Pedro Lladser nació para ser modelo. Dotado de un escultural físico (mide 1,94) y una tez siempre bronceada que combina y resalta notoriamente sus ojos azules, a temprana edad ya hacía publicidad para luego convertirse en el rey de las pasarelas.
“En la época que partí con el modelaje se ganaba mucha plata, se robaba harto. Éramos pocos los chilenos que nos dedicábamos a eso y aproveché el momento para costearme gastos en la universidad (estudió ingeniería comercial), comprarme un auto…”.
Proveniente de una familia tradicional, en un principio a sus padres les costó aceptar su oficio. “Mi viejo no entendía porque en esa época ser modelo era ser maricón y frívolo y mi familia es de campo, de Santa Cruz, son bien ahuasados brutos, entonces les costó. Era todo lo contrario a lo que mi padre esperaba de mí, pero cuando vio que el "maricón" llegaba con una bolsita llena de plata le empezó a gustar la idea (ríe). Por un tema valórico tenían que entenderme y creerme, lo que me enseñaron, nunca he sido descarriado, siempre he estudiado, entonces confiaron”.
- ¿Aún sientes que hay muchos prejuicios hacia los modelos?
“Eso siempre va a pasar, por la idiosincrasia chilena que es bien pobre en ese sentido; castiga al bonito, a la mina, los estigmatiza, porque no puede haber una combinación con belleza e inteligencia. En Argentina no pasa eso, se agradece y se aprovecha pero acá a los modelos se los encasilla para no meterlos en los medios y es una pega muy buena. O sea, ganar plata sólo por mostrar tu físico es el descueve. Acá si eres rubia eres tonta, son estigmas y creo que no va a cambiar”.
“Soy ingeniero comercial, me saqué la cresta estudiando pero para todos yo soy sólo modelo, no tienen idea que tengo una productora, que tengo restoranes y que la TV me ayuda mucho porque me abre puertas pero mi fuerte es otro, he puesto los huevos en otra canasta porque sé que la TV es un medio egoísta”.
- Se vincula el modelaje con lo frívolo y con la farándula también.
“Es que es frívolo, a un modelo le pagan sólo por mostrar su cuerpo. Además que han salido un montón de niñitas que le agarran el gustito a la fama y sin experiencia televisiva empiezan a hablar cualquier cosa entonces eso crea este estigma. Entonces piensan que todas las modelos son como la... no quiero dar nombres, pero como esta chica que sale en “Morandé con compañía” (Adriana Barrientos) que hablan tonteras, se meten con futbolistas y eso pasa acá y en todos lados. Pero eso no quita que puedan estar en un programa de conversación, incluso que una se meta con futbolistas por fama no quiere decir que sea tonta, al contrario, bastante inteligente porque así hace el camino más corto, aprovechando lo que Dios le dio que es su físico”.
- Se ha chacreado el mundo del modelaje.
“Sí, se ha chacreado desde que empezó el tema de la farándula, pero son ciclos. Ahora los programas de farándula van en baja, marcan bien pero no se venden, no quieren auspiciar programas en los que están descuerando a otra persona y no son solventes y van destinados al fracaso, que es lo que está pasando. A la gente le gusta todavía porque pueblo chico, infierno grande, siempre nos ha gustado la chimuchina, porque hay poco glamour entonces explotamos esas cosas”.
- Tú mismo te has visto envuelto en todo eso. (Se dijo que con Mariel en un principio fueron amantes mientras ambos tenían otras parejas)
“Las únicas veces que me he metido es cuando he sentido que atacan a mi familia, a mi esposa, el resto me da lo mismo, que hablen, peor es que no hablen. Me carga contestar porque así le sigues dando pie pero si tocan a los míos me molesta, no me quedo callado aunque nunca respondo a través de los medios sino que cara a cara con la persona. No es que sea un matón pero prefiero encarar a la persona”.
- ¿Ya dejaste tu veta de modelo?
“Casi, más que nada animo eventos, pero ahora haré un catálogo y me estoy poniendo en forma”.
- ¿Te dejaste estar?
“Sí, dos días antes de que nacieran mis hijas de un año y medio fui por última vez a un gimnasio. No me quería perder nada pero por opción, no quería saber nada de eso, yo mismo me alejé, quería estar con ellas”.
- ¿Pero sigues siendo vanidoso?
“Todos los que estamos en esto lo somos, pero ahora mi prioridad son mis hijas que pasan por arriba de toda vanidad, primero están ellas. También mis otros proyectos”.
- ¿Por qué estudiaste ingeniería?
“De estúpido, porque yo quería estudiar comunicación audiovisual, siempre me llamó la atención, aunque más estar atrás de las cámaras y por eso tengo mi productora. Pero como en esa época era tan cara la carrera mi viejo me dijo que no, que sólo me pagaría una carrera tradicional. Él es civil, mi mamá es médico y mi hermano mayor comercial pero nada de eso me gustaba y tuve que optar por lo que pensé que podía ser más fácil. Nunca me gustó, pero igual me titulé”.
- ¿No te ha servido para tus proyectos paralelos?
“La he aplicado básicamente para buscar negocios pero todo se aprende en la práctica. Tengo restoranes que están arrendados y el papá de Mariel maneja otro, “Las gauchitas”, gastronomía argentina. Ahora me dedico más a mi productora que se llama “Dos jota” en honor a mis hijas Josefina y Julieta, más que nada producimos contenido televisivo y postproducción de comerciales y nos ha ido bien”.
