"Esto es una verdadera epidemia", advierte el doctor Carlos Hinzpeter, pediatra de la Clínica Las Condes, al analizar las estadísticas de lesiones y muertes de niños en accidentes.
"Por esta causa fallecen al año casi mil niños, lo que significa prácticamente tres por día. Y por cada fallecimiento, cuatro quedan con daño neurológico", especifica el especialista, cuya experiencia en el servicio de urgencia de la clínica lo incentivó a crear la Fundación ConVida, para contribuir al diseño de programas de prevención de este tipo de incidentes.
Con la misma idea, el doctor Patricio Romero, académico de la U. de Chile y presidente del Comité de Traumatismos, Envenenamientos y Violencias de la Sociedad Chilena de Pediatría, realizó un estudio sobre el tema y concluyó que aplicando estrategias sencillas es posible disminuir en 30% la mortalidad de niños por esta causa.
"Países desarrollados han adoptado con éxito programas preventivos que han tenido esa reducción", ejemplifica el especialista, cuyo estudio aparece publicado en el último número de la "Revista Chilena de Pediatría".
Madurez
Los doctores Romero y Hinzpeter concuerdan en que es prioritario hacer intervenciones en seguridad de tránsito. "Ninguna otra lesión provoca más pérdidas de vidas en los niños que los accidentes ocasionados por vehículos motorizados", comenta el doctor Romero. Según cifras de Conaset, en 2006, 5.254 niños entre 0 y 18 años resultaron con lesiones de diversa consideración mientras viajaban como pasajeros en un vehículo que se involucró en un accidente y 76 murieron en las mismas circunstancias.
En este aspecto, las recomendaciones son conocidas por los padres: el uso de sillas y otros elementos de fijación de los niños en el asiento posterior del automóvil. "Y no se trata sólo de usar la silla, sino también de instalarla bien. En la clínica nos hemos encontrado con el 80% de las sillas mal colocadas en una actividad que hacemos para enseñar su uso", ejemplifica el doctor Hinzpeter.
Para el doctor Romero, "estas medidas también se deberían implementar en los furgones de transporte escolar, pero desgraciadamente se observa poco rigor en eso".
| Menos frecuentes |
Las intoxicaciones representan entre el 4% y el 7% de las consultas en los servicios de urgencia, dice el doctor Patricio Romero.
Su prevención pasa por mantener todos los medicamentos en lugares que los niños no alcancen y promover la fabricación masiva de envases con tapas de seguridad.
Por último, las caídas, en actividades recreativas y deportivas pasan por el uso de elementos de seguridad como cascos. "Hay países donde una bicicleta no se vende sin un casco e incluso donde la compra de éste se bonifica".
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Las medidas de seguridad vial también deberían extenderse a la circulación de los niños como peatones. "La mayor frecuencia de lesionados ocurre por la acción imprudente de niños entre 5 y 14 años", agrega el pediatra.
Esta afirmación es confirmada por las cifras de Conaset: 1.443 niños de entre 6 y 15 años sufrieron heridas de distinto tipo en accidentes mientras circulaban como peatones, y superan a los lesionados de otras edades.
"Los padres sobreestiman las capacidades de sus hijos en su actuar como peatones", comenta el doctor Romero. El grupo de edad más afectado -explica- son los niños de 5 a 9 años, especialmente varones.
"Son más impulsivos, carecen de capacidad de evaluar la velocidad, la relación espacial y la distancia del vehículo que enfrentan", expone el especialista en su estudio, y agrega que a eso se une que "sus capacidades visuales y auditivas no están maduras hasta los 10 años". Luego, antes de esa edad es mejor que sus salidas a la calle las supervise un adulto.
No es mala suerte
El tercer accidente que más muertes de niños provoca es la asfixia por inmersión. En el caso de niños mayores de un año, agrega el doctor, el principal peligro son las piscinas o cursos de agua cercanos a la casa. Ahí la principal medida es colocar una reja -de una altura no inferior a un metro 50 centímetros-, con un diseño que evite que los niños la escalen.
"La otra recomendación, y que nos ha costado que hagan caso, es evitar enseñarles a nadar a los menores de 5 años", dice el pediatra.
La razón: "Crea una falsa seguridad en los padres o quienes cuidan al niño. Y cuando el niño se cae al agua, se desespera, traga agua en exceso y se ahoga".
| Casos |
10,1% de los fallecidos en accidentes de tránsito en 2006 tenían entre 0 y 18 años, según datos de Conaset.
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El especialista explica que otra cosa es enseñarles normas de seguridad en el agua, como usar chaleco salvavidas y no jugar a "hundir" a otros.
Otro accidente común son las quemaduras, más frecuentes en lactantes mayores y preescolares. "Las lesiones por líquidos calientes son más frecuente en los menores de cuatro años y las muertes se producen cuando se incendia la casa en la que viven y ellos inhalan el humo".
En países desarrollados, agrega el doctor Romero, las viviendas tienen detectores de humo y los cigarrillos se apagan si no son aspirados durante un rato.
"Es fundamental que los chilenos entiendan que los accidentes no se producen por mala suerte. La mayoría se puede prevenir evitando las situaciones de riesgo que los provocan", concluye el doctor Patricio Romero.
