A lo largo de la historia, muchos se han dedicado a encontrar en la naturaleza los ingredientes para renovar la cosmética. Eugène Rimmel, por ejemplo, un perfumista francés, creó alrededor de 1850 una pasta en base a plantas que tenía la propiedad de mantener fijos los pelos del bigote de los hombres.
Fue el punto de partida para que uno de sus empleados lo perfeccionara y lo adaptara al uso femenino, y es lo que hoy se conoce como máscara de pestañas. Años después, en 1911, el farmacéutico alemán Óscar Troplowitz y el dermatólogo Paul Gerson Unna mezclaron agua, aceite, glicerina y ácido cítrico con un nuevo ingrediente: eucerit, un agente emulsionante que combinaba agua y aceite y mantenía su textura untuosa. Así habría nacido la crema Nivea.
Historias como éstas marcan la pauta para los actuales investigadores, quienes siguen incorporando nuevos ingredientes naturales a los productos cosméticos para conseguir efectos cada vez más específicos, en equilibrio con el ecosistema. A continuación, las explicaciones y los efectos de los ingredientes que están marcando la pauta.
Directo del mar
A mediados del siglo XIX, médicos franceses popularizaron la utilización de la talasoterapia (cuidado de la piel a través del uso de algas y barro marino). Los nutrientes marinos se incorporaron al mundo de la cosmética con el objetivo de ayudar a la piel a encontrar un equilibrio natural, gracias a sus elementos ionizantes (oligoelementos en forma de quelatos, vitaminas y minerales).
Los activos marinos poseen propiedades hidratantes, regeneradoras, desintoxicantes y reafirmantes. De hecho, las algas se destacan por su riqueza en oligoelementos, minerales, vitaminas y aminoácidos y tienen la capacidad de desintoxicar y reafirmar la piel y tonificar su musculatura, además de efectos antiestrés y antifatiga. También son capaces de equilibrar el pH cutáneo, oxigenar y nutrir la piel y retrasar el envejecimiento.
Vainilla, almendras y castañas
La isla de Madagascar, en el océano Índico, es el importador de vainilla más grande del mundo. Es también donde se ha encontrado una importante molécula antiedad. De acuerdo a la revista Vogue de España, en un estudio donde se testearon 140 activos, la vainilla de Madagascar fue el único capaz de actuar sobre todos los factores vitales. Otro ingrediente beneficioso para la piel son las almendras. Son ricas en proteínas, minerales y vitaminas A, B y E y su aceite es ideal para evitar la aparición de estrías, porque contribuye a la elasticidad. El aceite de castañas también ayuda a cuidar la piel y es muy hidratante.
Mantecas para la piel
La manteca de karité es una grasa que se extrae de la nuez del árbol de karité, que crece en la sabana de África central y occidental. Es un hidratante nutritivo para la piel y un regenerador celular con propiedades reestructurantes, contiene vitamina F, lo que mejora la elasticidad, de la piel.
La manteca de cacao, por su parte, es considerada como uno de los ingredientes humectantes más fuertes de la naturaleza. Es una de las grasas naturales más concentradas y equilibradas, y se derrite a la temperatura corporal, por lo que es fácil que la piel la absorba. Se recomienda para tratamientos de enfermedades como eczema o dermatitis. Además, el olor del cacao ayuda a levantar el ánimo, relajarse y aumentar las defensas.
Frutas, té verde y flores
Las frutas de color amarillo y naranjo contienen altas dosis de vitamina A, que contribuyen a frenar los radicales libres. El durazno además contiene vitaminas B1, B2 y C, responsables de producir colágeno. Las manzanas tienen propiedades antioxidantes y ayudan a desestresarse.
El té verde, de acuerdo a la información publicada por el Colegio Médico de Georgia el año pasado, podría mostrarse promisorio para tratar la soriasis y otras enfermedades de la piel. Se utiliza en la cosmética porque, al poseer una gran concentración de antioxidantes, tiene un excelente poder antiedad.
Las orquídeas también se han hecho conocidas por su poder hidratante y rejuvenecedor. Aseguran un funcionamiento óptimo de las células.
