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"Que la farándula es rasca, es rasca, es bien rasca"

Tiene dos caras, una privada y otra pública y establece límites sumamente claros; sin embargo, habla sin caretas de su condición de "opinólogo", de su homosexualidad y, por sobre todo, de su familia, a la que le atribuye la seguridad, el desplante y la simpatía que hace que hombres y mujeres se detengan a saludarlo en la calle.

19 de Junio de 2007 | 09:41 |
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Sentado en un café de Las Condes, cercano a su departamento, Jordi Castell lee el diario y se toma un cortado antes de iniciar la entrevista. Guapo como es, la gente lo reconoce y lo mira; algunos de reojo, otros más abiertamente. Incluso, en medio de la conversación se acerca una mujer con su hija pequeña y le dice: No podía irme sin darte un beso... ¡qué perdida para el sexo femenino. Él se para y la besa en la mejilla, cariñoso y, ante el comentario, se ríe, divertido.

Contrario a lo que muchos piensan, no muestra aires de divo ni de estrella; al contrario, responde sin tapujos cualquier pregunta, a menos que sea muy personal; en ese caso, sonríe y los ojos se le achinan e, inteligentemente, hace girar la conversación hacia otro tópico.

Todos los temas son bienvenidos y muestra una amplia cultura; por eso, resulta más extraño que se haya dedicado al mundo de la opinología. Él, no obstante, considera que no tiene nada de malo e ironiza sobre el tema; prefiere hablar de sus perras, que son como sus hijas, y da detalles de cuándo y cómo llegaron a su casa.

En eso está, cuando llega el fotógrafo, un viejo conocido de sus once años en El Mercurio, cuando trabajaba, primero, en la Zona de Contacto y -luego del postgrado en fotografía a color en Barcelona- en la Revista Ya. Después emigró a revista Caras y retornó a la "Ya" como editor de estilo por otro tiempo.

-¿Cómo se produce el giro de fotógrafo a rostro de televisión
"No sé, fijaté; no sé. No lo busqué. Yo fui y sigo siendo muy feliz como fotógrafo. El día que se acabe esto de la tele –porque se va a acabar-, por suerte tengo un oficio, sigo haciendo fotos... ¡siempre! Más elegidas y exclusivas las cosas que hago, porque me puedo dar el lujo en este momento, pero me encantaría seguir haciendo cosas editoriales; en retratos, que es lo que mejor sé hacer".

-¿Vale la pena la exposición mediática?
"Pa' uno que viene de ahí (se refiere a la prensa escrita)- se ríe e carcajadas- ¡claro!, vale la pena el sacrificio, el desgaste y la exposición".

-¿Por eso en una entrevista dijiste que eras "un puto caro"?
"Me prostituí, jajaja. Noo, claro en forma irónica se puede decir, pero no. A ver, a mí siempre me ha gustado trabajar, desde chico y, en la medida que yo puedo ser útil y hacer bien mi pega, estoy tranquilo. Hasta ahora, el trabajo en televisión me ha resultado bastante grato".

-Has hecho hartas cosas distintas.
"Sí y lo he pasado bien. Siento que el canal ha apostado por mí; igual digo qué suerte conducir 'Sueños urbanos', que se ha ganado millones de premios por los aportes a dignificar la pobreza, y 'Pecados capitales', que es una serie de ficción que tiene regia sintonía".

-Pero, entonces, ¿por qué la farándula?
"A ver, creo que cuando los países gozan de aparente estabilidad económica o política, como Chile, los medios se permiten más frivolidad, más trivialidad; eventualmente, hay menos noticias duras que investigar y que cubrir. Me parece que la farándula es un fenómeno mediático que vemos en países que gozan de bonanza y Chile sigue esa tendencia.
"¿Por qué me tienen ahí a mí?, no sé, eso lo tendría que contestar Jaime de Aguirre, Pablo Morales (ejecutivos de CHV)".

