Dice que lo que más echa de menos de París es “la diversidad de razas, mis amigos africanos, árabes, ingleses, colombianos. Estar con el mundo a flor de piel”. Pero sobre todo, a Alejandro Jodorowsky (escritor, sicomago, etc. chileno, radicado en Francia), su “amigo” íntimo.
Esta particular relación nació cuando “Cosmo” acudió a su taller de tarot y le contó un sueño que había tenido con él. “Lo interpretó y fue muy fuerte, me cambió la vida para siempre”.
Luego, conoció a su hijo, Cristóbal. “Me lo encontré en un bar y hubo una conexión muy fuerte, conversamos toda la noche y me dijo que quería enseñarme todo lo que su padre le había enseñado y fui su asistente por unos dos años en sanación. Después conocí a Adán ("Adanowsky") y me conecté profundamente y todo lo que aprendí con ellos fue una construcción interna muy fuerte, como persona, aprendí a hacerme preguntas a mí mismo, como qué quiero y dónde voy. Me estructuró mucho conocer su universo. Me hice amigo y familia de todos ellos”.
-¿Por qué crees que engancharon tanto contigo?
“Dicen que porque Alejandro tuvo un hijo que murió a los 24 años y yo llegué justo a esa edad donde él, entonces puede que haya visto una proyección de él en mí. Claro, yo soy Cosmo, con mi propia identidad pero también hay un cariño muy fuerte con sus hijos, como de hermano. Pero con Alejandro somos como amigos, no lo siento como un padre, es mi amigo de 80 años. Me llama los domingo y me dice: ‘Cosmo, estoy solito, vente a tomar un té conmigo y me lee sus poemas, que todos los días escribe uno, entonces me pregunta si suena cursi y qué me parece. Después vamos a ver alguna película de gangster, porque le encantan las películas de acción o gore y comemos helado… Ahora lo llamo siempre”.
Pero no sólo hay una conexión mágica entre él y la familia Jodorowsky, sino que también política: su hermana, diseñadora, es pareja de Cristóbal desde hace cinco años. “Un día ella me fue a ver a mi casa, se conocieron y se enamoraron. ¡Por eso somos familia de verdad!”
Así, todo el clan Pizarro se trasladó a Francia, ya que su hermano menor, dibujante, vive al sur de este país. “Es raro que hayamos terminado los tres allá, supongo que por la educación en colegio francés. A mis papás al principio les dio pena pero ahora les gusta que estemos los tres cerca”.
-¿Por qué “Cosmo”?
“No es que no me guste Francisco Pizarro pero me autonombré así porque en un momento de mutación interior me quise llamar de otra manera y pedí un nombre, miré al cielo con los ojos cerrados y de pronto cayó “Cosmo”, me asustó pero llegó. Fue difícil al principio pedirle a todos que me llamaran así, pero puede ser como un sobrenombre”.
-¿Algún hobbie”?
“Toco un poco de saxo y clarinete, ya estoy sacando la escala. También leo el tarot”.
-¿Vicio privado?
“Me encanta hacer esculturas con insectos o huesos que saco del campo de mi padre en Guangualí. Los voy pegando y hago monstruos, pero son estéticos, son monstruos bellos”.
