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A cuidar las rodillas

La mayor parte de las afecciones de las articulaciones genera inconvenientes en su mecanismo extensor.

15 de Abril de 2008 | 09:52 |
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En el alto rendimiento deportivo, el deporte no es salud, es abuso, y nos exponemos mucho más a lesiones. Éstas pueden ser inmediatas, como una ruptura de ligamentos de rodilla tras una trancada durante una brega de balompié, por ejemplo. También hay lesiones llamadas de abuso, cuando la acción mecánica del ejercicio produce daños que sobrepasan la capacidad regenerativa de tendones, ligamentos, cartílagos y huesos.

En el caso de la rodilla, casi todas estas afecciones comprometen a su mecanismo extensor: los músculos cuádriceps, el tendón del cuádriceps, la rótula, el tendón rotuliano y el tubérculo tibial. La extensión de la articulación se produce en el eje horizontal, cuando se contrae el cuádriceps, y mueve la pierna hacia arriba y hacia delante, hasta que el muslo y la pierna se alinean.

Las lesiones de abuso de la rodilla se asocian a menudo con desalineamientos rotacionales o angulares de las extremidades inferiores. Como otras anomalías por abuso, pueden ser causadas por un cambio en el nivel de actividad, es decir, de la carga de ejercicios o su calidad; o por una modificación en el equipamiento, la rutina o la intensidad del entrenamiento, o por un descanso activo insuficiente.

Algunas veces estas lesiones de abuso se presentan tras una rehabilitación inadecuada de lesiones agudas, y también en los "estirones", los períodos de alto crecimiento de niños y adolescentes, quizás por un déficit relativo de flexibilidad muscular.

La temida disfunción

Entre los atletas de todas las edades, la disfunción rótulo-femoral es probablemente la más común de las lesiones de abuso de rodilla. Se relaciona con mal alineamiento de la extremidad inferior, malformación congénita o un desbalance muscular.

Los síntomas son dolor alrededor o debajo de la rótula, irradiándose ocasionalmente al aspecto posterior de la rodilla. El dolor puede acrecentarse al subir o bajar escaleras, al aumentar la actividad mecánica de la rodilla, o tras permanecer sentados mucho tiempo con las rodillas flectadas (signo del cine). Ocasionalmente podemos hallar una leve inflamación.

El examen físico revela una sensibilidad aumentada en relación a la articulación rótulo-femoral, ya sea en su retináculo interno o externo, o en la articulación misma. La cresta de la rótula puede ser usada como una extensión de los dedos del examinador mismo para palpar las superficies del surco femoral en busca de irregularidades. A veces hallamos también atrofia del cuádriceps, y los músculos "hamstrings" tensos.

Casi todos los casos de esta disfunción rótulo-femoral se resuelven con kinesioterapia, haciendo que el atleta lleve a cabo ejercicios de levantamiento de pierna recta, sin flexión de rodilla, o ejercicios de extensión de la rodilla sólo en los últimos grados de extensión, es decir, en un arco de movimiento desde 20 grados de flexión a 0 de flexión. Si los "hamstrings" o el cuádriceps están muy inflexibles, se indican ejercicios de elongación de estos grupos musculares, y de las extremidades inferiores y de la espalda baja en general.

Más allá de una disfunción rótulo-femoral, el mecanismo extensor puede estar lesionado más abajo, y podemos hallar problemas de tracción en el polo inferior de la rótula o en el tubérculo tibial, o una tendinitis clara del tendón rotuliano mismo. Éste es un tendón que une la parte inferior de la rótula a la tibia, y es la base del mecanismo extensor de la pierna, cuando al contraerse el cuádriceps mueve la rodilla en el eje horizontal, llevando la pierna hacia arriba y hacia delante. Entonces toda la tensión se aplica en el tendón rotuliano, que transmite la fuerza en su anclaje o inserción en la tibia.

Qué hacer

A menudo hallamos estos problemas en deportistas saltadores y en tenistas. También en aquellos atletas con muy baja flexibilidad de sus cuádriceps. El tratamiento indica reposo y frío local (hielo) cuando hay síntomas (dolor). Si el cuádriceps o los músculos "hamstrings" están tensos se indican también ejercicios de elongación.

La mayor parte de los atletas con dolor en esta zona requieren también ejercicios de fortalecimiento del cuádriceps, porque dichos músculos se atrofian cuando hay dolor de mediana o larga data.

Ocasionalmente los desórdenes inflamatorios del tendón rotuliano y sus inserciones pueden resistir al tratamiento. En estos casos se requiere prolongar el reposo hasta que ceda la inflamación, y también el uso de antiinflamatorios no esteroidales. La acupuntura y la estimulación eléctrica transcutánea pueden ser coadyuvantes.

Se indica también el uso de ortésicos, es decir, aparatos de sujeción externa que ayuden a soportar el mecanismo extensor.
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