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“Soy políticamente incorrecta”

20 de Marzo de 2008 | 17:09 |
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Estudió economía en la Universidad Católica –ahí también tiene un magíster-, aunque reconoce que ni siquiera se lo cuestionó mucho. “Siempre estuve entre estudiar medicina e ingeniería comercial”, lanza entre carcajadas.

-Bastante polares tus opciones.
(Se ríe) “Sí, pero antes quería ser astronauta así que la verdad…
“Lo que me llevó a ingeniería comercial era la posibilidad que me daba de decidir después qué es lo que quería hacer. Cuando estudias medicina te cierras a un solo campo, cuando estudias comercial, quedas abierta a todos y eso fue lo que me atrajo. Finalmente, entrando, lo que me gustó fue economía, así que igual me restringí el campo, pero…” (sigue riendo).

-¿Y por qué tomar el camino del análisis más que el de la administración?
“Creo que tiene que ver con el hecho de que me gustaba, además hay una cosa que tiene que ver con tener dedos para el piano. De alguna manera tengo una percepción extraña, percibo los problemas de una manera distinta, por lo tanto, siempre me fue mejor en economía que en administración que consideré que era más tener las herramientas para negocios propios”.

Sus primeros pasos en el mundo de las finanzas fueron en la consultora Fontaine y Paul Asociados, pero hoy es economista jefa de Econsult, y sus opiniones son consideradas en las informaciones de medios económicos y financieros con frecuencia. Ella se ve cómoda y pareciera no achicarse ante tanto varón en el mercado.

-Hasta hace muy pocos años era muy poco común ver analistas mujeres.
“Y sigue no siendo común. O sea, me pasa que puedo estar una o dos semanas completas en reuniones donde no veo ni una mujer aparte de mí”.

-¿Tienes una explicación para eso?
“Sí, creo que tiene que ver con dos procesos. El primero es histórico, es decir, las mujeres entraron al mundo laboral en forma más tardía por lo tanto, los espacios están en proceso de ganarse. Pero, también, tiene que ver con una cuestión de prioridades y las prioridades de la mujer están en la familia, la mayor parte de ellas no asume cargos importantes ya sea porque no tienen el tiempo para desarrollarlo o no. Eso explica por qué no hay mujeres en política –que también exige estar disponible a cualquier hora- y explica por qué las gerencias generales están en manos de hombres.
“Estas son opciones, se toma la opción de no seguir creciendo en la carrera para poder tener más tiempo para la familia”.

-¿Pero no puede haber también un sesgo machista del mercado, cierta duda frente a la capacidad de la mujer como analista?
“Creo que la duda puede existir a nivel magro, como decir las mujeres no sirven para esto, pero cuando trabajas con gente, la verdad es que en la cancha se ven los toros y los jefes que tienen mujeres, en general, pueden decir que ellas son tan o más eficientes que los hombres. No creo que haya un sesgo machista, excepto cuando se espera que la mujer diga a los dos años trabajando sabes, quiero trabajar medio tiempo y eso tiene que ver con una opción de optar por la familia y salir más temprano”.

-¿Y no hay algo de que el hombre puede ser más asertivo en el análisis y toma de decisión?
“Obviamente hombres y mujeres tienen características distintas. Es cierto que los hombres son mucho más asertivos en el análisis, más fríos, pero las mujeres son mucho más detallistas, mucho más cuidadosas y son capaces de mantener los proyectos cuando los hombres se dan por vencidos”.

Paralelamente a esto, Michèle Labbé ha desarrollado todo un bagaje en temas de pobreza y políticas públicas. Hace algún tiempo asesoró a la Presidencia de Nicaragua en la implementación de una estrategia para la reducción de la pobreza y reforma previsional; de hecho vivió dos años y medio en ese país caribeño. Y el 2007 fue llamada a exponer ante el Consejo Asesor para la Equidad Social. Además, se integró al grupo Independientes en Red que pretende un remezón del establishment político.

-¿Qué explica esta veta en ti? ¿Tienes una deuda pendiente con el servicio público?
“No sé si con el servicio público. Creo que tiene que ver con una ley scout sobre dejar el mundo un poquito mejor a como lo encontramos. Creo ser afortunada, tuve una educación mucho mejor que el promedio y creo que le debo algo a la sociedad por eso y mi forma de tratar de compensar es preocuparme por aquellos que no tuvieron mis oportunidades y de ahí mis deseos de aportar por superar la pobreza”.

-¿E ingresar a Independientes en Red explica una vocación política no explotada?
“No, es la misma veta. Independientes más que un movimiento político es un movimiento que busca intervenir en las políticas públicas desde un ámbito no político; por eso, no hay filiación. La idea es poder opinar desde la libertad y no tener a nadie a quien responderle. Se trata de poder decir las cosas como son, sin anestesia y proponer ideas que pueda tomar cualquier sector político y las lleve a cabo. La variedad de colores en la mesa es amplia, por lo tanto, llegar a acuerdos no es fácil, pero ahí está la gracia. En la diversidad se pueden llegar acuerdos, al final, todos tienen buenas intenciones y por eso hay que luchar”.

-¿No te ha picado el bichito de correr por un cargo de elección popular?
“No” (responde categórica y se pone a reír).

-¿Y esa seguridad?
“No, la exposición mediática no es… Por ahora digo no, aunque nunca digo nunca jamás, es cosa de preguntarle a James Bond. Además, cuando me lo han propuesto he dicho yo no les sirvo porque soy políticamente incorrecta. Yo no creo que a las mujeres les paguen menos por discriminación, sino porque presentan demasiados permisos y así, hay una serie de cosas en la que no soy políticamente correcta y no tengo ninguna posibilidad de llegar a ningún lado”.