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“La TV es nociva, la gente tiende a juzgarte”

23 de Octubre de 2007 | 16:36 |
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“Llevo más de 15 años en televisión, es mucho tiempo y me he distanciado de ella”, dice tajante Felipe Izquierdo sobre su relación con la TV, que partió en el programa humorístico “Medio mundo”, aunque sus primeras apariciones fueron con el grupo musical-humorístico "Fresco y natural después del postre" que tenía con los hermanos Fernando y Nicolás Larraín (sí, los mismos de "Casado con hijos" y "C.Q.C.", respectivamente).

“No podía creer que a los 20 años podía trabajar con Andrés Rillón, para mí era como el sueño del pibe. Pero mi esencia está sobre el escenario y entre la gente. El fenómeno de la TV es nocivo, inmediato, la gente tiende a juzgarte, a tener percepciones equivocadas. Es demasiado el costo versus el atractivo”, explica. Y agrega que le encantaría participar nuevamente un programa como “Chile tuday”.”Sentía que me representaba bastante, pero no me di cuenta del costo que tenía”.

Entre sus más recordados proyectos -siempre humorísticos- destaca “Corazones service”, junto a Fernando Larraín y su personaje de la sufrida Elvira, que aún resucita en algunos programas de Canal 13.

Pero como el mismo actor revela, la exposición mediática, a veces, tiene consecuencias más negativas que positivas. Él lo vivió en carne y hueso cuando se vio envuelto en una feroz disputa con los conductores del programa “CQC”, incluido su amigo de años, Nicolás Larraín. También con los permanentes cuestionamientos de la prensa por su amistad con Cecilia Bolocco, su fallido programa “La noche de Cecilia”, en el que ofició de productor de algunos capítulos y por su polémica salida del programa “Pelotas” de Canal 13 en 2004. Esa fue su última participación estable en pantalla.

-¿Te acomoda más estar fuera de las cámaras?
“Me pasa que, como tengo un estilo muy marcado, estoy descubriéndome en el sentido creativo y como te digo, me he ido alejando del estilo de la TV de hoy”.

-¿Qué piensas de la televisión de ahora?
“Creo que el contenido de la TV de hoy es como una franja homogénea, efectista, que se mira el ombligo y hablan de personas que no conozco. Está bien, pero el porcentaje que se le dedica a eso es mucho. Los noticieros también se han farandulizado, muestran puros accidentes pero la realidad no se muestra bien. En cambio, en la comedia sí”.

-¿Como en “Casado con hijos”?
“Sí, eso me representa porque tiene una visión más actual de la idiosincrasia nuestra y más inteligente. Yo no me veo en la TV de ahora, no me representa, me siento ajeno a eso”.

-¿Sientes que no hay un espacio para ti?
“Tendría que ser un programa de trasnoche, riéndome, hablando tonteras. Tengo un humor más irónico”.

-¿Tan irónico como en “Chile tuday”, que generó varias polémicas?
“Pero era comedia más que nada, yo prefería hacer gags, no reírme de la gente, pero tampoco eran ofensas gratuitas. Yo hacía puras pelotudeces y esa es la imagen que me quedó, no ofender a nadie, ese no era mi norte”.

-¿Volverías a un programa como ese?
“Es demasiado exhibicionista, me gusta más este secreto (la obra). Que gente venga y se vaya, no que me esté viendo permanentemente, así no se pierde la magia. Hay que cuidar la intimidad de lo artístico.
“Mi aporte más significativo está fuera de la TV, aparte de la Elvira, “Corazones service”, “Chile tuday” y sería... Creo que me puede ir mejor en el teatro o el cine, porque necesito espacio para crear y la TV de ahora es demasiado inmediata y no permite productos artísticos de buen nivel, están todos apurados con el rating online”.

-¿No es una excusa para explicar el hecho de que no te llaman?
“No. Es que hay muy pocos proyectos de humor. Está “Casado con…”, pero tiene un buen elenco, para qué quieren más. Y además que tampoco me atrae. Me han ofrecido cosas, pero soy como David Pizarro, no quiero jugar en esa selección”.

-¿Y por qué la Elvira sigue yendo a la TV, entonces?
“Ese es otro Rut, otra vida, ella tiene permiso. Es un personaje simpático y lo paso bien haciéndolo porque tiene otra mirada sobre las cosas. La televisión para mí es sólo un pololo, un pituto más”.

