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El arte de criar

19 de Diciembre de 2006 | 17:57 |
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No existe una única receta. Criar a los hijos tiene mucho que ver con la forma como cada uno de los padres fue también criado y por eso, es que se tiende a repetir el modelo y tratar de hacerlo bien.

Criar es un arte, entonces, precisamente por la singularidad del proceso donde ninguno se repite a otro.

Así lo sostiene la psicóloga Carolina Soruco, quien invitada por Opaline y Almacenes París, hizo presente que para criar a un hijo se debe ir descubriendo el camino a medida que se avanza.

La profesional también remarcó tener presente que cuando es una pareja la que cría a un hijo son dos formas distintas de criar las que entran en juego y que por lo tanto, los padres tienen que tratar de conjugar y aplicar lo mejor del modelo que ellos tienen individualmente aprendido.

Carolina Soruco planteó que cuando nace una guagua, la pareja debe reorganizar sus tiempos y sus espacios para precisamente reservar tiempo a la pareja, a cada uno en particular y a los demás hermanos del bebé si es que lo hay.

Agregó que el padre tiene que hacerse cargo también de la crianza y la madre tiene que darle espacio para que lo haga, aunque la forma sea distinta a la que ella maneja. “Hacerlo distinto no es hacerlo mal”, sentenció.

Recomendó que en esas situaciones, la madre haga recomendaciones al padre, pero que sí realmente se quiere que él participe se debe validarlo.

¿Cómo se cría?

Carolina Soruco indicó que lo básico del proceso de crianza de un niño es estar atento a sus necesidades y satisfacerlas. Entre las más básicas están el alimento, el abrigo y el contacto, fundamental para su tranquilidad.

“Una guagua satisfecha en sus necesidades será un niño atento a las necesidades de los demás, tendrá empatía, eso que se llama inteligencia emocional”, explicó.

La psicóloga hizo presente que es sumamente importante el apego temprano de la guagua porque ese vínculo específico y especial que se establece es en gran medida la forma como la guagua siente sus necesidades satisfechas.

“El apego seguro se construye el primer año y en ese tiempo, la guagua se construye internamente una mamá permanente que le permitirá alejarse después y sentirla a su lado cuando salga a explorar el mundo”, dijo.

Una de las cosas importantes en este proceso es comunicarse con la guagua y para ello se debe mirarla a los ojos, acunarlo frecuentemente y recurrir a todo tipo de juegos y cantos para mantener el lazo.

La especialista explica que en este proceso es fundamental resguardar tiempo para la pareja, porque cuando los hijos ven que los padres se aman siente mucha más seguridad y se pueden parar más firmes.

Sobre las madres que trabajan, aseguró que es inevitable que ellas sientan culpa, pero aclaró que lo más importante a la hora de decir con quien dejan a la guagua, si una nana o en la sala cuna, es que esa persona sea estable en su vida y por supuesto confiable.
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