¿Qué aspectos del matrimonio son fundamentales para que un matrimonio sea exitoso? Si hace veinte o treinta años estos factores estaban puestos en áreas externas a la pareja -como la estabilidad económica o la premisa de que el matrimonio es "para toda la vida"-, hoy se han invertido los papeles, y la buena comunicación y la tolerancia al otro se han convertido en los protagonistas de las parejas exitosas.
Esta tendencia la reflejan las cifras de un estudio realizado en agosto del año pasado por BBDO Research, que consultó a 400 hombres y mujeres mayores de 15 años, solteros y en pareja, de Santiago, acerca de su percepción sobre los factores que inhiben o propician una separación, junto con las claves que permiten que un matrimonio se mantenga en el tiempo.
Para los encuestados, la fórmula de un matrimonio exitoso es, como podría esperarse, buena comunicación y sexualidad, aceptación del otro y construcción de espacios íntimos. Pero el resultado que más sorprendió fue que también se incluyeran factores como la crianza compartida de los hijos, proyectos de vida válidos para ambos y también que el hombre sea colaborador no sólo con los niños, sino también en el hogar. "Está instalado en el sentido común que el cuidado de la relación tiene que ver con darse espacios de parejas con el desarrollo de un lenguaje de complicidad. Esos son elementos importantes, pero ahora también lo son el sentir que ambos tienen que participar responsable y equitativamente de esta construcción de un proyecto de vida juntos", explica la terapeuta de parejas Soledad Torres, miembro de Reencantar y del Centro de Terapia del Comportamiento.
Coincide con ella la socióloga Paula Barros, directora de la Escuela de Sociología de la Universidad Diego Portales. "Habla de una transformación profunda y de la confirmación de que la crianza no es de exclusividad de la madre. Nos muestra que hombres y mujeres sienten que, para ser exitosos ellos, deben trabajar en equipo".
Primer factor:
Crianza compartida
Ante la pregunta ¿Qué factores considera fundamentales para que un matrimonio sea exitoso?, los encuestados debían poner una nota de 1 a 7 de acuerdo a la importancia. "Que el hombre ayude activamente con los hijos" obtuvo un 6,1. Y, desglosados por sexo y edad, son las mujeres y los grupos sobre 30 años quienes le dan más relevancia a este aspecto. Lo mismo ocurre con el factor que le sigue, "Que la crianza de los hijos sea compartida", que los encuestados evaluaron con nota 6,0.
Para la sicóloga Soledad Torres, la importancia que los encuestados le dieron a este factor tiene que ver con la progresiva valoración que hombres y mujeres tienen de la reciprocidad de las relaciones. "Por eso, un matrimonio se mantendrá estable si ambos logran establecer esta cooperación mutua", explica la especialista.
Éste es un tema especialmente fuerte entre las parejas jóvenes, da cuenta de la importancia creciente de los hijos dentro del proyecto de pareja y un modelo de masculinidad que se ve reforzado con la paternidad: "Hay muchos hombres cuya identidad central está pasando más por ser padre que por ser pareja", afirma. Pero, según la especialista, también tiene una doble lectura: detrás de este afán de participar activamente del cuidado de sus hijos también está la necesidad de cada miembro de la pareja de que sea respetado su espacio y su deseo de crecimiento individual. Concuerda con esta apreciación la socióloga Paula Barros: "Hace tres décadas esta demanda no existía, porque tampoco existía el espacio de la mujer fuera del hogar. Hoy es imprescindible que ambos se involucren especialmente en un proyecto de vida juntos".
La imposibilidad de lograr el equilibrio en torno a la crianza compartida es un factor cada vez más frecuente entre las parejas, quienes exponen que este conflicto ha provocado más daño en su matrimonio. "He visto que una de las cosas que hace más daño es la sensación de que los hombres no se hacen cargo de los hijos como debieran. En la terapia de pareja muchas mujeres les dicen a sus maridos: yo no quiero que tú me ayudes. Quiero que seas igual de proactivo que yo", ejemplifica. Pero también expone las quejas de los hombres: "A muchos les gustaría involucrarse más -algunos me dicen: si los pudiera amamantar, lo haría- pero son las propias mujeres las que les frenan el camino, al considerarlos poco aptos".
Segundo factor:
Hombres proactivos en la casa
En este punto, que fue evaluado con un 5,6 por los encuestados, son las mujeres quienes lo demandan como un factor más importante. Esto, explican las especialistas, se debe a que no pocas sienten que sus maridos están cada vez más integrados como padres, pero todavía no se comprometen del todo en las labores domésticas. "Los hombres tienden a desentenderse de muchas cosas relacionadas con el hogar, y las mujeres, a sobreentenderse", apunta Soledad Torres. Y, de la reciprocidad que se espera de la relación de pareja, se pasa a un extremo de lucha de poderes.
El hombre sea más proactivo en el hogar será clave para un matrimonio exitoso en la medida en que se dé un equilibrio dinámico entre ambas partes. "Esto se logra cuando ambos se comprometen a aportar de acuerdo a las capacidades de cada uno, y no que ambos aporten exactamente lo mismo por el miedo a dejarse amilanar. Si yo soy súper creativa y tengo capacidad de crear soluciones, y el otro es resolutivo, qué bueno sería que usáramos esas condiciones para que cada uno haga esto y lo otro, y no que nos clonemos", explica.
