Se detecta al tomar la presión en los controles mensuales, al haber hinchazón del cuerpo o las piernas, y al pesquisarse proteínas en la orina. Además, la ecografía que se realiza entre la semana 20 y 24 permite "identificar a las pacientes en riesgo de presentar preeclampsia, al medir el flujo de sangre que pasa por las arterias uterinas, el que nos dice si el desarrollo de la placenta es adecuado o no", explica el gineco-obstetra Hernán Muñoz, especialista en medicina materno fetal y miembro del directorio de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología.

Esta condición impide que la placenta reciba suficiente sangre y eso deriva en que el feto tenga menos oxígeno y alimento, por lo que no crece como debiera. Además, aumenta el riesgo de desprendimiento de placenta, el que si es severo puede provocar una hemorragia. Si no es tratada podría derivar en una eclampsia, que puede provocar convulsiones y derivar en un coma.

La única forma de tratar una preeclampsia es adelantar el nacimiento del niño.

Otra situación de riesgo es la placenta previa, que se diagnostica después de la semana 28 de gestación a través de una ecografía. En este caso, la placenta cubre parte o toda la zona interna de la abertura del cuello del útero que es la ruta de salida del niño durante el parto. Su principal complicación es que se produzca una hemorragia.

Otra patología es la diabetes gestacional, que ha llevado a que el examen de tolerancia a la glucosa se le haga a todas las futuras madres entre las semanas 25 y 30. El riesgo de no tratar esta diabetes no es sólo que lleva a un desmesurado aumento de peso del feto sino también que, al nacer, la guagua puede sufrir una hipoglicemia.

En el caso del feto, la ecografía es la principal herramienta que tienen los especialistas para pesquisar enfermedades que pueden afectarlo. "El ultrasonido nos permite identificar entre el 50% a 80% de las malformaciones y algo más del 80% de los casos de síndrome de Down", especifica el doctor Muñoz.


Qué debe ofrecer una maternidad

Entre los médicos hay consenso: un centro de salud que atiende partos debe tener las condiciones para manejar una posible complicación de estos. Por eso, si no cuentan con unidades de cuidados intensivos para adultos y para recién nacidos, deben tener al menos "un convenio de traslado inmediato a la UTI más cercana y que el sistema de transporte cuente con un aparato de ventilación mecánica para el recién nacido", dice el doctor Patricio Gayán, subdirector médico del Hospital Luis Tisné.

El doctor Hugo Salinas, gineco-obstetra del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, pone énfasis en que esos convenios deben estar claros de antemano, "porque no pueden estar buscando dónde llevar a un paciente en el momento que se produce la urgencia".

Los obstetras coinciden también en la necesidad de un banco de sangre o, al menos, de una unidad de medicina transfusional. Y también de un laboratorio que permita hacer exámenes a cualquier hora.


Qué personal médico es fundamental

La presencia de un obstetra de turno las 24 horas del día es clave en todo centro de salud que recibe partos, coinciden los especialistas. Y se debe poner atención en este punto, porque no todas las clínicas lo cumplen.

Como el ginecólogo personal de la futura madre no puede estar disponible las 24 horas, es fundamental que "ella tenga claro adónde puede acudir en caso de una urgencia", afirma Alonso Rioseco, jefe de Maternidad de la Clínica UC San Carlos de Apoquindo. Y que ese lugar cuente con las condiciones ya nombradas, agrega.

También es importante la presencia permanente de una matrona e, idealmente, de un anestesiólogo.

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