Patricio Laguna quedó profundamente abatido después que la modelo Carla Ochoa cancelara el matrimonio programado para el jueves 23 de marzo por el civil, seguido por el religioso en la Iglesia Castrense al día siguiente.
Los rumores acerca de la ruptura, lo acusaban de infidelidad con una amiga de la modelo y sindicaban al padre de la hija de Ochoa, Karim Pichara- como quien habría entregado la información a su ex.
Sin embargo, después de aclarar las cosas, los modelos retomaron su relación y hoy se les ve felices y contentos tanto en las pasarelas como en su vida privada.
-¿Los planes de matrimonio con Carla siguen en pie?
“Siempre están... si a mí el tema del matrimonio me gusta; me gusta la familia; me encantan los cabros chicos. Mucha gente me ha dicho ¡pa qué te querís casar, si podís disfrutar de los eventos, de las fiestas!, pero me da lo mismo. A mí me gusta el otro tema y, obviamente, los planes están y ojalá se materialicen; claro que ahora nos estamos tomando las cosas con más calma y tratando de construir una relación muy sólida, porque estar metidos en este medio no es fácil”.
-¿Por qué? ¿No depende de la propia postura?
“Nooo, no por nosotros, sino por mucha gente que está metida en el cuento y quiere opinar; eso va desgastando y uno anda como con diez antenas paradas para no meter la pata”.
Insiste en que en el mundo en que se mueven se puede inventar cualquier cosa: “No sabes como me he reído de la gente que dijo que nuestro matrimonio era un tongo. ¡Cómo va a ser un tongo! ¿A quién se le puede ocurrir semejante tontera? No vamos a andar por ahí inventando una boda que no es ¡Es ridículo! Son situaciones que pasan y que igual fue súper fuerte para nosotros”.
-¿Cómo se reconciliaron?
“Bueno, con eso queda demostrado que no era un tongo. Es que la situación fue una tontera muy grande y que se agrandó por toda esa gente que se mete y que habla cosas que no tienen sentido”.
-¿No te gustaría volver a ser un personaje anónimo?
“A ver, igual, hay momentos en que sí, cuando te sientes incómodo y pasan cosas como ésa; pero la gente es tan cariñosa que, al final, lo disfrutai igual”.
-Además has logrado hartas cosas siendo conocido.
“Sí, gracias a Dios. Me ha ido bien”.
-¿Cuál es la receta para que el periodismo de farádula no interfiera en tu vida?
“No enganchar con los temas; si uno se queda callado y no contesta, te dejan de lado un poquito”.
-¿Te molesta que se asocie el ser modelo a la tontera?
“Me da lo mismo. De hecho, no pesco na’ esa cuestión, porque, de repente, se lo he escuchado a gallos que son tan idiotas que me da lo mismo, jajaja.
“Yo creo que los gallos inteligentes no tienen que andar demostrando que lo son”.
-¿Es cierto que tu carrera de modelo se potenció luego del rompimiento con María Alberó y el matrimonio de ella con Zamorano?
“A ver, me pudo servir, quizás en un momento, pero para seguir en esta pega uno tiene que ser responsable y trabajar bien, no sólo salir en portadas por la farándula o la ex novia.
“Además, creo que cuando uno se provecha de las situaciones, a largo plazo paga el pato o te pasan la cuenta”.
-¿A qué te refieres específicamente?
“No estoy de acuerdo con la gente que se aprovecha de ese tipo de situaciones. Yo podría haber dado mil entrevistas y no lo hice, porque no me interesaba. Son cosas bien privadas y dijimos sólo lo justo y necesario... ¡listo, chao!”
-¿Se han vuelto a ver?
“No, no, nada. Yo tengo la mejor opinión de ella, de su familia y ojalá sea muy feliz. Es mejor guardar los lindos recuerdos que las cosas malas”.
Cuenta que siempre ha mantenido largas relaciones amorosas. “En el colegio estuve cuatro años con una chica; después, cuatro con la Claudia; cinco con la María y ahora como dos con la Carla (Ochoa)”.
-Con la Carla te quisiste casar mucho antes que con las otras.
“No, no sé, no creai... si con todas me he querido casar, jajaja. Nooo, pero siempre he sido de relaciones largas, tal vez porque siempre he conocido gente súper buena”.
-Y ¿eres fiel en estas relaciones tan largas?
(Se ríe) “Quizás de chico cometí algunos errores, pero de inmadurez más que nada, pero ahora no; estoy muy centrado en mis cosas y en la gente que me quiere”.
Reflexiona un momento y, luego, estalla en un carcajada. “Me da risa esa pregunta, porque parece mentira que diga que sí y tampoco voy a decir que no, porque sería re mal visto. Pero, de verdad, soy fiel. Me dejan trabado cuando me preguntan eso”.
