EMOLTV

Cómo una cama dignifica a una familia

La nueva directora ejecutiva de Integra rescata el valor de entregar a cada niño su cama porque ello tiene incidencia en los abusos, violencia o promiscuidad. Involucrada, desde hace años, en el trabajo con los más desposeídos, ha llegado a la conclusión que sólo generando políticas que abarquen a la sociedad como un todo se podrá superar la pobreza, aunque está consciente de que es una ardua tarea.

23 de Noviembre de 2006 | 09:37 |
imagen
A los pocos meses de asumir el gobierno, la Presidenta Michelle Bachelet tuvo su primera crisis – “La marcha de los pingüinos”, como fue llamado el movimiento secundario-; ello provocó un cambio de gabinete y la cartera de Educación fue asumida por la, hasta entonces, directora de Integra, Yasna Provoste.

En el cargo vacante, la mandataria nombró a una mujer de amplia trayectoria en la búsqueda de mejores condiciones de vida para la población más desposeída de nuestro país. El martes 18 de julio de este año, asumió como directora ejecutiva de Fundación Loreto Amunátegui Barros.

Es orientadora familiar y juvenil, con estudios de post título especializado en relaciones familiares y planificación estratégica; y, durante la década de los ‘80 trabajó en el diseño y conducción de programas para la promoción de las mujeres de escasos recursos.

Según ella misma explica, los principales objetivos de su gestión son continuar la labor asignada por la Presidenta de aumentar cualitativa pero, especialmente, cuantitativamente, la cobertura de salas cuna a los largo del país.

Ya en los primeros 100 días de gobierno, su antecesora en conjunto con la directora de la Junji, Estela Ortiz, lograron no sólo cumplir, sino superar la meta de entregar 200 salas cuna a lo largo del país; la meta es llegar a 800.

Hoy hay otra campaña, “Un niño, una cama” que los convoca. La iniciativa, tendiente a reunir el dinero necesario para comprar 35 mil camas, concluirá a fines de octubre y su objetivo no es menor: entregarle camas propias a los niños de los sectores más pobres de Chile.

Loreto Amunátegui vincula esta campaña con la educación, el complicado momento que ésta vive y sobre todo al de la formación valórica. “Nosotros tenemos la concepción de que la familia es la formadora de los hijos, pero tampoco hay que mitificar, porque de qué familia estamos hablando”, dice.

-¿A qué te refieres?
“Independientemente de que yo considero familia a la madre, el padre... tal cual está dentro del hábitat de lo que está sucediendo hoy; pero, si te fijas en los sectores más vulnerables, claramente el Estado tiene un rol en este momento”.

-¿A eso van un poco con la campaña “Un niño, una cama”?
“Claro, la campaña, por un lado, tiene un tema de dignificación, importante. Todo el sistema de Chile Solidario, a través del programa Puente del Fosis, entró a las casas para ver quiénes eran los niños de los sectores más vulnerables y se quedó con una de las categorías, que es la habitabilidad. Hoy se ayuda a la gente que declaró que la fonola o el hoyo que permite el ingreso del viento por la ventana eran sus necesidades, pero no hay asistencia en el tema de la cama, de los enseres y existen más de 130 mil niños chilenos carecen de una cama propia”.

-¿Por qué recalcas ese punto?
“Porque no han faltado las críticas de quienes sostiene que hay otras variables más importantes que solucionar primero en los sectores más desposeídos que una cama.
“Es una campaña solidaria en la que está Unicef, Prodemu, la Fundación de la Familia, Fosis y nosotros, como Fundación Integra, que estamos preocupados de los niños desde la sala cuna. Nos interesa mucho de que haya una mirada que vea (recalca la palabra) que hay niños que duermen con tres o cuatro hermanos y con la pareja de la mamá en misma cama. Piensa sólo lo que es para ese niño hacerse pipí y que no hay para cambiar una sábana”.

