Salir del hogar cada mañana para ir al trabajo. Laborar horas extra, algunos sábados en la mañana o incluso feriados, aparte de un sacrificio y una obligación es, para algunos padres un completo sufrimiento, porque escapar de casa sin dejar a sus hijos llorando resulta casi imposible.
06 de Febrero de 2007 | 16:26 |
Llevar a los niños por un día a la oficina es una nueva tendencia que poco a poco se impone en las empresas chilenas. Además de mejorar el clima laboral beneficia las relaciones familiares.
Con el objetivo de mejorar la relación de la familia con esta instancia algunas empresas han optado por "humanizar" el trabajo de los padres. ¿Cómo lo han hecho?, invitando a los hijos por un día a la oficina.
La iniciativa, que desde hace varios años se practica en otros países, trae múltiples beneficios. La consultora Deloitte de Estados Unidos - por ejemplo- la está implementando desde hace 12 años. Mientras que la institución "Ms. Foundation for Women", creada para promover el trabajo digno entre las mujeres, instauró hace 13 años el día "Take Our Daughters Work Day", en el que las niñas visitan la oficina de sus madres.
En Chile las empresas que ya han puesto en marcha esta novedosa actividad reconocen en ella excelentes beneficios. Según Mauricio Farías, director de Desarrollo de Persona de Deloitte en nuestro país, esta iniciativa refuerza el equilibrio fundamental entre la vida personal y laboral de los profesionales y sus familias.
"La oficina representa para los niños un ente intangible, que te roba al papá o a la mamá durante todo un día, por lo tanto, nuestra idea fue humanizar la oficina", señala.
Desde el 2005 Deloitte lleva acabo esta actividad a la que llaman "Open Work". Durante los primeros días de marzo, las oficinas de la empresa están plagadas de niños caminando por los pasillos, contestando teléfonos, sentados frente a un computador o sacando fotocopias.
Experiencia inolvidable
Fernando Gaziano, empleado de Deloitte y padre de cuatro niños, asegura que la actividad además de mejorar la relación con los hijos, estrecha el trato con los compañeros. "Para los niños como que el trabajo del papá es una caja negra, entonces resulta una experiencia inolvidable. Sin embargo, el beneficio es para todos, incluso para los que no son papás, pues te ven como persona, en tu ámbito familiar", comenta.
La misma actividad realiza desde 2003 el Banco Santander Santiago. Durante las vacaciones más de 700 niños llegan con sus padres muy temprano en la mañana y participan de sus actividades laborales hasta el mediodía. Luego van juntos a almorzar y al finalizar la jornada se les entrega un regalo especial.
Ximena Aros, subgerente de Relaciones con el Personal, afirma que "para los padres es un orgullo llevar a sus hijos, mostrarles su oficina, y compartir con ellos de una forma diferente. Mientras que los hijos se van felices de conocer el lugar de trabajo de sus padres. Es un día diferente de sus vacaciones en el que está organizado todo para que disfruten y lo pasen bien".
Farías agrega que "con las altas exigencias que impone la vida, las familias pueden tener una negativa percepción del trabajo del papá o la mamá, lo que influye a su vez en la motivación del trabajador. De allí, que las familias sean un nuevo stakeholder (grupo de interés) de las empresas en el siglo XXI, porque cada vez se dan cuenta más de su importancia para la calidad de vida de los trabajadores y, en definitiva, el éxito de los negocios".
