“Es un buen negocio invertir en mujeres”. Así lo cree el gobierno de Dinamarca, que entregó a su par de Chile la “Antorcha de la Equidad” por las mejoras en las prácticas laborales de las mujeres que ha promovido el programa
Iguala .
La sentencia, pronunciada por el embajador de Dinamarca en Chile, Kim Højlund Christensen, coincide con las cifras entregadas por un estudio del Banco Mundial, el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y el Sernam que concluyó que eliminando la brecha de ingresos entre géneros, se podría reducir en un 8% la extrema pobreza en Chile, además de aumentar en un 2% el ingreso per cápita promedio.
La “Antorcha de la Equidad” es entregada por el gobierno de Dinamarca a los personajes que han colaborado con el logro de la tercera meta que impuso la ONU para el 2015, cuyo objetivo es fortalecer la igualdad entre hombres y mujeres. La última persona en recibirlo será el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Buscando alcanzar ese compromiso, Chile desarrolla un programa que apunta a generar una nueva cultura laboral, buscando la promoción de trabajos remunerados de buena calidad, como derecho universal de todas las mujeres. A esto se suma el objetivo de que se reconozca a hombres y mujeres como iguales, basándose en los puntos de trabajo decente que elaboró la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que contempla temas como la compatibilización entre la vida laboral y familiar.
“Cuando nosotros hablamos de compatibilidad de vida laboral y familiar también implica a los hombres, con la aplicación del fuero paternal. Eso va a facilitar una nueva distribución de responsabilidades al interior del hogar y también en las empresas y en el mundo político” aseguró la ministra del Sernam, Laura Albornoz al recibir la antorcha.
La personera agregó que esperan, el próximo año, iniciar la entrega del sello “Iguala” a aquellas empresas que se han unido y han cumplido con la normativa del programa del Sernam. Actualmente, son 40 las que han firmado el convenio.
“La ministra de la Familia de Alemania me contó que ella tiene 800 empresas (…) Es cierto que es otra economía, que allá hay más pequeñas empresas y es otra la realidad, pero quisiéramos que esta práctica fuera más generalizada en Chile. (…) Hoy que estamos firmando Tratados de Libre Comercio, a una empresa no debiera darle lo mismo estos temas, porque para exportar van a ser requisitos internacionales que cumplan con estas políticas", sostuvo.
Albornoz, quien declaró que en el país existe “un significativo retraso en la participación laboral de las mujeres y una brecha salarial injusta”, indicó que el problema de la violencia de género podría ser otra de las políticas que se incorporen al programa de prácticas laborales: “Los empleadores podrían ver como una gran traba o dificultad para el desarrollo de las mujeres, dentro de la propia empresa, el que muchas de ellas lleguen a trabajar con la carga de haber sido maltratadas en la noche sin que nadie lo sepa. Eso genera un costo de producción para la empresa”.
