EMOLTV

Hacia una madurez emocional

14 de Abril de 2008 | 10:54 |
imagen
Se insiste mucho en mostrarles a los jóvenes el valor de desarrollarse intelectualmente para posteriormente tener avances profesionales. Pareciera que a los adultos les cuesta considerar la importancia que tiene, especialmente durante la adolescencia, el desarrollo armónico de la personalidad. Esto tiene que ver con la integración de lo cognitivo, afectivo, sexual y social como parte del proceso de la consolidación de la identidad, que influye de manera significativa en el desempeño profesional y en la calidad de vida del joven, futuro adulto integrante de nuestra sociedad.

Si se le quieren entregar las mejores herramientas a un hijo no se puede poner el énfasis sólo en lo intelectual. La adquisición de madurez emocional es fundamental en el desarrollo, esta dice relación con: la capacidad para manejar emociones conflictivas, la adaptación a la realidad y una combinación exitosa entre las distintas partes de la personalidad.

Ahora bien el oficio que demanda el desarrollo integral de los hijos toma tiempo. A ser padre y madre se aprende y dicho proceso como cualquier otro, requiere de un camino en el cual suceden errores, retrocesos y contradicciones. No sólo se aprende de las equivocaciones y la experiencia, también es posible recurrir a los libros, las consultas con especialistas y otros padres que han pasado por los mismos problemas.
Consultas
Si deseas hacer alguna pregunta a nuestra psicóloga, envíanosla a través de ”Escríbenos”, ubicado en el costado izquierdo de la portada de Puntomujer.

El equilibrio para acompañar a nuestros adolescentes en sus maremotos internos, depende también de nuestro propio progreso emocional, de nuestra comprensión de la variedad de nuestros impulsos y sentimientos contradictorios y de nuestra capacidad de resolver estos conflictos internos. La integración también tiene el efecto de crear tolerancia, comprensión y simpatía hacia nuestros impulsos y, por lo tanto, hacia los defectos ajenos y las dificultades de los otros, en este caso nuestros hijos y los de los demás. Esto lo que se logra poco a poco y es un trabajo para toda la vida.


El terremoto al que nos someten los adolescentes constituye una fuerte prueba para medir nuestro equilibrio interno, ya que estos personajes nos hacen tambalear.

La capacidad de resolver conflictos se desarrolla a lo largo de la adolescencia y la adultez y es la base de la salud mental. Por consiguiente, la salud mental no es tan sólo un producto de la personalidad madura, sino que en cierto modo, se aplica a cada momento del desarrollo del individuo.


Tus comentarios sobre la columna de Viviana Sosman en el Blog PuntoMujer
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?