-¿No crees que está un poco trillada ya?
“Está vieja, casi menopáusica, pero igual la llaman”.

-¿Cómo te trata la gente en la calle?
“Es la justa medida; no me molestan y hay gente que recuerda con cariño ciertos personajes. Hay mucho prejuicio con respecto a cosas que no se lograron, como el programa de Cecilia (Bolocco) y se tiende a vincular… En la obra siento que hay gente que me viene a ver a mí y eso es gratificante, no es que tenga baja autoestima pero soy muy autocrítico. Nunca tuve tiempo para sentirme respetado ni nada. Tampoco creo en la adulación, cuando es exagerada es igual a un insulto. Prefiero las críticas constructivas, esas las tomo en cuenta”.

-Hablas del fracaso de “La noche de Cecilia”, en el que fuiste productor comercial.
“Quedé muy insatisfecho, hice bien mi pega pero me sentí frustrado porque el canal y la Cecilia pusieron toda su energía pero fallaron los equipos de trabajo y la locación, Chilefilms faltó a su palabra y nos dejó sin estudio. Yo quería aplazarlo, pero Cecilia no…Con eso pagué mis culpas (se ríe). Pero soy de otro estilo, prefiero los programas más chicos y de humor. Pagaría por hacer una especie de noticiero con ironía”.

-¿Como un “CQC”?
“Nooo (muy serio), con noticias de verdad. Hace falta revisarnos a nosotros mismos con respecto a lo alarmante que nos gusta que sean las cosas. Los extras, ver sangre, todo tan dramático y cuando cruza la programación y que todo es tan en serio, perdemos un poco el sentido del humor”.

-¿Volviendo a lo de Cecilia, el fracaso del programa afectó la amistad que tienes con ella?
“Siempre afecta, pero lo que realmente afecta a una amistad son cosas mucho más fuertes”.

-¿Como qué?
“Muchas, no sé, no se me ocurre nada ahora…”

-¿Te has sentido muy pasado a llevar por los medios, ya sea por tu cuestionada amistad con Cecilia o por tu bullada pelea con Nicolás Larraín?
“Más mal me he sentido por otras cosas. Por ejemplo, yo salí en buenos términos del programa “Pelotas”, de Canal 13 y ‘El Mercurio’ tituló ese hecho con ‘El gran fracaso de Izquierdo’. Eso ha sido lo que más me ha dolido, porque es una opinión, no es objetivo, sentí que tenía un enemigo serio. Al final todos los diarios terminan siendo igual que “SQP”, necesitan vender”.

-¿De verdad eso te ha dolido más que otras polémicas?
“Es que no fue un hecho importante pero fue un indicador de que estoy expuesto a que en cualquier parte puedan decir cualquier cosa de mí y las opiniones y los medios para mí perdieron todo valor. Lo único que me importa es mi autocrítica y la opinión de los que yo considero importantes, mis pares o el público. Si alguien me dice que no le gusta la obra tiene más valor que lo diga Passalacqua, por ejemplo. El crítico no tiene valor intelectual, no tiene objetividad. Quizás por eso no he expuesto mucho la obra…”

-¿Aún así te asusta la exposición?
“Es que ponte tú, si la hubiera expuesto a la prensa apenas la estrené, que estaba partiendo, no hubiera funcionado. Hoy tendría mucho más valor una crítica, pero mi pega no depende de la crítica sino del público”.

-Entonces sí te sientes más protegido fuera de pantalla…
“Sí, muy protegido. Esta es una exposición más cuidada. ¡Es que hay que cuidarse! En todo caso, si no voy a la tele no es por problemas de ego o de que me voy a exponer o no. Es que mi objetivo ahora es dar espectáculo”.

-¿Cómo explicas tu reciente paso por “Vértigo”, en el que fuiste el primer eliminado del programa?
“Me da lo mismo. Lo pasé bien, fuimos al Hogar de Cristo y Canal 13 aún tiene ese rezago de la época de la buena TV, como de los estelares de antaño”.

-¿No era que te importaba tanto la opinión del público?
“Lo encuentro hasta gracioso y con un toque de humor negro eso de que la gente te elimine. Además, esa no era una competencia ingrata, fue positivo para mí ir al Hogar. Es esporádico, no es que esté apareciendo permanentemente”.

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