Su encanto y estilo es tal que su impuntualidad pasa casi inadvertida. Con su amplia sonrisa se disculpa y se predispone a conversar sobre todo.
Eso sí, lo primero que hace es presentarse a sí mismo, como para marcar el terreno en que quiere moverse: “Soy arquitecto pero siempre me he dedicado al diseño, a la decoración y al interiorismo, aunque me ha servido la formación que tuve para desarrollar lo que hago, porque es mucho más amplio que sólo diseñar cosas puntuales”.
¿Un ejemplo? “Me llaman para que diseñe un restorán y termino diseñando la carta, el vestuario de los que van a trabajar, proponiéndoles música o produciendo la inauguración, entonces lo que hago es mucho más integral y va también de la mano de la dirección de arte. También como decorador, o ambientando algún catálogo, o para diseñar una vitrina, la iluminación, cosas que en una carrera de diseño no se enseñan”.
Desde hace un par de años, Grisanti se convirtió en el flamante director de la nueva carrera de Diseño de Imagen y Estilo de la UNIACC. “Me apasiona harto, ha sido como armarla de nuevo, le he metido mi sello y es rico ser parte de una carrera que acá no existía. Acá formamos diseñadores y directores de arte, además ellos pueden optar por vestuario o interiorismo. En el fondo es crear diseñadores integrales y me he sentido súper reflejado por eso porque es lo que me ha tocado a mí como experiencia de trabajo, que es desde diseñar espacios interiores, ambientación para comerciales, para una revista…”
-¿Cómo ves a las nuevas generaciones?
“Las generaciones jóvenes son más atrevidas. Eso sí, en la escuela tratamos de potenciar el tema de la investigación, historia y conocimientos porque no leen mucho. O sea, son más cultos visualmente y mucho más desenvueltos de lo que era uno pero no saben mucho de la historia del diseño. El contacto con la gente joven es una especie de incubadora”.
Y agrega, entre risas: “¡Qué nervio hablar así de los jóvenes cuando aún lo soy! O sea, tengo 35… pero efectivamente son distintos, están súper conectados, saben lo que pasa y tienen referentes visuales muy potentes que uno no tenía”.
Además de dirigir una escuela, Hugo forma parte del directorio de la Asociación de Decoradores, ADD. “Es muy motivante estar ahí dirigiendo y organizando cosas, hasta sacamos un libro de la decoración en Chile”.
Y comos si fuera poco, hace poco más de un año puso una tienda junto a su socia Juanita Vial: la exclusiva “JuanitaHugo”, ubicada en Alonso de Córdova. “Ha sido un proyecto muy bonito. Ha ido evolucionando, partió como algo chico, la armamos sin saber qué queríamos hacer, pero se ha transformado en una tienda que aparece en las revistas como de las que la llevan. Nos va bien, hay de todo, desde cosas de guagua, decoración, ropa, una mezcla de cosas que nos interesan y vamos recolectando. Y es tan rico viajar a comprar, buscar diseñadores nuevos, etc”.
-¿Cómo ves el nivel del diseño en Chile?
“Desde hace un tiempo a esta parte se ha revalorado y rescatado el diseño local. Quizás aún nos falta, pero antes no había identidad y ahora hay varios en la cruzada de meter el diseño chileno que existe y es bueno. Es cosa de darse una vuelta por el Parque Forestal, que está lleno de diseñadores y va creciendo. Las nuevas generaciones se están atreviendo a hacer lo chileno y no copiar tanto”.
-¿Algún ejemplo?
“La Ximena Muñoz que expuso en la Feria de Milán el año pasado y aquí no se le conoce mucho y tuvo un proyecto de iluminación de inmuebles de distintos colores súper potente. Allá le fue increíble y la está llevando en iluminación a nivel mundial. Lo mismo la Luz Méndez, que se ganó un premio en una de las ferias más importantes del mundo con un diseño muy chileno. Entonces creo que vamos por buen camino”.
Últimamente, se le puede ver en cuanta publicidad de Easy hay en los medios. “Es un proyecto muy entretenido que me motiva mucho. La marca se me acercó para que me hiciera cargo de un catálogo de proyectos y me dieron la libertad absoluta de hacer lo que quería. Es una tienda que estaba subvalorada, yo no la conocía ni usaba tanto, pero cuando empecé a pasearme por los pasillos encontré que habían cosas increíbles, buenos materiales, con harto potencial y así fueron saliendo proyectos entretenidos, como que a través de los materiales mostrar qué se puede hacer en la casa sin gastar o intervenir demasiado y he sentido el feed back de la gente. Creo que he sido un aporte, no tengo interés en convertirme sólo en el rostro de algo”.
-¿Fama por fama?
“Claro, fama por fama, ni un interés. El reconocimiento es rico, que te reconozcan por tu trabajo es bueno, pero hacerse famosillo porque sí, no, jamás...”
-¿Te molesta que te señalen como socialité?
“La gente es muy prejuiciosa, porque te ven en eventos sociales, al tiro te dicen que eres socialité o de la farándula, palabra que encuentro asquerosa. A mí me arremete, o sea, si alguien me dice que ya soy casi de la farándula porque estoy en los eventos, me doy media vuelta y me voy, porque para mí es como una ofensa. No soy de la farándula, no me interesa, ¡es una rasquería! Qué bueno por los que están ahí y hacen carrera en eso pero yo hago carrera a través de mi trabajo, del diseño y si he logrado tener cierto nombre es por eso, no porque hice un escándalo en una fiesta o salí con no sé quién, no me interesa”. “Ahora, que haga mi vida social y me saquen fotos, me da lo mismo. Además, muchas de las veces que aparezco en estas cosas es porque estoy trabajando ahí, porque además tengo una empresa que arrienda muebles para eventos, entonces estoy ahí porque lo estoy produciendo, ambientando o lo que sea, ¡porque es mi pega también! No es que vaya a poner la carita para la foto. Si fuera a todas las cosas que me invitan pasaría más en estos eventillos y no me interesa. Hasta me han ofrecido ir a programas en la TV, en la radio, miles de cosas pero lo mío no va por ahí”.
-¿Y asociarte tu imagen a una marca no te perjudica, en ese sentido?
“Trato de ser cuidadoso en eso y asociarme a una marca en la medida que signifique un cambio o un aporte para esa marca. O sea, si me hubieran contratado solamente como el rostro de un comercial, evidentemente hubiera dicho que no. Pero estaba asociado a un centro de proyectos nuevos, a toda una línea nueva que están sacando entonces, en ese sentido, no tengo problemas con asociarme”.
- Pasando a otro tema, la moda también es lo tuyo, ¿cómo anda el look de los chilenos por estos días?
“Siento que nos hemos agringado en ese sentido, porque en algún minuto tirábamos más hacia Europa. Por ejemplo, todavía se puede ver a muchas mujeres maquilladas con buzo en el supermercado y ese es el típico look gringo. Me carga EE.UU. y tratar de parecernos a Miami es patético. La chilena se arregla muy poco y por ponerte un ejemplo, en Perú, vas a una inauguración y todas andan producidas pero sin ser siúticas. Acá les da lo mismo, no se arreglan y es bonito ver a la gente bien vestida para trabajar o lo que sea, con buen look. En Europa todos andan impecables y es un agrado y eso que acá están los recursos y todo. Debe ser la idiosincrasia”.
Continúa leyendo:
“Soy poco comercial, mi sello es una apuesta más atrevida en todo sentido”
“Siempre fue tan importante como comer el vivir en un espacio bonito y vestirse bien”
