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Dispuesta a ejercer un rol en el destino de Chile

La economista y ex generalísima de Joaquín Lavín confiesa que en el futuro retomará un rol en la política pública activa, pero no define cómo. Imbuida aún en la contingencia, afirma que hoy no hay espacio para un referente independiente dentro de la Alianza.

11 de Enero de 2007 | 09:18 |
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Aunque salió de las pistas en enero, pareciera que la política la va a perseguir siempre. Sí, porque la Presidenta Michelle Bachelet, la mujer que ella intentó derrotar como generalísima de Joaquín Lavín, se instaló a vivir con camas y petacas, literalmente, a una cuadra de su oficina, lugar donde pasa gran parte del día.

Se la ve relajada y tan risueña como siempre, pero también se le ve contenta, como si se hubiera sacado un gran peso de encima. Y no es para menos, porque reconoce que el año en política, además de haber sido una intensa escuela de aprendizaje, también fue de un alto costo personal y familiar.

Pero Cristina Bitar, la mujer al frente de una de las consultoras en comunicaciones más grande del país, Hill&Knowlton Captiva, se caracteriza por ser optimista.

-¿Qué se siente estar fuera de la contingencia política?
“Definitivamente con menos estrés, más tranquila. Estoy, igual, súper encima de la contingencia; cuando uno se mete una vez en la vida es difícil salirse, no leer todas las cosas en los diarios ni tener opinión de todo, porque como que te quedas enganchada, pero la verdad es que estoy súper contenta de haber vuelto a mi oficina y hacer lo que yo sé hacer y que hecho toda mi vida.
“Claramente, sigo súper enganchada, pero el no estar en primera línea hace que mi vida sea mucho más tranquila, mucho más relajada –no en el sentido de que tengo menos pega, porque trabajo cualquier cantidad igual- y estoy disfrutando más la vida”.

-¿Te ha permitido recuperar un poco la distancia para analizar los hechos?
“Sí, más que sí. Siempre he sido independiente, lo que pasa es que cuando uno se mete a defender una causa te la juegas por todo y yo me la jugué con alma, corazón y vida. Me metí en un torbellino que no conocía, viví en una montaña rusa por 12 meses y lo pasé pésimo. Saqué grandes lecciones, fue una gran experiencia en mi vida.
“Estar afuera me ha permitido recuperar mi vida, mi visión, mi mirada, el poder ser crítica de todo; cuando uno está adentro a veces tiene que defender equivocaciones y cosas que miradas desde afuera no tienen nada para defender”.

-¿Esa independencia te acomoda más?
“Obvio, es lo que yo soy, lo que me es más natural. Soy independiente ciento por ciento y eso me encanta. Eso no significa que me la juegue con todo por Joaquín Lavín y probablemente lo volvería a hacer, pero obviamente, hoy estoy muy tranquila”.

-Desde esa posición, ¿cómo ves el proceso político que vive hoy el país?
“Yo estoy un poco desencantada en lo macro. Si yo tomé la decisión (de ser generalísima) -y todos me decían que estaba loca porque no sabía nada de política, tú eres técnica, como vas a ser jefa de campaña, es una locura- fue porque tenía la ilusión, que sigo teniendo, de que Chile puede mucho más”

-Y querías aportar en eso.
“Claro, creía que desde ese ángulo se podía hacer, con ese equipo de gente. Perder es parte del juego, uno en una campaña sabe que puede ganar o perder, pero uno entra con una ilusión de que Chile puede más, de que se gente se merece más, de que tenemos todos la obligación de hacer algo y de contribuir para que Chile tenga las mejores personas gobernando. Hoy siento que eso no sólo no pasa, sino que cada día estamos peor y eso me da muchísima pena. Lo más cómodo es sentarse desde esta oficina, mirar lo que pasa y opinar y no hacer nada, yo opté por entrar y hacer algo y creo que en la vida, en el largo plazo, voy a seguir optando por eso; en algún momento voy a tener que volver a hacerlo. Siento que tengo las ganas y hay una responsabilidad moral, de todos, y yo quiero ejercerla desde donde pueda aportar.
“Me siento un poco desilusionada de ver que este es un país con muchas potencialidades, que ha avanzado mucho, pero que lo que nos falta es MUCHO y ese mucho que nos falta no veo ni la decisión política ni los equipos necesarios para llevarlos a cabo”.

-¿Ese descanto es con todos los actores políticos, con la oposición y la Concertación?
“No quiero hacer una distinción. Claramente pienso que aquí hay una deficiencia del sistema político importante, Obviamente soy más crítica de la Concertación porque, caramba, ellos llevan 17 años gobernando, tienen la responsabilidad de hacerlo y tienen mayoría en el Congreso, no tienen excusa para no hacer las cosas. Es su deber sacar el país adelante, mostrar liderazgo y hacia a donde nos quieren llevar. La oposición también tiene mucho más que hacer y tiene que hacer mejor las cosas de lo que lo está haciendo, tiene que hacer su pega”.

-Conociste mejor el mundo político, como funciona, ¿crees que ahí está la génesis de los problemas que arrastramos en Chile?
“Los problemas que arrastramos son mucho más profundos que solamente la clase política, son de pobreza, de inequidad, de educación, de vivienda. Hay problemas culturales de que la gente se queje menos y haga más. Ahora, sí creo que la clase política tiene responsabilidades más grandes de las que hoy está asumiendo y hoy estamos entrampados en peleas políticas de pequeña monta en vez de estar preocupados de los grandes temas del país. Y en los de poca monta, como corrupción, tampoco vemos señas de querer corregirlos de fondo. Eso me preocupa para el largo plazo del país y es lo que desprestigia a la clase política”.

