Tomar un antidepresivo de última generación puede ser casi tan inefectivo como un caramelo, si se quiere tratar una depresión moderada o severa.
Al menos así se desprende de un estudio que analizó los resultados de 47 investigaciones hechas por laboratorios farmacéuticos para probar la efectividad de cuatro antidepresivos de la familia de los "inhibidores de la recaptación de la serotonina" (SSRI, por sus siglas en inglés): fluoxetina (Prozac), venlafaxina, nefadozona y paroxetina.
El análisis fue publicado en la revista "PLoS Medicine" por un equipo de investigadores de universidades británicas, canadienses y estadounidenses.
Los resultados confirman estudios previos que cuestionaban la baja efectividad de los SSRI. Estos fármacos corresponden a la generación más nueva de antidepresivos.
Otras clases de fármacos para tratar este trastorno, que afectará a una de cada seis personas alguna vez en su vida, son los fármacos tricíclicos y los inhibidores de las monoaminas oxidasas.
Casi un placebo
Los investigadores analizaron los resultados de todos los estudios presentados entre 1987 y 1999 a la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) por los laboratorios que estaban solicitando la aprobación de los cuatro antidepresivos mencionados.
En estos estudios se compara la respuesta de personas que están tomando el fármaco con la de otras que están recibiendo pastillas iguales, pero sin efecto terapéutico (placebo).
"La diferencia entre la mejoría de los pacientes que toman placebo y los que toman andepresivos no es muy grande", dijo el profesor Irving Kirsch, de la Universidad de Hull (Inglaterra) y director del estudio.
Para que se considere un beneficio clínico significativo, la diferencia entre quienes toman un antidepresivo y quienes consumen placebo debe ser de 0,5.
En promedio, esta diferencia fue 0,32. "La eficacia es significativa sólo en los análisis que involucraban a los pacientes más extremadamente deprimidos", dice el estudio. Sin embargo, aclaran que esto no se debería a que los antidepresivos sean más efectivos en ellos, sino a que respondieron menos al placebo.
| Datos ocultos |
Los estudios analizados por el equipo del doctor Kirsch incluyen todas las investigaciones presentadas por los laboratorios a la FDA, hayan sido publicados en revistas científicas o no, lo que hace menos sesgados los resultados obtenidos.
En la revista "New England Journal of Medicine" se reveló que, en el 94% de los estudios de antidepresivos publicados en revistas médicas, los antidepresivos funcionan mucho mejor que el placebo. Pero si se consideran también los análisis que no se hicieron públicos, ese porcentaje baja a 51%.
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"Dados estos resultados, parece que hay pocas razones para prescribir antidepresivos a las personas, excepto los pacientes más severamente deprimidos, a menos que las otras alternativas de tratamiento no hayan logrado beneficios", señalan los autores.
Precacución
"Estos resultados deben considerarse con mucha delicadeza", advierte el doctor Luis Risco, psiquiatra de la Universidad de Chile y de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (Sonepsyn).
Esto, señala, porque cuando se hacen metaanálisis (análisis de varios estudios), "los datos tienden a forzarse para hacerlos comparables, lo que constituye una especie de distorsión".
A esto, agrega, se suma el hecho de que en muchos estudios de fármacos se incluye a pacientes con depresión provocada por trastornos emocionales y a otros en que la causal es neurobiológica, es decir, provocada por desequilibrios de la química cerebral que regula los estados anímicos.
"Los antidepresivos sólo son efectivos cuando el paciente tiene un trastorno neurobiológico de base", aclara el doctor Risco. En cambio, si la depresión ha sido gatillada por un problema emocional, el tratamiento es psicoterapia y tranquilizantes.
"Hay síntomas como alteraciones en los patrones de sueño y otros signos que permiten identificar a una persona con depresión de base biológica. En ellos, los antidepresivos empiezan a hacer efecto tres a seis semanas después de iniciar su uso y -a diferencia de lo que dicen los datos de laboratorio- en ellos los resultados son muy positivos", concluye el psiquiatra.