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Los pros y contras de pensionarse

Lo bueno y malo de pensionarse a los 60 años, cómo han vivido la decisión de abandonar su etapa laboral y qué opinan de la reforma previsional que viene son algunos de los temas que abordan tres mujeres que han trabajado toda su vida - una profesional y dos empresarias- que están cercanas a la edad de jubilación. "Soy feliz en lo que hago, trabajar a mi edad no es un sacrificio", dice una de ellas.

13 de Marzo de 2007 | 10:53 |
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Laura Rosseti, dueña de la Galletería de Laura R
“Me voy a morir con las botas puestas”

En su cabeza la idea de jubilarse y dejar de trabajar no tiene cabida. "A mí me va a jubilar la vida", dice. "A veces la gente no me entiende, pero la verdad es que tengo tiempo para todo, no necesito dejar de trabajar para disfrutar de mis once nietos, para salir o para viajar. Me realizo como mamá, como abuela y como empresaria. No entiendo que la gente deba jubilarse para empezar a disfrutar la vida, yo la disfruto todos los días. Soy súper activa y he sido siempre igual. Soy feliz en lo que hago, trabajar a mi edad no es un sacrificio".

Laura Rosseti creó su empresa, Galletería de Laura R, ex Galletas Amor, hace más de treinta años, cuando sus hijos estaban pequeños. Hoy posee cinco locales en Santiago y pretende abrir dos más en 2007, y es que tal como ella misma dice sigue haciendo planes como si tuviera veinte años. "Yo creo que a mí me inscribieron mucho antes de que naciera, porque nunca pienso la edad que tengo. Me siento capaz de hacerlo todo, por eso cuando me plantean la idea de jubilarme me parece duro. El descanso lo debe buscar uno, no que te lo busquen. No porque cumplí 60 me tengo que ir a la casa. Me gusta cocinar, bordar, jardinear, pero llevarme todo el día en eso, no lo creo. Quien nace chicharra muere cantando, y yo me voy a morir con las botas puestas".


Bárbara Délano, periodista y profesora universitaria: “La gente debiera tener libertad de jubilarse a la edad que quiera”

"Todos necesitamos saber que vamos a tener una seguridad financiera el día que no estemos en condiciones de seguir trabajando, y mientras más te acercas a los 60 más preocupada estás del tema", explica Bárbara Délano, quien hoy se desempeña como encargada de comunicaciones de una importante empresa y hace clases en la Universidad Católica, eso en lo oficial, porque además participa en varias organizaciones y grupos.
Leyes
La reforma previsional que viene
Solange Berstein, superintendenta de AFP, sostiene que el objetivo de la Reforma Previsional anunciada recientemente por la Presidenta, Michelle Bachelet, es que las personas tengan ingresos más seguros durante su vejez para que puedan vivir dignamente.
Según explica, se trata de una serie de modificaciones al sistema que premia el ahorro y el esfuerzo personal, lo que quiere decir que aquellos que coticen más gozarán de mejores pensiones, y no se olvida de los que no lo hacen porque no tienen trabajos formales, como los temporeros y dueñas de casa. El proyecto actualmente está en el Congreso, donde deberá ser discutido para su aprobación.
Pensión Básica Solidaria: Tendrán acceso todas aquellas personas, hombres y mujeres, que hayan trabajado o no en el mercado formal y que pertenezcan al 60% de la población de menores ingresos. Con esto se reconoce que existen labores no remuneradas pero que sí aportan al desarrollo del país, es el caso de una dueña de casa. La pensión sería de $75.000, y no se exige tener un mínimo de cotizaciones.
Bono por hijo nacido vivo: Se entregaría a todas las mujeres, sean cotizantes o no, y se recibe a los 65 años. La bonificación se calcula como 12 salarios mínimos al momento del nacimiento del hijo y aumenta al 4% real anual hasta los 65 años.
Equidad de género en seguro de invalidez y sobrevivencia: Hoy sólo son beneficiarias las mujeres, es decir, si fallece el marido, la mujer tiene derecho a una pensión de sobrevivencia que es equivalente a un 60% de la remuneración imponible de su cónyuge fallecido. Con la reforma se amplían los beneficiarios, también al cónyuge hombre, y por lo tanto protege a la familia, ya que en caso de fallecer una mujer, cuyo ingreso era importante en el hogar, el marido recibirá el seguro para que el impacto sea menor. Además, el costo efectivo de este seguro es menor en la mujer porque tiene menos riesgos de sufrir un siniestro.

