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Dentro, basura, fuera

Las nueve excusas más comunes para no botar cosas que no se usan.

30 de Octubre de 2008 | 11:47 |
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En Estados Unidos es una práctica habitual que en Chile hemos copiado poco y que ya debería estar en las agendas de las jefas de hogar, por lo menos.

Rara vez nos enteramos de una “venta de garage”, pero todos los días miramos algunas piezas de nuestro hogar y confirmamos asustadas que se están llenando de cosas que nadie utiliza.

Claro, nos costaron dinero, o alguien nos la regalo, pero el hecho es que no nos queremos deshacer de ellas, porque, por último, tienen un valor sentimental.

Pero el error es mayúsculo. Ya dice el dicho que al cajón uno se va sin nada y que por eso, es mejor no acumular. Y aunque la máxima puede ser fuerte y dura, es una realidad que nos gustaría soslayar.

Por eso nos cae de cajón el libro “Menos es más” de Peter Walsh, quien en forma muy didáctica nos enseña cómo ordenar una casa y hacer espacio para poder estar cómodos. Es más, para disfrutar de nuestro hogar.

Y Walsh va directo al grano:

Algún día lo puedo necesitar, mentira, sabemos que es inteligente planificar, pero es un hecho que la desorganización nos impide vivir el presente.

Es demasiado valioso para tirarlo, pero nos olvidamos que ese valor se lo damos nosotros y no quienes nos rodean. Si bien puede tener un valor sentimental o representar la historia familiar a la postre es cachureo.

No puedo tirarlo, vale un montón de dinero, eso puede haber sido efectivo cuando lo adquirimos o alguien nos lo regaló, pero la realidad es que si no los estamos usando, es porque ya no tiene ninguna utilidad. Y, aunque no lo creas, la acumulación también cuesta dinero.

Mi casa es demasiado pequeña, pero el hecho es que los cachureos son los que nos roban espacio.

No tengo tiempo, es la perfecta excusa para no enfrentar la realidad, nos cuesta desprendernos de las cosas y tenemos alma de acumuladores.

No sé cómo he llegado a este punto, okey, pero la realidad es que tu casa es un desorden que lo domina todo y eso no deja de sorprenderte.

No es un problema, pero mi esposo piensa que sí es el mejor ejemplo de cómo las personas vivimos de manera distinta nuestra relación con las cosas y que efectivamente, de ellas nos podemos desprender. Total, a los otros nos les importa. Ah… y el desorden puede poner en peligro nuestras relaciones.

Eso no es mío puede ser cierto, pero alguien tiene que tomar las decisiones por el bien común. Y los cachureos de otros pueden estar robándonos espacio que es nuestro.

Esto me sobrepasa, sí, es cierto, pero en algún momento hay que ponerle coto, porque el desorden nos impide tener paz mental y nos desgasta.

Tras todas estas excusas queda claro que hay que ponerse manos a la obra y resolver desprendernos de las cosas que ya no usamos… y que creemos que algún día vamos a usar. Parte por lo más sencillo: instala tres cajas con los letreros ‘dentro, basura y fuera’ y ponte a organizar. Luego, toma lo que está en la caja ‘fuera’ y la ofreces en una novedosa y divertida venta de garage.