-Por hablar de una situación menor...
“Muy básica. Ahí ya parte la inequidad. Estamos hablando de la sensibilidad de la Presidenta de decir quiero más equidad desde la cuna. Esta campaña está completamente focalizada en los 35 mil niños que son los más vulnerables” (vuelve a recalcar).

-¿Caben las camas en sus casas?
“Se estudió eso y hay tres tipos de cama: una como palafito, otra como nido, camarotes... o sea, están adaptadas al tipo de pieza que existe. Por eso, no se trata de regalar una cama, sino de juntar el dinero, porque se trata de dignificar. Esta es una cama completita, con colchón, con sábanas, almohada, todo”.

La profesional explicita cómo las empresas pueden sumarse a este importante esfuerzo. Como Integra es una fundación privada, las que quieran ayudar pueden descontar impuestos al sumarse a la campaña con su donativo. La colaboración se puede hacer llegar de dos modos: con depósitos en la cuenta Unicef, número 2046 del BancoEstado o llamando al 188 600 600 2121.

-Desde la mirada de orientadora familiar, ¿las camas tienen que ver con el tema de la promiscuidad, del hacinamiento, del abuso sexual?
“Los hacinamientos provocan promiscuidad, violencia intrafamiliar, pueden producirse trastornos conductuales que llevan a la drogadicción, al alcoholismo; entonces, efectivamente, hay una vulnerabilidad social instalada allí.
“Si le agregas que históricamente vienen arrastrando modelos familiares debilitados, hay una estructura que no va a funcionar bien para adelante”.

-¿Hay una responsabilidad de la sociedad en su conjunto, entonces?
“Efectivamente. El país tiene que avanzar y ésa es una responsabilidad de todos, no del gobierno de turno. Hay que dignificar a la familia, tal cual está constituida; en este momento con mucha mujer sola y jefa de hogar.
“Eso significa también una propuesta nueva de viviendas más grandes, porque, de pronto, se sacrificó la calidad por la cantidad. Hoy día estamos volviendo a buscar una solución intermedia que pueda entregar una vivienda más digna a la familia chilena”.

Insiste varias veces en que la familia se debe mirar desde una perspectiva sistémica: “No sólo es un tema de vivienda, de educación, sino también formativo. Que la madre que está sola tenga la oportunidad de tener a su hijo bien resguardado en una sala cuna y no sólo en un ambiente educativo, sino emocional, afectivo”.

-¿Cuál es la diferencia?
“Que un ambiente así le entrega fortalezas para la vida desde sus primeros meses. Además también hay que involucrar al sector privado, para que esa mujer que trabaja, tenga un trabajo digno, con buenas condiciones laborales”.

-Es decir, una mirada integral para apoyar a los más desposeídos.
“Así es y para ello son necesarias muchas alianzas estratégicas, públicas y privadas, ONGs, Estado... a mí me interesa la familia, el resultado”.

-¿Hoy sólo está preocupado el Estado?
“A lo menos, el Estado, te diría yo; ése es el modelo en que está pensando la Presidenta de protección social y que tiene que ver con dar la protección desde la infancia y hasta la vejez. Ir generando mecanismos, instrumentos y planes y programas para la equidad”.

Loreto Amunátegui recalca que lo que a ella le compete, desde Integra, es la protección de la infancia, ya que atiende a 72 mil niños en edad pre escolar, pero que le interesa la visión sistémica de los sectores más carenciados.

-¿Por eso se armaron las distintas áreas de protección?
“Claro. En la social está Mideplan; está Salud, Educación, Vivienda, Cultura. Puedes mirar a la familia desde todos los ángulos y eso es interesante.
“Por supuesto que nos vamos a demorar un tiempo –Chile, como país-, en tener real equidad, pero ése es un tema de todos. No atraviesa partidos políticos, tendencias ni nada. No creo que exista alguien que no quiera mejorar las condiciones de vida de la gente más pobre, porque hay diferencias brutales entre los chilenos”.

Continúa leyendo:
Involucrada a concho en las causas sociales

La locura por Martín, su nieto
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?