EMOLTV

Renovar la piel

Exfoliar y eliminar las células muertas es clave para prevenir el envejecimiento y lograr una piel sana. Cuándo hacerlo, cómo y cuáles son las diferencias al momento de tratar rostro y cuerpo, en esta completa guía.

23 de Octubre de 2008 | 16:31 |
Por qué y cuándo exfoliar

La exfoliación logra que la piel respire, se renueve, se desintoxique y elimine impurezas. Por eso, lo ideal es exfoliar superficialmente una vez a la semana. Si se trata de una persona de piel sensible, una vez cada quince días y, siempre en profundidad, una vez al mes. Lo mismo que se demoran las células de una piel joven en renovarse totalmente.

Cuando la piel ha pasado mucho tiempo acumulando impurezas, empieza a verse marchita y a perder brillo. Pero la exfoliación no sólo sirve para mejorar esos aspectos y devolverle luminosidad y suavidad; también activa la circulación y mejora las arrugas superficiales.

Como después de la exfoliación la piel queda más sensible, lo mejor es realizarla en la noche, antes de acostarse. Al mismo tiempo, por estar la piel limpia de impurezas, es más fácil que puedan penetrar mejor las cremas o lociones, por lo que es el momento preciso para usarlas.

Cara y cuerpo

Al momento de exfoliar el rostro, hay que considerar varios aspectos: primero, que la piel de la cara siempre es más sensible que la del resto del cuerpo, y segundo, que hay áreas donde la exfoliación tiene que ser muy cuidadosa, o simplemente no exfoliar, como el contorno de ojos. Por lo mismo, los exfoliantes que se usen deben ser más suaves, y especiales para esta zona. En general se trata de productos con gránulos más pequeños, y que se deben usar con cuidado sobre la piel húmeda (no mojada) y limpia.

En cuanto al cuerpo, al momento de aplicar los productos debe realizarse sobre la piel húmeda, con movimientos circulares suaves y poniendo especial énfasis en los sectores más afectados por las células muertas: por ejemplo, codos y rodillas. Al elegir productos para exfoliar el cuerpo, también se debe tener en cuenta el tipo de piel, considerando que en general son tratamientos que trabajan con gránulos más grandes y con fórmulas que pueden resultar demasiado fuertes si se usan en áreas distintas a las recomendadas.

Precauciones al exfoliar

- Cuando se trata de personas con piel muy sensible o con algún tipo de problema dermatológico, lo recomendable es no exfoliar en la casa, sino ponerse en manos de un profesional.

- Es normal que la piel enrojezca un poco después de la exfoliación, pero para evitar que sea demasiado, hay que cuidarse de movimientos bruscos y mantener siempre un ritmo y una presión que no generen molestias en la piel.

- No es recomendable exfoliar la piel de niños ni de personas de tercera edad, porque son más sensibles y tienen menos capacidad de resistir agresiones, por lo que la exfoliación puede resultar demasiado intensa para ellos.

- Cuando en los exfoliantes se especifica si son para rostro o cuerpo, es porque las fórmulas son diferentes y atienden a las distintas necesidades de la piel. Por lo mismo, el no respetar las instrucciones de uso también puede implicar que no se logre el resultado esperado.

Exfoliantes naturales

- Mezclar una cucharada de azúcar con gotas de limón es una excelente forma de eliminar las células muertas del rostro. Para usarla, es necesario tener la cara limpia y, ojalá, húmeda. Después se debe aplicar la mezcla con movimientos circulares, poniendo especial énfasis en las áreas resecas o donde se noten más impurezas, pero siempre con movimientos suaves. Finalmente se deja reposar la mascarilla en el rostro diez minutos y se enjuaga con agua tibia. Al terminar, lo mejor es hidratar.

- Los granos de café bien molidos y mezclados con crema hidratante funcionan muy bien al momento de exfoliar el cuerpo. Lo ideal es aplicar la mezcla quince minutos antes de la ducha, con movimientos circulares, poniendo especial énfasis en las áreas como rodillas y codos, que pierden suavidad más fácilmente. Luego, retirar con agua tibia y usar crema humectante para mantener el efecto por más tiempo.

- Al mezclar una cucharada de miel con un par de almendras molidas, y una cucharadita de jugo de limón, se crea una mascarilla ideal para exfoliar áreas sensibles, como el cuello y el escote. Se debe aplicar también con movimientos circulares, sin ejercer mucha presión, de preferencia sobre la piel húmeda, y retirar con abundante agua tibia. Siempre después de exfoliar, es recomendable hidratar la piel.

- La sal gruesa también resulta un muy buen exfoliante, tanto para rostro como para cuerpo. Se puede mezclar con aceite de almendras, para nutrir la piel al mismo tiempo que se exfolia, o con cualquier otro aceite esencial de acuerdo al efecto que se quiera lograr en el estado de ánimo. Por ejemplo, el aceite de bergamota relaja, el de limón estimula y el de geranio estabiliza las emociones.

- Entre los ingredientes de la cocina que se pueden mezclar para lograr exfoliantes naturales, también se encuentran la avena, el yogur y el aceite de oliva o de sésamo. La idea es probar diferentes recetas hasta que aparezca una que cumpla con las expectativas y necesidades de cada persona.


EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?