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“Debo estar loco para seguir esta carrera”

El mejor motociclista de Chile y campeón mundial en su categoría tiene mucho que decir. A punta de esfuerzo y fe ha llegado a un merecido lugar y es una de las figuras deportivas del momento. La crítica especializada lo alaba y lo cataloga como un verdadero diamante en bruto y un futuro orgullo nacional. Y ya lo es, en muchos sentidos…

25 de Septiembre de 2007 | 09:26 |
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“Llevo mi moto para la sesión de fotos, ¿cierto?”, dice al teléfono al momento de concertar esta entrevista, que además sugiere se realice en una gasolinera. De inmediato revela su infinita pasión por esta máquina que ya es casi parte de él.

Su currículum deslumbra y más aún su proyección. Y es que desde que se subió a una moto por primera vez, a los 4 años, nunca más quiso bajarse. Partió en motocross y a los catorce ya era campeón latinoamericano (categoría 85 centímetros cúbicos) y así siguió sumando: el sucesor del retirado Carlo De Gavardo, Francisco “Chaleco” López, no es sólo el mejor motociclista chileno, si no que además es campeón mundial de rally (de 450 cc.).

El oriundo de Curicó transmite sencillez y a la vez seguridad al hablar, sumado a un inevitable acento y humor sureño. Se nota que es una persona sumamente activa, todo terreno. Su cara, más bien poco conocida (siempre aparece en las fotos con casco), denota la experiencia de casi tres décadas de deporte extremo. Con alguna que otra cicatriz, además de un bronceado fascinante, el sol le ha dejado notorias huellas, pese a contar con apenas 31 años.

Aceleradamente “Chaleco” dice de entrada que está de paso en Santiago; viene llegando del sur (Constitución). Allá fue a practicar y a probar una remozada moto para su próximo destino, Brasil, donde participará en la segunda fecha del campeonato mundial de rally. La primera fue en Cerdeña (Italia) y terminó en quinto lugar general y primero en su categoría.

“Todos estos días me tocó mucha lluvia en el sur y mañana mismo parto al norte para seguir entrenando antes de la segunda fecha mundial. No alcancé a hacer nada, disculpa”, dice entre risas y para excusarse mientras saca de su empapada billetera una tarjeta de presentación aún más mojada.

-¿Por qué querías hacer la entrevista en una bomba? Es curioso, ¿tan grande es tu devoción por las motos, que pasas metido ahí?
“Sí, la verdad es que paso ahí. Hay una que es casi como mi oficina (se ríe). Siempre cito a todo el mundo en las bombas porque, además de que es un lugar neutro, conozco y saludo a todos los bomberos, tenemos muy buena onda. Es simple, fácil de llegar y siempre hay estacionamientos. Simplifica la vida”.

- Ya todos te deben reconocer y me imagino que ahora te preguntan qué se siente ser un campeón mundial.
“Sí. Al principio para mí fue heavy. Es que en verdad yo sólo iba por los puntos del campeonato, que me costó mucho, porque la logística me mataba; era el primer año que me dedicaba a este tema. Antes hacía sólo motocross y enduro. Y ahí, 60 kilómetros antes de la meta me dije ¡Wow, voy a cumplir mi sueño! Qué rico, mis hijos y nietos se sentirán orgullosos de mí, es algo histórico. Eso ya pasó. Ahora quiero ir por categorías mayores, con pilotos de avanzada. Y tengo todas las cualidades”.

Así es “Chaleco”. Tan pronto llegó a la meta este sueño se acabó rápidamente y de inmediato empezó a pensar en el próximo paso: el Dakar. Explica que su meta para este año era estar entre los cinco primeros en rallies internacionales y ya lo cumplió. Ya está en la élite del rally cross country mundial. Y ahora, ¿su meta final? Consagrarse como uno de los mejores rallystas. Para eso, debe seguir sumando kilómetros. Y el próximo paso es adueñarse del Dakar, la competencia (euro-africana) más peligrosa del mundo.

Este año fue su primera vez en esas lides. Probó en su moto, de menor potencia que la de los otros competidores (650cc.) y si bien no obtuvo mayores resultados, le sirvió para entrenarse para sí lograrlo el próximo año. “El Dakar 2008 es mi plato fuerte”, dice. La ruda competencia parte en Lisboa (Portugal) y termina en Dakar (Senegal). Son 12 mil kilómetros por desiertos, lluvias y fronteras. “El próximo año voy a terminar la carrera sí o sí (no lo logró ya que su moto se averió) sin importar el lugar. Pero ya el tercer año quiero ir por la punta, entre los primeros. Ya me siento bien preparado: maduro, en buen estado físico y en buena edad. Pero tengo que llegar a la final primero, no quiero hacer falsas expectativas aún”.

