Es cierto, en Chile se ha estigmatizado la figura del futbolista medio: que la mayoría son morenitos y bajos, que son carreteros y faranduleros, que no saben ni hablar…
Villanueva, en cambio, mide casi un metro ochenta, de pelo y ojos claros (no en vano se ganó el apodo de "el Beckham chileno") y, aunque tampoco se puede decir que es un gran conversador, conserva intereses distintos a lo mero futbolístico.
Astuto, es medido en sus palabras a la hora de hablar y analizar a sus colegas.
-¿Te gustaría cambiar la imagen de los futbolistas?
“Sí, siempre se nos mira mal y tenemos un estigma en la sociedad, no muy ayudado por algunos compañeros (se ríe), pero nos metieron a todos en un mismo saco. Creo que cada uno tiene que responder por su imagen y sus cosas, aunque igual me gusta escuchar cuando la gente reconoce que soy de otro perfil, otra onda”.
-¿Lejos de los escándalos, las modelos, la farándula?
“Claro, yo nada que ver con esas cosas y trato de mantenerme lo más alejado posible de todo eso. Como también no andar todo el día jugando PlayStation. No vale la pena nombrar más cosas, la gente se da cuenta sola, no me quiero comprometer tampoco”.
-Pero de todas maneras tratas de diferenciarte.
“No, de hecho para mí ya ni siquiera es tan importante tratar de marcar la diferencia. Cuando era más chico sí, porque era más frontal y decía esas cosas. Pero, insisto, ahora estoy más tranquilo y más relajado en todo sentido. Antes me esforzaba por eso pero ahora por qué hacerlo si en los camarines y planteles voy a compartir con todos, con todo tipo de personas. Variedad, como pasa en cualquier tipo de trabajo. Y la verdad es que al final no tiene ni mucha importancia. Cada uno es libre de tomar las opciones que quiera. Si a unos les gusta hacer unas cosas y a otros, otras, perfecto porque yo estoy súper contento con mi forma de ser, con mis gustos y mi forma de vida en general”.
-Una cosa es que cada cual puede hacer lo que quiere con su vida pero si eso afecta su rendimiento, es otro tema.
“Afecta cuando los jugadores andan mal, porque si juegas mal, la gente y la prensa van a decir que juegas mal porque carreteas o qué sé yo. En cambio, si eres un tipo sano, tranquilo, te duermes temprano, no te metes en problemas y juegas mal es porque no jugaste bien no más, pero si la gente ve que eso no está ayudando a jugar bien es complicado. Pero carreteros han sido siempre y en todos lados, no sólo los futbolistas”.
-Y que carreteen y hagan escándalos en otros países...
“Claro, pero bueno, son temas de cada uno y tendrán que ver cómo sienten ellos que pueden jugar bien. Cuando juegan bien lo que menos importa es cómo se portan, pero que jueguen realmente bien. O sea, a Romario no le decían nada y el tipo salía siempre, pero bueno, es Romario”.
-¿Compartes con otros futbolistas?
“Tengo amigos pero no comparto mucho porque estoy siempre afuera, entonces si hago amigos en Argentina después me voy a México y después a Corea y es difícil mantener el contacto, pero tengo buena relación con algunos”.
Y porque sí quiere marcar una diferencia en 2005 entró a estudiar administración de empresas para asegurar su futuro. “Pero como me fui al extranjero y retomaré cuando me establezca en Chile, ojalá sea en 10 años más”.
-Pensando en el futuro, porque la carrera de futbolista es corta.
“Me encantaría jugar en buen nivel hasta una edad deportiva avanzada y de ahí seguir con la vida que uno tiene que tener como cualquier persona que tiene que trabajar para tener sus cosas. Hay que tratar de juntar plata y organizar lo que uno vaya ganando en el fútbol para poder aprovecharlo, sino para qué vivir afuera”.
-¿Tienes un lado empresarial oculto?
“Bueno, falta mucho todavía para que vuelva a lo de administración y en el momento habrá que ver qué hago. Por ahora tengo que tratar de ser ubicado y organizado con la vida en general”.
