EMOLTV

Mujeres jóvenes empresarias 2007

28 de Febrero de 2008 | 12:59 |
imagen
Tercer lugar, María Elena Cerna, 34 años, Bacoring

"Me gusta depender de mí misma"


Se dedica a la confección de envases de madera y tiene además la representación de dos marcas de tonelería francesas. Pero asegura que fue por casualidad que llegó a ese rubro. Tenía 25 años, un taller de pintura y su padre le pidió que pensara en desarrollar alguna actividad que le permitiera independizarse. "Me dijo: por qué no te dedicas a hacer cajas de madera para vinos y lo haces medio día. A mí me gustó la idea, porque me permitía seguir pintando".

María Elena partió buscando datos en las páginas amarillas, yendo a barracas y averiguando qué herramientas se necesitaban. "También fui al Homecenter o al Jumbo para ver qué cajas vendían. Eran mal cepilladas, muy rústicas o abría la tapa y la marca de la empresa estaba al revés".

Tuvo entonces la certeza de que había espacio para un negocio viable. Su madre, quien luego se sumó al proyecto al igual que su hermano, le prestó el monto necesario para la inversión inicial. María Elena compró cuatro máquinas chinas y una lija brasileña y arrendó un pequeño taller. Así nació en 1998 Bacoring.

De a poco, la empresa fue encontrando clientes valiosos como el Mundo del Vino, la viña Viu Manent, Cousiño Macul o Canepa, y hoy fabrica también envases de madera para chocolates, cristalería y otros. En total confecciona 210 tipos de cajas para 70 clientes y tiene utilidades hace cuatro años. Además, ofrece un servicio único en Chile, el "rabotage", que permite prolongar la vida útil de las barricas recuperando su tostado original.

"Cuando partí, pensé que iba a hacer un pequeño taller, pero agarramos vuelo y me empecé a motivar. Me gusta eso de depender de mí misma".

BACORING, Desarrollo y diseño de envases de madera.

Facturación: 1 millón anual.

Número de empleados. 25.

Las principales dificultades: "Al principio me costó mucho porque no tenía expertise. Una vez se nos perdió un camión de madera. Otra compré madera húmeda y las cajas se empezaron a doblar enteras. Y, de manera general, es difícil crecer y tener que tomar decisiones, de comprometerse con créditos para la adquisición de maquinaria que es cara; cuesta porque siempre hay una parte de incertidumbre".

Los retos de ser una de las pocas mujeres en el rubro: "Al ser mujer uno es más detallista y más preocupada, entonces se puede establecer quizás más fácilmente una relación de confianza con el cliente. Pero hay cosas que cuestan un poco más. Yo, por ejemplo, no puedo invitar a un cliente a comer. Tengo que invitarlo a almorzar y llevo a mi hermano, porque si fuera sola tengo la sensación de que se vería mal. El hombre se relaciona más de par a par. De hecho, me pasó que cuando me veían y se enteraban de que era la dueña, me decían: Ah, eres una hijita de papá".

Cómo le ha ayudado su conocimiento artístico: "Visualizo las cosas altiro y la gran mayoría de las cajas las diseño yo. Siento que lo que hago es artístico porque le doy cuerpo a un espacio para que productos preciados por sus dueños luzcan bien".


EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?