El retraso en el crecimiento representa cerca de 50% de las consultas endocrinológicas de niños y adolescentes.
Las causas pueden ser variadas: enfermedades crónicas (insuficiencias renales, pulmonares o cardíacas), enfermedades endocrinas (hipotiroidismo) o nutrición inadecuada son algunas. La pubertad precoz es también otro factor relevante en relación con las niñas. Sin embargo, en gran parte de los casos hay también una constitución genética dada por la talla baja familiar.
Intervenir a tiempo es la clave para el éxito del tratamiento, pues éstos tienen como plazo límite el momento en que las placas de crecimiento que se encuentran en los extremos de los huesos largos de niños y adolescentes se cierran y se produce la fusión de los huesos.
En las niñitas esto ocurre como regla general dos años después de la menarquia (primera menstruación) y en los hombres cuando aparecen las características sexuales secundarias, como vello facial, más masa muscular y voz más grave, explica el doctor Fernando Cassorla, endocrinólogo del Instituto de Investigaciones Materno Infantil de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile (Idimi).
| Estatura |
| 169,2 cm es la estatura promedio del hombre chileno y 155,6 cm la de la mujer. |
El efecto de las hormonas sobre el crecimiento es uno de los temas que se abordaron en el Simposio Internacional de Transducción de Señales en Salud y Enfermedad Endocrina, organizado por el Centro Fondap de Estudios Moleculares de la Célula.
La hormona del crecimiento inyectable es la terapia que tiene mayor efectividad cuando la baja talla se asocia a déficit de esta hormona, pubertad precoz, bajo peso al nacer o síndromes como el de Cushing o el de Turner.
La hormona se aplica a través de inyecciones subcutáneas diarias por períodos que pueden ser de varios años.
Como promedio, dice el doctor Cassorla, con la hormona del crecimiento se pueden aumentar 5 a 6 cm, pero el beneficio es variable, dependiendo de la duración del tratamiento.
"Por ejemplo, si se comienza cuando la niña tiene seis o siete años, el tratamiento se podrá hacer por varios años, considerando que en Chile la menarquia es alrededor de los 12 años. Por el contrario, el beneficio será muy escaso si se comienza muy cerca de la menstruación".
Una de las desventajas de la hormona del crecimiento es su alto costo. "Para un niño de 30 kilos, el tratamiento mensual cuesta alrededor de $ 300.000".
El endocrinólogo destaca que otra alternativa que se emplea en algunos casos para favorecer el crecimiento es tratar de posponer la consolidación de los huesos con fármacos conocidos como análogos de la LHRH. Éstos actúan retardando la activación del ovario o del testículo, lo que retrasa la llegada de la pubertad. Por eso, es un tratamiento que se emplea de preferencia en niñas donde se prevé una pubertad precoz.
"En este esquema no se pretende que el niño gane centímetros más rápido, sino que tenga más tiempo para seguir creciendo". El tratamiento se hace con fármacos orales una vez al mes o cada tres meses. Sin embargo, dice el doctor Casso su resultado no es claro en niños con desarrollo normal para su edad.