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“No es mi afán matarme pensando en cómo superar al Kike, no es mi estilo”

Este veterinario quiso cambiar la fauna silvestre por una aún más salvaje y depredadora: la televisiva. Así, el regalón y heredero indiscutido del rey Kike Morandé, se convirtió en el príncipe del trasnoche. Éste, ha sido su año más expuesto.

19 de Febrero de 2008 | 11:23 |
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Luce tan relajado como se le ve por las noches animando “Morandé con compañía”. Camina a sus anchas y con soltura por la productora Kike 21, saludando de beso desde a la secretaria hasta a la señora del aseo.

La empatía que transmite es tal que un trabajador ocasional le pide fotografiarse con él y le dice: “Oiga, se nota que usted sí que es buena tela. No como los otros de la tele, que son más pesaos, nah’ que ver poh’”. Mientras, “Lindorfo” sólo sonríe y asiente, porque él también piensa lo mismo.

Desde que Kike Morandé, el otrora “rey del trasnoche”, sufrió un traspié en su salud y fue sometido a una operación cardiaca en julio, varios rostros de Mega acudieron a su reemplazo: Giancarlo Petaccia (“Mira quien habla”), José Miguel Viñuela (“Mucho gusto”), Fernando Godoy (“Casado con hijos”) y por supuesto, Sebastián Jiménez de “La ley de la selva”, programa también a cargo de Kike 21 y quien ya lo había relevado en otras ocasiones.

Por lo anterior no era demasiado difícil imaginar que el veterinario de 36 años sería quien quedaría definitivamente como conductor subrogante de “Morandé con…” hasta estos días, cada vez que Kike se ausenta (por lo menos tres veces a la semana). Porque aunque ya está recuperado, su presencia en el programa es aleatoria.

Lo único seguro es que los viernes (ahora en horario prime) son del Kike, ya que para Jiménez, conducir además este día y el sábado “La ley de la selva” significaba una sobrecarga de trabajo excesiva. “Realmente no me la podía, era colgarme. Lo más probable es que el próximo año el Kike se quede con tres noches a la semana y yo con dos”, explica.

-Es cierto que “Morandé con…” ya no marca las altas cifras de rating de su época de gloria, pero ¿hay variaciones significativas entre los días que conduces tú y el Kike?
“Sí, cuando empecé a reemplazarlo, hubo algunas variaciones, subió un poco el rating. Pero bueno, puede ser porque coincidía con las vacaciones de invierno u otros factores. Pero lo cierto es que me ha ido bastante bien, se ha mantenido el programa y con buenos auspicios. Y según un estudio, yo hago subir el rating en el segmento de las mujeres y el Kike en el de los hombres, entonces somos bien complementarios en ese sentido. No es mi afán matarme pensando en cómo superar al Kike, no es mi estilo”.

-Así que arrasando con las féminas…
“(Se ríe) Claro y me parece súper bueno poder aportar en lo que el Kike no tiene. Es como una complementariedad perfecta si es que se pensara hacer algún programa en que animáramos los dos juntos”.

-¿Y existe algún proyecto de programa en que animen los dos juntos?
“Son ideas que están en la mente de varios y falta llevarlas al papel”.

-¿Cómo sería?
“Yo creo que habría que probar una fórmula nueva, arriesgarse. Aunque podría ser algo parecido, con juegos, canto, humor, pero diferente. Si no, probar dentro de “Morandé con…”, que me parece una ventana muy grande y ver qué se puede hacer. Pero son sólo proyectos”.

-¿Y si tuvieras tu propio programa, cómo te gustaría que fuera?
“Me encantan los programas de concurso, de corte educativo pero entretenido, no los clásicos que son fomes. Los de competencia, tipo reality, tampoco tan familiar. Puede ser algo así como un “Quién quiere ser millonario” pero con el formato de “Maravillozoo” que era súper choro. Aunque ahora estos programas no tienen mucha cabida”.

-El Kike tenía su chica Morandé favorita: Claudia Schmidt. ¿Tú también tienes una predilecta?
“No tengo una favorita, además no han sido tantas las que han pasado. Yo sólo me dedico a trabajar y hacer lo que tenga que hacer”.

-¿Qué opinas de personajes un tanto freak que han pasado por el programa, como “Luli” (esa que habla to-do can-ta-di-to)?
“(Lanza una carcajada) Ella es una niña divertida no más. Es uno de esos personajes que se agotan rápido porque no tienen más cosas que demostrar. La TV está más exigente entonces hay que hacer cosas nuevas para que la gente enganche. Como Ruperto (el borrachito) o Tony Esbelt (Mauricio Flores), que empezaron a meterse en otros sketches y esa variedad hace que se mantengan”.

-¿Por qué ha decaído el nivel de protagonismo de las chicas Morandé? Ya no hay una Marlén, una Porotito verde o una Sita. Jeannette.
“A ver, la Marlén es la Marlén, es inigualable. La Jeannette fue como la fundadora entonces tuvo licencias que las otras no han tenido. La Porotito estuvo en el momento adecuado, bailaba bien, era bonita y estaba en una buena productora. Así se fueron para arriba. La TV está llena de momentos y de oportunidades y estoy convencido de que a la gente le va bien porque llega justo en el momento y lugar indicado y aprovecha bien las oportunidades”.

-¿Así pasó en tu caso?
“Lo que pasó fue que, cuando estaba en el matinal de Canal 13, ya conocía al Kike y lo llamé para decirle que tenía una idea que no tenía cabida en el 13. Nos juntamos, le gustó la idea y funcionó.
“Entonces, estas dos chiquillas de ahora (Adriana Barrientos y Lisette Sierra) son lo que están haciendo y quizás no tienen las oportunidades que habían antes, o aún no llegan, quién sabe. Son momentos, quizás yo en tres años más estaré bajo tierra. Imagínate, si me preguntabas, cuando empezó “La ley de…”, si yo animaría “Morandé con…”, jamás se me hubiera ocurrido, porque el Kike es el Kike y después de Don Francisco venía él”.


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