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Estrés agudo en mujeres se asocia a nueva forma de enfermedad al corazón

Mujeres mayores de 50 años son las más vulnerables a sufrir este problema. Sus síntomas son similares a los de un infarto, aunque no hay ninguna arteria obstruida.

17 de Junio de 2008 | 10:09 |
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Un fuerte dolor de pecho y la sospecha de un infarto eran el diagnóstico de una mujer de 51 años que llegó de urgencia a un hospital en Buenos Aires. La paciente también estaba afectada por una crisis de estrés, a la que los médicos culparon como la causante del problema coronario. Pero en la búsqueda de la arteria obstruida causante del infarto, los exámenes mostraron algo inesperado: las arterias estaban normales.

El caso descrito por el diario argentino "La Nación" es un buen ejemplo de un problema que han advertido cardiólogos de todo el planeta. De hecho, el "International Journal of Cardiology" publicó recientemente un artículo dando cuenta de esta enfermedad cardíaca que afecta mayormente a mujeres sobre los 50 años.

Producto del estrés, parte del corazón no se contrae al bombear sangre, lo que provoca que la persona experimente un dolor similar al de un infarto.

"La enfermedad de Tako-Tsubo, llamada también cardiopatía inducida por estrés, fue descrita por médicos japoneses que observaron que pacientes con síntomas de infarto y cuyo electrocardiograma sugería un infarto, en realidad no tenían arterias obstruidas, sino que el extremo del corazón se desfiguraba, tomando la forma de un balón", contó a "La Nación" el doctor Fernando Botto, jefe de la Unidad Coronaria del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.

La paciente atendida por el médico presentaba una variedad de la enfermedad de Tako-Tsubo, palabra nipona utilizada para designar a los canastos que se usan para pescar pulpos y cuya forma asemeja la del corazón de quienes padecen este trastorno cardíaco.

"El estrés y las emociones son factores relacionados a la salud cardiovascular. En mujeres se sabe que tienen un rol importante, fundamentalmente en desencadenar accidentes coronarios agudos, espasmos de la arteria coronaria y hasta miniinfartos cuando hay placas en las coronarias", explica Mónica Acevedo, cardióloga de la Universidad Católica.

La explicación al efecto del estrés sobre el corazón estaría en la liberación de hormonas como la adrenalina y la noradrenalina -que ocurre durante un episodio de estrés agudo-, las que generan un efecto vasoconstrictor que actuaría sobre el músculo cardíaco o sobre los pequeños vasos que lo nutren, provocando la parálisis de parte del músculo cardíaco.

"En el primer caso que vimos, la paciente estaba atravesando una crisis de estrés asociada con un ataque de pánico; el otro caso que atendimos fue el de una mujer en la que se desencadenó esta afección cuando la apuntaron con un arma durante un asalto", contó el doctor Botto.

El doctor Edgardo Fuentes, de la Sociedad Chilena de Cardiología, explica que también se sabe que una situación de estrés crónico puede ir afectando de manera menos notoria pero progresiva al sistema cardiovascular, "favoreciendo que se produzca hipertensión e incluso la posibilidad de aterosclerosis".

Además del estrés, otro factor en común en los casos citados por la revista de cardiología es que las mujeres parecen ser más propensas a padecerla, ya que representan entre el 70 y el 80% de los casos.

Mala dilatación

Estudios en mujeres que no tienen lesiones en sus coronarias, pero que presentan dolores al pecho idénticos a los de un infarto, han mostrado alteraciones en la dilatación de esas arterias.
Datos
El 40% de estas mujeres desarrolla intolerancia a la glucosa y el 16% diabetes tipo 2 pasados los 40 años de vida.

"Esta disfunción del endotelio (tejido que recubre los vasos sanguíneos por dentro) puede estar presente hasta en el 50% de las mujeres -precisa la doctora Acevedo-. Por eso, cuando una mujer se presenta con dolor al pecho, hay que pensar que se trata de un problema coronario mientras no se demuestre lo contrario, sobre todo si hay factores de riesgo como hipertensión, diabetes, tabaquismo o antecedentes familiares".

El tratamiento de este trastorno se basa en medidas similares a las del infarto, que apuntan a que la insuficiencia cardíaca resultante pueda llegar a ser fatal. Pero a diferencia del infarto, no se requiere ningún tratamiento para destapar las arterias, como angioplastia.

"A diferencia del infarto, que siempre deja alguna secuela, los pacientes que experimentan estas cardiopatías inducidas por estrés se pueden recuperar totalmente. Después de 15 a 30 días de padecerla, el corazón se normaliza", aclaró el doctor Botto.

Asimismo, una dieta sana y el ejercicio favorecen la función endotelial.

Ovarios poliquísticos

Otro riesgo cardiovascular para las mujeres lo constituye el síndrome de ovario poliquístico (SOP), el cual puede aumentar hasta en cinco veces el riesgo de mujeres jóvenes y obesas. Un estudio publicado esta semana en la revista "Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism" precisa que el SOP se relaciona con la formación de aterosclerosis en las arterias, lo que se traduce en mayor peligro de padecer accidentes vasculares.

El SOP afecta a entre el 5 y 10% de las mujeres de 20 a 40 años. "El síndrome se correlaciona con otros factores de riesgo cardiovascular, como sobrepeso, colesterol elevado, algún grado de resistencia a la insulina... Es la suma de factores típicos de enfermedad aterosclerótica lo que da el riesgo", explica el doctor Renato Mertens, cirujano vascular de la UC.