Pensar así, acota, permite reconocer las cosas en que un miembro de la pareja es más hábil que el otro. "Así debería hacerse con la administración de las platas, las labores domésticas, etc. Y también, que cada miembro de la pareja tenga la confianza de decirle al otro: me siento sobrecargado".
Tercer factor:
Proyectos de vida válidos para ambos
Los encuestados evaluaron con nota 6,0 esta alternativa. Y al desglosar los resultados, se ve que para las mujeres este aspecto es más relevante que para los hombres: 78,3% de ellas lo evaluó con notas 6 o 7 versus el 66,1% de los hombres. En cuanto a tramos de edad, también hay diferencias: el 82,1% de las personas entre 30 y 44 lo considera vital, frente a un 66,7% de los menores de 30 y un 68,8% de los mayores de 45.
Para las especialistas, estas cifras tienen una alta correlación con lo que se aprecia a nivel social y con las respuestas sobre la crianza sea compartida. "Una mujer que no está preocupada de su proyecto de vida, no está preocupada de que el marido le coopere en la crianza de sus hijos. Ha dejado de ser obvio que la familia y sus aspectos domésticos son carga de la mujer, y eso tiene que ver con que las mujeres han logrado conquistar espacios en el trabajo y así anteponer sus proyectos personales", visualiza la socióloga Paula Barros. Y agrega: "En general, los hombres de hoy valoran ser aceptados tal como son y, por su parte, las mujeres valoran mucho el tema no sólo de tener un proyecto personal, sino también de poder hacerlo posible y de contar con el apoyo de su pareja. Y esto se demuestra a través del involucramiento del hombre en la crianza de los hijos. De alguna forma, el sueño dorado de la mujer feminista ha pasado a ser una necesidad de pareja".
Para la sicóloga Soledad Torres, el hecho de que se valore tener proyectos de vida válidos demuestra que esta institución ya no sólo es una alianza para la sobrevivencia, "sino un espacio para que ambos crezcan y elaboren un proyecto de vida, pero con respeto a sus individualidades", resume.
El doble discurso frente a la separación
Ante la pregunta: ¿Ha pensado alguna vez en separarse?, el 46,3% de los encuestados por BBDO respondió que lo había hecho alguna vez y el 11,2% que lo había hecho en reiteradas ocasiones. A su vez, el 93% ha tenido alguna vez una experiencia personal o familiar relacionada con la separación, y un 92,4% opina que es un suceso que le puede pasar a cualquiera.
La socióloga Paula Barros, sin embargo, repara en un "doble discurso" que dejan ver algunas de las respuestas de los encuestados: por un lado, perciben la separación como algo habitual, pero sigue existiendo una visión negativa del tema, que aborda a los hijos. "Hay un consenso de que algo malo pasa cuando los papás se separan, y ahí se genera una culpa que podría actuar como factor inhibidor", dice. Prueba de ello es que sólo 12,2% de los encuestados contesta a la pregunta: ¿Cómo cree usted que la separación daña a los hijos?, con la alternativa "No les afecta mayormente".
Soledad Torres está de acuerdo con esta apreciación, pero no cree que exista una tendencia marcada a que las parejas no se separen en función de la estabilidad de los hijos. "De a poco se ha ido percibiendo a las parejas decir que les preocupa las consecuencias que la separación traiga sobre los hijos, pero sienten que tampoco les hace bien vivir con padres insatisfechos".
Matrimonio "para toda la vida"
A la luz de las cifras, la idea de que una pareja esté junta toda la vida tiene cada vez menos peso entre los encuestados. Además, para los encuestados por BBDO, la percepción de que una separación es un hecho muy traumático o el temor a que la separación sea peor que una mala convivencia tampoco son aspectos que juegan a favor de la mantención de un matrimonio (ver infografía).
La convicción de que el matrimonio es para toda la vida, a ojos de las especialistas, ha pasado a ser ahora un "deseo humilde" para las parejas. "Los matrimonios siguen diciendo que se van a casar para toda la vida, pero ahora hay dos matices: la afirmación está menos puesta en el esquema global y más en lo personal, es decir, dicen Yo me casé para toda la vida, enfatizando el yo.
Lo otro es que ahora se afirma desde el principio voy a hacer todo lo posible porque esto resulte. Hay una tendencia a dar un peso más contundente a lo individual", explica la terapeuta Soledad Torres.
La idea de que la separación sea un hecho muy traumático también pareciera estar perdiendo algo de su antiguo peso. "Hoy muchas personas creen que la separación puede ser para mejor, porque puede permitir reestablecer una relación de pareja con otra persona y ser felices", dice Soledad Torres.
Pensar que la separación es peor que una mala convivencia tampoco es motivo para seguir juntos. Sin embargo, Soledad Torres advierte que le ha tocado recibir a varias parejas donde los hombres exponen temor a separarse por sus hijos. "Son hombres que no dudan en separarse, pero tienen mucho miedo porque no se imaginan viviendo sin sus hijos todos los días. De ahí que ahora los padres estén en un pie de lucha para exigir la tuición compartida con sus parejas. Antes, la visita semanal o quincenal era razonable, pero ahora la paternidad ha retomado un rol muy fuerte".