Unas vacaciones soñadas, en un destino lejano, pueden no ser tan idílicas como se espera. Porque pasar más de seis horas en un avión puede acarrear algunas sorpresas.
"Pasar horas sentado provoca riesgo de coágulos. Éste aumenta en las mujeres que toman anticonceptivos, en quienes padecen cáncer o en cualquiera que haya tenido várices o dificultad con las venas de las piernas", advierte Guillermo Acuña, médico del Centro de Medicina del Viajero de la Clínica Las Condes.
Para evitar riesgos, el especialista recomienda usar medias elásticas, que facilitan el flujo sanguíneo, y caminar o hacer ejercicio contrayendo las pantorrillas.
Otro infaltable es tomar medio litro de líquido cada 60 minutos. "El aire en la cabina es muy seco. Como consecuencia, la sangre también se vuelve más viscosa y favorece la formación de coágulos. Eso, sin contar que es una situación muy riesgosa para las personas que tienden a formar cálculos renales".
Para hidratarse, eso sí, lo mejor es preferir agua o jugos. Es aconsejable evitar las bebidas alcohólicas y el café, por su efecto diurético.
"Otro problema es que la presión de la cabina corresponde a estar a 2 mil metros de altura, lo que hace que los gases del cuerpo se expandan. Por eso las personas que han tenido una cirugía reciente deberían esperar dos semanas antes de subirse a un avión", explica el doctor Acuña.
Además, antes de viajar, los insulinodependientes deben visitar a su médico para que les dé un certificado, explicando que su insulina necesita refrigeración y que requerirá el uso de agujas.
A los adultos mayores, les recomienda contar con el visto bueno de sus respectivos médicos, sobre sus sistemas cardíaco y pulmonar.
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Hidratarse bien y ejercitar en el asiento previenen problemas.
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Y con los niños hay que tener especial atención: "Las guaguas sufren. Las subidas provocan un cambio de presión en sus conductos auditivos y eso les duele mucho. Lo mejor es darles pecho, mamadera o ponerles chupete, porque succionar les ayuda a igualar presiones". Si el niño está resfriado, lo mejor es darle descongestionante media hora antes del despegue, para evitar que los oídos se le tapen más".
Las personas enyesadas pueden viajar siempre que la fractura no sea reciente, para así evitar dolor por el cambio de presión.