-¿Esperas algo de Michelle Bachelet a partir de su condición de mujer?
“Obviamente que sea mujer me genera alegría. Yo trabajé en la campaña adversaria donde tratamos de ganarle por millones de razones, pero el hecho de que sea mujer me enorgullece. Creo que las mujeres tenemos en ella un símbolo de que podemos llegar a los máximos cargos, pero eso también le pone una responsabilidad muy grande en sus hombros porque todas la estamos mirando, viendo lo que está haciendo. Dependemos mucho de su liderazgo, del tipo de gobierno que haga para lo que vamos a construir para adelante.
“Muchos dicen que es injusto cargarle a Bachelet esa responsabilidad por ser mujer, por qué va a ser ella responsable de lo que le va a pasar a las mujeres, pero ella es una pionera y está abriendo camino para muchas y por eso, tiene que tener un sello –que creo ha tratado de impulsar, pero hasta ahora no ha dado grandes resultados- y espero que le vaya bien”.

-¿Ves en ella cualidades que la hagan enfrentar de diferente manera temas como la corrupción, la defensa corporativa de intereses sectoriales?
“Ella ha mostrado en su discurso de que no responde al patrón político tradicional, pero en sus hechos no tanto. Creo que hay señales que ha dado como incorporar más mujeres al gabinete y en cargos públicos que han sido ejemplares, pero al final del día no he visto un gran cambio de lo que teníamos antes, excepto un discurso mucho más ciudadano y cercano. Espero que lo pueda hacer, todavía tiene tres años de gobierno, confío en que es una mujer que no es de la maquinaria política y espero que la máquina no se la trague.
“Ahora, yo no creo que exista un liderazgo distinto masculino y femenino, tanto hombres y mujeres podemos ejercer liderazgos con más ingredientes de uno y otro y no hay un solo tipo de liderazgo; el hacer esa diferencia es un error y creo que lleva a una expectativa que no va a poder cumplir, porque no es real”.

-Volvamos a los independientes, ¿hoy los hay?
“Creo que la mayoría de Chile es independiente; creo que ha caído mucho el prestigio de los partidos políticos, si ves son muy pocos los que militan en uno, es más, casi más de la mitad de la población se dice independiente. Ahora, ser independiente de los partidos no necesariamente significa ser independiente de un sector o del otro”.

-¿O sea, químicamente puros no existen?
“Ser independiente hoy es no militar en un partido y creo que eso ha pasado por el desprestigio que ha sumado la política. Creo que los partidos tienen el rol de volver a levantar la imagen de que representar a una colectividad es algo valioso. Eso en Chile no se siente como un valor”.

-¿Y crees que pueden tener algún papel en el futuro, porque la maquinaria política tiende a coartarlos, anularlos?
“Los independientes tienen mucho que decir porque al final del día son los que deciden las elecciones. Cada día vamos a ver más votos cruzados, menos partidismo, menos amarre a tal; no los chilenos están votando por las personas por las ideas, sean del partido que sean”.

-Pero, insisto, ¿si no están instalados en el aparataje no tienen expresión y no generan cambios?
“Bueno, creo que los independientes no quieren tener un espacio en la estructura política; quieren ejercer sus derechos o dar sus ideas vías otras fórmulas que no sean las tradicionalmente políticas, por algo se sienten independientes; si no generarían partidos. Los independientes ejercen su fuerza en las votaciones, en los movimientos ciudadanos, o sea, muchas personas defienden intereses que van más allá de los típicamente partidistas. Y creo que esto es súper valioso para la sociedad porque está cambiando la manera de cómo hoy se escogen a los líderes.
“Debiera haber un espacio donde los independientes den su opinión o ejerzan influencia, sería maravilloso que así fuera, pueden surgir otras fórmulas, más libres, menos rígidas que no busquen ni ser partidos ni elegir candidatos”.

-¿Te ves actuando en ello, porque Lavín dijo que tú deberías encabezar el tercer referente de la Alianza?
“De eso se ha hablado mucho más de lo que hay. Nunca ha habido un tercer referente, no se ha propuesto hacerlo, sí se ha pensado, pero creo que hoy no hay espacio, dentro de la Alianza, para un tercer referente. Para ser bien sincera, creo que no es posible, creo que la Alianza tiene una tarea primera que es tratar que los dos partidos que la conforman generen una identidad mayor y si invitan o no a independientes va a ser una decisión de ellos.
“Un grupo de independientes, realmente independiente, no tiene porque estar en un conglomerado político y especialmente, si no pretenden ser partido ni ganar votos, no tiene porque participar ni de la Alianza ni de la Concertación y es ahí donde hay un espacio para generar un grupo de personas que quiera pensar en Chile hacia delante, que quiera proponer políticas públicas y eso es algo que a mí me motiva”.

-¿Qué pasó con los ‘independientes en red’ que ibas a armar con Juan Carlos Eiccholz y José Ramón Valente?
“Creo que este año no ha habido ni tiempo ni ganas, pero puede que más adelante se pueda organizar algo en esa materia. No hay más que eso. Formar un grupo es un sueño, un proyecto, pero hemos tenido poco tiempo este año para formularlo, pero espero que más adelante podamos. Básicamente se trata de un ‘think thank’, de un movimiento ciudadano que no tiene que ver con la política partidista. No hay nada concreto”.


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