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Padres piden que manipulación de los hijos sea reconocida en fallos judiciales

Aunque los jueces de familia dicen que es usual que en los juicios por visitas se dé este problema, no se incluye en las sentencias porque no está científicamente aceptado.

12 de Junio de 2008 | 12:01 |
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Después de dos años sin poder ver a su hijo, Roberto (como pide llamarse) siente que ahora está un poco más cerca de abrazarlo: el Juzgado de Familia de Coquimbo falló a favor de su demanda de visitas y determinó que el niño es víctima de alienación parental, es decir, que es manipulado por quien lo cuida para que rechace a su padre.

Se trata de un concepto poco conocido y abogados que llevan años trabajando en casos de familia afirman que es la primera vez que un tribunal reconoce su existencia a través de un fallo.

"En este caso, la jueza Marcela Villegas dice que existen fundamentos para decretar alienación parental y la circunscribe a una conducta ejercida por alguien para alienar al niño y hacerle creer que una de las partes es muy buena y la otra (el padre) es muy mala", explica el abogado Lorenzo Miranda, quien representa legalmente a Roberto.

Este fallo ha sido destacado por la agrupación "Amor de Papá", que considera que los tribunales de familia no han dado la importancia a este síndrome pese a los efectos que tiene. Por eso, llevan adelante una campaña para lograr que sea considerado en los fallos judiciales.

El psiquiatra Arturo Roizblatt, quien incluyó un capítulo acerca del tema en su libro "Enfrentar la separación y construir una nueva familia", advierte de las nocivas consecuencias que puede tener en un niño el haber sido sometido a esta marginación (como él prefiere llamarla).

Además, afirma que es indispensable que "los tribunales de familia se constituyan en organizaciones que eduquen y protejan a todos los miembros de la familia". Algo que, se lamenta el académico, parece no estar sucediendo en la actualidad.
Qué hacer frente al rechazo
¿Qué hace un padre al ver que sus hijos lo rechazan por influencia de otros?

El psiquiatra Arturo Roizblatt explica que es fundamental que ese progenitor comience por erradicar aquellas conductas que cree han influido en la actitud de su ex pareja.

"No se debe dejar destruir por lo que está viviendo. Debe tener paciencia y confianza de que, con el tiempo y si no entra en una espiral de violencia, logrará una buena relación con sus hijos", precisa el especialista.

Lo más probable es que reciba rechazos y su cariño no tenga retribuciones. Sin embargo, debe perseverar "porque se trata de una tarea que se desarrolla a largo plazo".

Generalmente, la alienación parental se da durante el proceso de separación de una pareja: quien se queda con los hijos comienza a influir en ellos para que rechacen al otro progenitor.

Las razones detrás de esa actitud suelen estar en que la persona ha elaborado mal su separación, tiene rabia y confunde la relación matrimonial, que está terminando, con la de padres, que es para siempre.

En otras ocasiones, agrega, hay trastornos de personalidad que lo llevan a hostigar a su ex pareja a través de los niños, y tampoco se debe descartar que esta acción esté motivada por actos graves como abuso sexual o maltratos físicos y psicológicos de uno de los padres.

Aceptación

El principal damnificado con la alienación es el niño: "Puede dañar su autoimagen y su autoestima al ser criado en un ambiente de odio, rechazo, rabia y agresividad", dice el psiquiatra. Además, en la adultez, al darse cuenta de que fue manipulado, puede volcar toda esa agresión contra quien lo educó así.

Roberto espera que eso no le pase a su hijo, hoy de 10 años, y que la terapia ordenada por el tribunal "mejore" al niño, para que cuando vuelvan a vivir juntos sea en armonía.

El fallo de Coquimbo "es una buena noticia, aunque no creo que establezca jurisprudencia porque los jueces de familia actúan según su opinión en cada caso", opina el abogado Miguel Ángel Vera, quien lleva diez años trabajando en causas judiciales de familia.

Su opinión es certera. Según explica la jueza Gloria Negroni, titular del Tercer Juzgado de Familia de Santiago, aunque los magistrados se encuentran frecuentemente con casos de alienación parental, no los incluyen en sus sentencias, porque científicamente no está aceptado.

"No está incluido en el DSM IV ni el CIE10 (clasificaciones de enfermedades mentales de uso internacional), por lo tanto no es algo que uno podría usar en los fallos", opina la magistrada.

Cuando se enfrenta con casos de ese tipo, "que es relativamente frecuente en demandas de visita", la jueza prefiere persuadir al progenitor que está influyendo sobre el niño. "Hay que reforzarles que su hijo tiene el derecho de ver a su padre o a su madre y que es importante fomentar ese vínculo".

Los casos más graves (y que son los menos), agrega la magistrada, son aquellos en que ambos padres tratan de "alienar" al niño. Ahí, explica, se los envía a ambos a terapia.