A fines del año pasado, el diario inglés Daily Mail impactó a sus lectores al informar, en su título de portada, que un asesor del primer ministro Brown propone pagar a las madres que se queden en la casa para cuidar a sus hijos.
La razón es que, según diversos estudios ingleses y de EE.UU., mientras antes ingresa un niño a la guardería peor es su conducta.
El asesor es Jay Belsky, un influyente psicólogo estadounidense que vive en Londres y que trabaja para el Gobierno laborista. Es el encargado de fiscalizar Sure Start, el ambicioso programa de guarderías impulsado en los 90 y en el que se han invertido unos 30 millones de euros.
"El Mail ha sacado de contexto mis frases para atacar a Brown", dijo Belsky al diario "El Mundo". "Lo que dije es que los padres prefieren tener libertad para decidir si quieren usar el dinero de sus impuestos para que su hijo vaya a una guardería o para que uno de los cónyuges cuide al niño en su propia casa".
Más claro está en una ponencia que presentó en Alemania y donde repasa los estudios recientes sobre cuidado infantil. Allí explicó que cuando los padres dejan a un niño menor de cuatro años y medio en una guardería, deben saber que corre mayor riesgo de desarrollar una conducta problemática que si se quedara en casa con uno de ellos. "Estos efectos", dice, "no son atribuibles a la mala calidad de las guarderías y parecen más probables y duraderos cuanto antes es separado el niño de sus padres".
Para evitarlos propone aumentar el posnatal "hasta acercarse al de algunos países escandinavos" (Suecia tiene casi dos años) y "políticas fiscales" que apoyen a las familias de forma tal que permitan a los padres reducir la "necesidad económica que hace que muchos dejen a otros el cuidado de sus hijos".
El Mail interpreta sus propuestas como un síntoma de que el Gobierno puede cambiar su política familiar de fomento de las guarderías, muy similar a la chilena con el programa "Chile Crece Contigo". Pero aún en Chile nadie levanta la idea de entregar un bono por cuidar a los hijos en casa.