Historial
Para ver entrevistas anteriores, linkea Vicio privado, arriba de esta página.
-¿Tienes chance de ganar en 2008?
“Voy a pelear. Es que hay muchos factores que influyen. Como que se te rompa una parte de la moto y quedar fuera. Pero yo tengo dedos para el piano para este cuento. Me gustaría ganar etapas y ser un piloto respetado, uno de los tres mejores. Hay que mirar para arriba para eso, porque son tantos días sobre la moto que uno se puede perder, enfermarse, caerse o quedar en pana”.

-¿Otras proyecciones aparte del Dakar?
“Es que voy proyectándome año a año. Ahora tengo un proyecto concreto de tres años. Ir a la pelea. Es una meta personal y lo que estoy apostando con mis auspiciadores. Ir al Dakar ya es un tremendo desafío, imagínate, es una cosa de locos, debo estar loco para hacer esta carrera. Andar arriba de una moto por varios días, pasando frío, tormentas de arena, pasar aduanas, guerras. Ganar esa carrera es como chuuuta, increíble. Pero más allá de ganarlo quiero hacerlo bien. Si yo lo ganara sería histórico, como si Chile saliera campeón mundial de fútbol, impensado”.

-Hablando de auspiciadores, es impresionante la cantidad y calidad de los que te apoyan, tanto nacionales como multinacionales.
“Porque tengo un buen currículum, fui campeón en motocross, en Europa gané medallas de oro. Presenté un proyecto, primero lo rechazaron y después finalmente me dieron el sí y me puse más contento que mono sin piojos (se ríe). Tengo un manager en España que ve otras marcas. Es una carrera cara, un mega presupuesto para hacer un mundial y hay que conseguirse auspiciadores. Hay algunos que confiaron en mí desde un principio. Antes, hacía clases a niños, tenía una tienda de motos en el sur y en un momento casi dije filo con ser profesional. Gracias a ellos soy campeón mundial. No fue fácil”.

-¿Por qué decidiste pasar de motocross a rally?
“Siempre me preguntaban si me iba a cambiar y yo no lo tenía muy claro, no me motivaba, lo veía lejano. Hasta que en 2005 hubo un rally acá y un amigo me invitó. Preparé una moto vieja y yo no tenía idea qué era una hoja de ruta o de navegación, imprescindibles en un rally, y me puso a andar y empecé a pasarlos a todos y ahí me di cuenta que no se me hacía difícil y que también podía ser campeón mundial de esto. Empecé a aprender y ahí me dije en dos años más seré campeón de rally y armé un proyecto con una agencia de comunicaciones de unos amigos (016) y lo presentamos a grandes marcas hasta que lo fueron aprobando. Ahora es más fácil que antes”.

-Todos hablan de que deberías cambiarte a una moto más potente que tu clásica Honda, a una KTM.
“Es un tema que los medios han inflado porque no pasará nada hasta que tenga algo firmado. KTM es una marca que tiene motos especiales para rally y por ese lado está la constante posibilidad que me cambie de marca porque es la única que desarrolla este tipo de motos. La Honda que he usado la mandaron a desarrollar a Holanda y es buena, pero ya no fabrican este tipo de motos. Hay que ver qué pasa a fin de año. Eso sí, en Italia ya están desarrollando una moto especialmente para mí”.

-Dices que ahora es más fácil conseguir auspicios porque, en cierta forma, De Gavardo abrió el camino para practicar este deporte.
“Sí, Carlo me dejó asfaltado el camino porque a él le costó mucho dar a conocer este deporte acá y hoy en día ya tiene historia, cobertura. Él corrió 10 años en moto y dejó el cuento armado y por lo mismo los auspicios se me han hecho más fácil. Somos muy cercanos con Carlo, tenemos muy buena onda. A nivel mundial soy amigo de todos”.

-¿Él te ha ayudado personalmente?
“La gracia de este es deporte es eso. Como son carreras tan largas entre todos siempre nos ayudamos, hay una relación más familiar, porque como somos tan pocos y es un deporte tan peligroso, qué lata no estar bien con uno mismo y con tus compañeros, sabiendo que a cualquiera de ellos le puede pasar algo y no llegar a la meta. Es rico correr tranquilo y ayudarse entre todos”.

-¿No existe una mínima rivalidad?
“No, porque uno corre solo y le das y le das y te puedes topar con un piloto por algunos minutos cuando uno anda durante 7 u 8 horas arriba de la moto. Yo me lo tomo relajado, no me presiono. Este año ya me tocará más duro porque tengo metas claras, el año pasado sólo iba a probar. Y el próximo ya voy a full. La idea es sumar kilómetros y experiencia porque no me puedo creer el cuento y andar diciendo que voy a ganar el Dakar, cuando me puede costar la vida el hecho de andar presionado”.

De hecho, esta última razón fue la que sacó a De Gavardo de las pistas, de moto, al menos. Anunció su retiro para correr en autos, debido a los riesgos a que se exponen los motociclistas. Y fue precisamente “Chaleco” quien lo socorrió en un accidente en Egipto, lo que le valió un premio por juego limpio. Si bien el curicano lo entiende y está consciente de estos peligros, no lo comparte. Porque lo suyo es la adrenalina pura.


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