"Para mí, el trabajo no es un castigo ni sólo la forma de ganarse el pan, trabajar me llena enormemente. Por eso creo que me voy a pensionar, pero voy a seguir trabajando al menos hasta los 75 años. Hasta que sienta que estoy aportando. Eso no quiere decir que si alguien a los 60 quiere descansar esté mal. Lo que sí me parece mal es que te impongan una fecha de caducidad a tu vida laboral, y que haya empresas que crean que para darle tiraje a la chimenea hay que sacar a los más viejos".

Aunque la decisión de jubilar no está completamente tomada, Bárbara reconoce que es un tema que tiene que ver también con lo financiero. "Es cierto que mientras más tiempo permanezcas con fondos en la AFP vas a tener mejor pensión, pero a veces es preferible adelantar eso para tener mejores condiciones de vida en la vejez. No hay jubilación en Chile que te permita mantener el nivel de vida que tienes en servicio activo. Esa idea de que te jubilas y te lo pasas jugando golf es falsa. De hecho, en mi caso si me jubilo, voy a recibir un quinto de mi sueldo actual".

Bárbara dice que pensionarse no necesariamente implica retirarse del mercado e irse a la casa. "Lo que pasa es que la gente lo siente como algo definitivo, yo creo que uno termina con una etapa de la vida y puede seguir con otra. Cuando has trabajado desde los 18 años, te mueres si te mandan a la casa a puro bordar y tejer. Hay mucha gente que cuando se jubila se dedica a su crecimiento personal, lo importante es que uno sienta que la vida que lleva tiene sentido. Si a los 60 años tu vida lo tiene dedicándote a tus nietos, bien, y si tiene sentido trabajando, bien también. Esto de fijar fechas te condiciona a que de alguna manera cuando te acercas a la edad te transformas en un viejo, te ponen fecha de vencimiento laboral. La gente debiera tener libertad de jubilarse a la edad que quiera".

Aunque las ganas no le faltan, Bárbara no tiene claro en qué proyecto va a involucrarse de aquí a que se pensione. "Tengo ganas de escribir un par de libros, volver al Rotary Club, disfrutar más de mis nietas, enseñarles a pescar. No me veo encerrada en la casa, quiero todavía dar mucho".


Araceli Benítez, empresaria: “Las que puedan, jubílense, es lo mejor que hay”

Formó su propia empresa - la marca de uniformes escolares Claroscuro- , trabajó durante 35 años, y hace seis meses se jubiló sin pensarlo demasiado. "Somos una empresa familiar y mis cuatro hijos siempre han tenido que ver con ella, pero este año las dos mujeres decidieron incorporarse formalmente y me pareció estupendo. Que llegue sangre nueva y yo feliz me voy a mi casa, les dije. Fue así de natural como se gestó esto de la jubilación".

Desde entonces, sus hijas están a cargo del negocio y Araceli disfrutando del bridge con las amigas, de las salidas con sus nietos, de la libertad de organizar panoramas sin depender de las vacaciones y de hacer todo eso que siempre le gustó, pero que no había tiempo, como renovar la música de su iPod, grabar discos para sus cercanos o irse a recorrer la carretera Austral con su marido.

"Hoy me siento con mayor libertad, lo que no quiere decir que uno no tenga obligaciones porque sigo siendo hija, mamá y abuela, pero tengo la posibilidad de dedicarles tiempo a cosas que antes me eran imposibles. Hace un año viajar en esta época habría sido una locura, porque es muy fuerte el trabajo en la empresa. Ahora voy, hago lo que quiero y lo disfruto mucho. Además puedo compartir mucho con los nietos, aunque siempre lo he hecho. Pienso irme de vacaciones con los doce (entre 1 y 13 años) a Vichuquén, y estoy planeando llevar a los mayores al Festival de Viña".

Araceli dice que ha visto a muchas mujeres con pánico de jubilar. "Te dicen qué voy a hacer, su vida es el trabajo y lo que comparten ahí, y cuando ven que eso se acaba se asustan, se sienten vacías. Además, a veces tienen poca comunicación con su pareja y cuando llega el tiempo para estar solos no saben qué hacer. Yo les digo a mis amigas que se busquen un interés, algo que hacer y no importa que uno aprenda de mayor, ni siquiera hay que ser buena, lo importante es tener algo más".

En cuanto a la pensión, Araceli decidió por ahora recibir un monto bajo para que cuando realmente lo necesite el dinero esté, y no ser una carga para sus hijos. "Lo más importante es que las mujeres se preparen para vivir esta etapa en forma plena. Que desarrollen actividades extras y cultiven amistades para que tengan un mundo al dejar de trabajar. Siempre digo, las que puedan, jubílense, es lo mejor que hay".
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