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Madre tardía con la mochila sobrecargada

28 de Noviembre de 2007 | 16:51 |
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Pilar Hurtado vivió desde el primer año de vida hasta los 21 en Perú por motivos de trabajo de su padre. Recuerda que siempre le gustó la creación artística razón por la cual, al salir del colegio, ingresó a estudiar ciencias de la comunicación en la Universidad de Lima, pensando en dedicarse a la publicidad.

Sin embargo, al poco tiempo se desencantó de eso de tener que “vender cosas a la gente que no necesitaba” y al regresar a Chile y no poder ingresar por cupo extranjero a una universidad tradicional, optó por periodismo en la Gabriela Mistral. “Es que no me dieron las notas para entrar a la Católica porque en Perú lo pasaba mucho mejor que acá”, confiesa.

Hizo la práctica en “El Mercurio” y la “Qué pasa”, pero sus primeros pasos como profesional titulada fueron en la revista ‘Visa’ desde donde se pasó a la ‘Elle’. Al tiempo, se independizó y comenzó a involucrarse en proyectos literarios, cuestión que derivó en un magíster en Literatura de la UC y toda suerte de talleres de escritores y poetas.

-Este giro literato te ha permitido hacer la edición de varios libros, incluso uno escrito por actrices. También estuviste de panelista en el programa radial “Vuelan las plumas”.
“Sí, no sólo he editado libros de cocina, sino que ese de cuentos, que fue un proyecto de un amigo, fue muy entretenido. A algunas sólo edité sus cuentos y con otras les propuse hacer algunos cambios”.

Próxima a cumplir 42 años, Pilar se mantiene como periodista independiente porque es la única forma que ha encontrado para atender a sus pequeños hijos de 4, 2 y medio años y 9 meses.

Por ello, no extraña verla cargar siempre su laptop; consciente de que no puede trabajar en su casa, resolvió salir de ella durante la mañana y “hacer” oficina en otra parte como en Vitanet.

En este ir y venir, el único espacio que se deja para ella es la visita a una nutricionista con el fin de poder adelgazar. “Cuando empecé en esto subí como 10 kilos y entremedio tuve a mis hijos, por lo que no sé cuantos kilos son por las guaguas y cuántos por la comida”, dice.

-¿Y cómo te ha ido?
“Ya he bajado como 6 kilos. Mi nutricionista sabe en qué trabajo entonces ha tratado de buscar el link que tengo con la comida. Mi dieta estándar es la típica, mucho verde y poca grasa, pero cuando voy a un evento puedo probar cosas, aunque trato de comer menos. Debería bajar 4 kilos al menos, pero alcanzo sólo a 2, pero es que no voy a dejar esta pega, es en lo que trabajo.
“Lo que me ha ayudado en esto es reconocer que una dieta muy estricta hace que al final la abandones porque estás muy presionada, estresada; en cambio, cuando sabes que te vas a salir un día, haces bien la dieta en la semana y te das ese respiro”.

-Cambiando de tema, una vez confesaste que te cambió la vida el hecho de ser mamá tardía.
“La verdad es que yo no tenía mucho feeling con los niños, nunca me imagine con hijos y no sé por qué. En las típicas alucinaciones que uno tiene cuando adolescente me veía sólo trabajando y aunque mi marido es súper guaguatero, yo atrasé los hijos porque no me sentía preparada. Después nos costó un poco tenerlos; de hecho, el primero fue con un poco de ayuda, pero parece que ahí se destapó la cañería” (se larga a reír).

-¿Y cómo te sientes de mamá?
“La verdad es que me cambió la vida… mis hijos son exquisitos, aunque no soy de esas mamás que viven pronunciando frases clichés como que es maravilloso. No me lo tomo tanto por el lado filosófico, soy más bien pragmática.
“Me confieso de que era bien egoísta porque mi tiempo era sólo mío; siempre hacía varias cosas a la vez, porque eso me estimula mucho. Estaba trabajando, pero además estudiaba un seminario en la Adolfo Ibáñez y así; pero cuando llegan los hijos tu tiempo ya no es más tuyo”.

-Te aseguro que haces la misma cantidad de cosas que antes o más.
“Sí, no sé cómo, pero las hago todas y más encima no tengo nana puertas adentro, porque con lo embalada que soy y con lo que me gusta mi pega, capaz que no regresara nunca a la casa y no porque no quiera a mis hijos. Así me obligo a estar en la casa y me hago cargo de todo. Es bien cansador, pero creo que ha sido súper bueno para mí”.

-¿Has tenido que abandonar alguno de tus proyectos profesionales?
“Ahora voy a tener que tirar la cadena con un par de cosas, o sea, posponerlas porque estoy con la página semanal en Mujer, la columna en la Vinos&Más, en la revista Gourmet…”

-Tienes tu blog...
“Bueno, lo tengo medio abandonado, ayer le pegué una actualizada. Además, tengo el programa de radio que es una hora a la semana y que implica producirlo y a esto le sumo que estoy trabajando en un libro que es una edición cerrada de una familia. Y con dos socias tengo una ofician de gestión cultural que en este momento está a cargo de un proyecto de cuentos infantiles… Ah, y tengo un libro de recetas de cocina con mi mamá que tengo que ver dónde lo publicamos”.

“Lo hago todo, sólo espero estar haciéndolo bien”, concluye.


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