"Desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo", es el refrán de rigor si la idea es no subir mucho de peso con el paso del tiempo. A esa conclusión llegaron los investigadores del Instituto de Ciencias Metabólicas del Hospital de Addenbrooke (Cambridge).
Durante casi cuatro años, el equipo de la doctora Nita Forouhi estudió los hábitos alimentarios de 6.764 adultos de entre 40 y 75 años.
"Si bien todos subieron algo de peso con el paso de los años, la gente que comía su proporción más grande de calorías a la hora del desayuno engordó menos en este lapso", comentó la profesional a "El Mercurio".
Más saciedad
El artículo, que fue publicado en la revista "American Journal of Epidemiology", mostró que quienes ingerían entre el 22 y 50% del total de su ingesta calórica en el desayuno tan sólo subieron 0,79 kilogramos, mientras que quienes en esa comida consumían sólo el 11% del total de calorías ganaron 1,23 kilogramos.
La doctora Forouhi explicó que quienes toman desayuno tienden a consumir menos refrigerios durante el resto del día, pues se sienten más saciados y mantienen los niveles de glucosa más estables. Además, "se observa que las personas que suelen saltarse el desayuno tienen estilos de vida menos sanos: comen menos fruta, toman más bebidas y hacen poco ejercicio".
Tips
Hay algunas recetas que deben seguir las personas adultas para poder bajar de peso:
- lo mejor es servirse la comida más abundante en el desayuno.
- la cantidad de alimentos debe ir bajando paulatinamente durante el resto del día, teniendo en cuenta que en la noche se baja la actividad física y por lo tanto, lo más probable es que todo lo que se ingiera sea asimilado por el cuerpo cuando se duerme.
- es un hecho que si uno reparte la ingesta de alimentos en cinco comidas al día, es decir, una colación pequeña a media mañana y otra a media tarde, se baja de peso porque el metabolismo se mantiene activo. Pero, ojo, comer más veces no debe signifcar aumentar la cantidad de alimentos que se ingiere.
