La comedia tiene el éxito asegurado con sólo saber que la guionista es Aline Brosh McKenna, la misma de la simpática “El diablo viste a la moda”.
Pero la verdad es que “27 bodas” es un excelente film destinado a hacer reflexionar a todas aquellas damiselas que sienten que se les está pasando el tren y andan con el vestido de novia en la cartera.
La actriz Katherine Heigl, de la serie “Grey’s Anatomy”, se luce como dama de honor, una suerte de segunda profesión en su vida. No en vano tiene, en su closet, la friolera de 27 vestidos de madrina, clásicas piezas de museo. El problema es que ella sigue soltera y sueña con casarse con su amor platónico, su jefe George.
Pero como se trata de una comedia destinada a revisar las conductas humanas, por cierto muchas veces incomprensibles, aparece en escena un antipático periodista, autor de la columna “Compromisos”, Kevin Doyle (James Mariden), quien se ríe de la patética costumbre de Jane de hacer de dama de honor y de paso organizarle la boda a la novia.
La película viene a ser una suerte de mezcla entre “Bridget Jones”, “La boda de mi mejor amigo” o “Novia fugitiva”.
Y resulta una buena oportunidad para descubrir qué tan sinceras somos y cuán dispuestas estamos a complacer a los demás a costas de postergarnos nosotras mismas.
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