-No pregunté por qué te tienen, sino por qué te metiste tú ahí.
"Porque es parte de un circo y ¡ojo! que es un circo donde también entran políticos y mucha gente que tiene necesidad de presencia o de pantalla o de contar cosas. Yo no sé... o están muy solos o necesitan cobertura.
"Que la farándula es rasca, es rasca, es bien rasca, pero el error sería mío si me la tomara en serio, porque no me considero parte de la farándula; es sólo mi trabajo. Yo no tengo amigos faranduleros; no me ando sacando fotos en el living de mi casa con mi pareja y mis perras; no expongo ni a mi madre ni a mis hermanos ni a nadie en las entrevistas, por lo mismo, es sólo parte de la pega, pero es graciosísimo trabajar en farándula".

-¿Te ríes de ella?
"No, no (aunque es enfático en la respuesta, sus ojos sonrientes parecen decir lo contrario). Es una pega y la hago con mucha responsabilidad. Es una pega observar cómo la gente va jugando con los medios. Te aseguro que, de todos los personajes que hay en farándula, a más del 90 % le gusta que hablemos de ellos y cobran por eso... ¡ese es su negocio!"

-De otra forma casi no existirían.
"¡Lógico! El negocio nuestro, como canal de televisión o yo integrante de un programa de farándula, es profitar de toda esa gente que cobra por ventilar sus intimidades".

-¿No sientes ni rastro de culpa?
"Ni siquiera partícipe de eso. Es como que me digai tenís que hacerle fotos a esas cinco señoras de ahí, porque tienen la desgracia de que sus maridos las abandonaron, yo no me voy a hacer partícipe de ese abandono, yo tengo que fotografiarlas y punto".

-¿Hay categorías dentro de la farándula?
(Piensa unos minutos)"Sin duda que hay categorías. La Cecilia Bolocco es una de las mujeres más expuestas que hay en Chile, es la reina de la farándula -televisó su matrimonio, mostró a su hijo recién nacido a la prensa, entrevistó a su propio marido en su estelar y lo increpó frente a todo Chile-, pero ella es la mujer más linda, más fina y más distinguida de este país; una mujer que definitivamente marca tendencia, no sólo a nivel estético, sino también de comportamiento en las mujeres y, además, es una mujer infinitamente talentosa... donde la pongas, sabe comunicar, sabe conversar, sabe hacer millones de cosas. Esa es una categoría de farándula".

-Pero hay otras, que no gustan tanto...
"A mí todas me gustan, si yo soy un morboso. Como no me va a gustar ver a una Adriana Barrientos, por ejemplo, me divierte, me hace gracia".

-¿Y la Kenita (Larraín)?
"Ahí está, poh; bien gracias....¡esa onda! No, ella está en una categoría muy inferior a la de la Cecilia. Creo que la María Eugenia tiene un gran talento para esto, es una mujer muy guapa, muy atractiva, tiene un cuerpo estupendo -con o sin cirugía- y tiene un prontuario amoroso que no es menor, pero como dice la salsa No tiene talento, pero es buenamoza y ahí estamos, esperando a ver qué va a pasar con ella. Vamos a ver cómo se reinventa ahora, porque está corriendo con vuelo propio en este minuto; vamos a ver de qué es capaz".

-Estableces diferencias, pero opinas de cualquiera.
"Si tú me lo preguntas, yo te contesto; es mi pega. Más que opinar, de cierta forma hay que ver la farándula desde la óptica de un provinciano, colchagüino. Siempre trato de aferrarme a eso cuando voy a hablar de alguien, a hacerlo como alguien que está en la casa observando lo que sucede en este mundillo, no desde la óptica de un fotógrafo reconocido, sino lo que me parece que le interesaría al televidente común y corriente".

- Te divierte todo este cuento.
"Mucho, mucho".

-¿Porque te declaras morboso?
"Siempre he sido morboso. Yo creo que todos los fotógrafos lo somos un poco, porque la deformación de un fotógrafo es mirar sin que te vean y buscar el instante perfecto en donde todo puede ser exacto; ésa es la fotografía. Entonces, tenerlo ahí, en vivo y en directo, es un festín... jaja".

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