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Ojo, suben de peso en el verano

Incluso su índice de masa corporal, dice un estudio, aumenta al doble. Para combatir los kilos de más y la apatía infantil, aquí van algunas ideas para "mover" a los más chicos.

20 de Febrero de 2008 | 10:03 |
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El horario y la rutina del verano son mucho más flexibles para los niños y los adolescentes. Mientras los padres trabajan, los hijos duermen hasta más tarde y se desordenan los horarios de las comidas.

María Cecilia Olea (47) conoce bien esta historia con sus dos hijos. "Se desordenan mucho, comen cualquier cosa, y como estoy en la oficina, pican todo el día mientras chatean en el computador".

Y es que el descanso del verano muchas veces se confunde con ocio y sedentarismo. De hecho, un reciente estudio de EE.UU. constató que los escolares suben más de peso durante la época estival.

La investigación, realizada por la Universidad de Indiana en conjunto con la Estatal de Ohio, midió el Índice de Masa Corporal (IMC) de 5.380 estudiantes de jardín y de primer grado, de 310 escuelas de todo el país.

El resultado, publicado en la American Journal of Public Health, fue que el IMC de los chicos se incrementó, en promedio, más de dos veces durante las vacaciones de verano en comparación con el año escolar.

En esto coincide la nutrióloga infantil de Clínica Las Condes, Ximena Raimann. "Resulta muy preocupante el nivel de obesidad que han alcanzado los escolares chilenos".

Según las estadísticas de la Junaeb, el 19,4% de los niños de 6 a 11 años tiene obesidad, y si a ellos se suman los con sobrepeso, la cifra sube al 35%.

La educadora de párvulos y jefa de esta carrera en ENAC, Nieves Beauchemin, señala que "la televisión y el computador pueden ser muy dañinos en esta época, cuando los padres tienen menos control (sobre sus hijos)".

Por ello, la especialista sugiere mantener los ritmos del período escolar, con tiempos de actividad, juego, ejercicio físico y descanso, de manera que puedan ordenarse también con las comidas y los horarios para dormir.

"Lo primero es establecer reglas, como que cada día el niño haga su cama y ordene la pieza, además de limitar el consumo medial hasta un máximo de dos horas al día".

Para menores de 10 años, Beauchemin propone, además, programar cada día una actividad. Por ejemplo, establecer el día de la naturaleza, donde se hagan trabajos en el jardín. Mientras que en el día de la música se puede invitar al niño a descubrir distintos sonidos, junto con motivarlo a bailar con ritmos de diferentes países.

"El baile entretenido, en el contexto del juego, es fundamental para motivar a los niños. Para ello sirve tenerles un ula-ula o pañuelos para bailar, mientras que con un par de tarros se pueden hacer unos zancos".

Una visión similar tiene el profesor de educación física Marcelo Vergara, del Centro de Ciencia, Entrenamiento y Salud (Ciens). "El juego cumple una función vital para motivar a los niños a realizar actividad física. Así es como saltar a la cuerda, el luche, el pillarse, la escondida o la búsqueda del tesoro pueden ser buenos ejercicios".

Los mayores de 10 años pueden salir con los papás a dar una vuelta en bicicleta o inscribirse juntos en un curso de natación, ya que según Vergara es importante que los papás los acompañen. "Ellos son los encargados de inculcarles el hábito de la actividad física, desde el año y medio de vida".

Salir de excursión

Los que están de vacaciones tienen más posibilidades de hacer actividades en familia, como jugar paletas, nadar o salir de excursión en la naturaleza.

Esto es lo que hace cerca de Santiago casi todos los fines de semana José Luis Carrillo (35) con sus hijos Catalina (9) y Benjamín (8). "Vamos al Parque Mahuida y subimos hasta el Alto del Naranjo, en el cerro Provincia. Se entusiasman porque les presento la caminata como una aventura", cuenta. Así también les inculco una forma de vida respetuosa con el medio ambiente", agrega.

Durante la semana, en cambio, inscribió a sus hijos en un club de patinaje de velocidad en el Parque O'Higgins. "A ellos les gusta patinar, pasan casi toda la tarde en eso. Además, yo también me divierto, porque cuando salgo del trabajo los paso a buscar y aprovecho de caminar por el parque".

Según cuenta Vergara, salir en las tardes con los niños al parque es una costumbre que deberían imitar todos los papás, porque además de incentivar una mayor relación y comunicación con los hijos, les permite a los niños correr y jugar libremente, realizando un buen nivel de desgaste energético.

Cuidando la alimentación

La nutrióloga infantil de Clínica Las Condes, Ximena Raimann, explica que durante el verano es vital mantener los horarios de las cuatro comidas diarias, sin saltarse ninguna, seleccionando especialmente los alimentos como frutas y verduras, propias de esta época.

Para las colaciones de media mañana y media tarde también es recomendable consumir al menos cuatro porciones de frutas, limitando solamente las más calóricas, como las uvas, el plátano y la chirimoya. Mientras que para aguantar las altas temperatuas sin deshidratarse, la experta sólo sugiere agua, jugos naturales sin azúcar o jugos diet, evitando el consumo de bebidas gaseosas, helados o golosinas.
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