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El nuevo chico reality

21 de Octubre de 2008 | 16:37 |
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“Voy a ser súper conocido”, le dijo Edmundo Varas a una de las alumnas del colegio Pedro de Valdivia, donde el joven futbolista del equipo de 3° división, Ossana, trabajaba como garzón en una despedida de los 4° medios.

Todavía no nacía la idea de postular a un programa de televisión. Aún el vecino de San Ramón no veía a Cristián Sánchez, diciendo en “Alfombra roja”:“Si tú quieres encontrar a tu media naranja y tienes entre 20 y 40 años, inscríbete ahora mismo en el casting de ‘Amor ciego’.

Entrar a una mansión por más de tres meses junto a otros 20 personajes de la talla de Pablo Iturra, Rodrigo Figueroa y Andrés Marín, luchando por conquistar a una seria y guapa rubia, era algo imposible de imaginar, mientras la colegiala le pedía al mesero que se tomara una foto con ella, “porque era lindo”, según cuenta él.

-Ya, pero con una condición: que esta foto tú la guardes, porque yo voy a ser una persona muy famosa. Voy a ser futbolista profesional, uno súper conocido, porque voy a hacerlo súper bien.

Meses después, Edmundo contaba con páginas web dedicadas a él, una decena de entrevistas publicadas, apariciones en TV con altos ratings, además de un contrato con Canal13, mientras en la puerta de las discoteques y otros locales de “entretención” la prensa luchaba por saber con quién estaba, qué hacía y cómo estaba.

Tranquilo papá, que, prácticamente, todo Chile sabe que en este salto al estrellato el fútbol no tuvo mucho que ver. Con todo, Edmundo dice que no se considera famoso, sólo un personaje conocido, mediático del que se desconoce si podrá superar los 15 minutos de fama, o los 8 años que Álvaro Ballero, también chico reality, ha logrado mantener con esfuerzo.

En Canal 13, en la pequeña salita iluminada y blanca, casi como un hospital -sólo que con más estilo en la decoración-, el ganador de la primera versión del dating show del canal católico mira entre las persianas hacia la calle, casi con nostalgia, revisando si existe la presencia de algún medio.

-Apenas saliste de la mansión dijiste que sentías estar viviendo un sueño. Con tanto asedio, ¿no crees que ya es una pesadilla?
“No. Cuando salí del reality y me di cuenta que había salido en tantas portadas, sentí que era un sueño. Pero ya han pasado más de 6 meses y sé que esto ya no es un sueño. Esto es súper real. Ahora ya tengo conciencia de lo que estoy viviendo y estoy contento con todo lo que estoy pasando hoy en día. Esto no es una pesadilla para mí, al contrario, muchas cosas positivas han entrado en mi vida”.

-Pero te hemos visto mal en la televisión, sobre todo después de lo que te pasó con Karla Lazo (Miss Facebook). Incluso has dicho que hay mucha gente que te quiere perjudicar…
“Es que aquí uno está expuesto a que le pasen muchas cosas, pero gente que quiera perjudicarme podría estar en la televisión como en cualquier trabajo normal. Esto siempre está latente; la envidia, la mala leche, la mala onda. Esto no es solamente dentro de un medio de comunicación”.

- ¿Estás más distante ahora de las mujeres que se te acercan?
“Sí, por supuesto. Tengo demasiada desconfianza en las mujeres que se me acercan, porque he estado involucrado en un cuento que igual es triste: el saber que personajes del medio se aferraron a mí para poder tener un poco de pantalla y generar un poco de lucas y eventos. Da lata, pero con este tipo de cosas uno aprende a ver con qué personas relacionarse y en quién confiar. Hay que ser cuidadoso con las personas que uno va conociendo y, en realidad, tener en cuenta a los amigos que uno ha tenido desde siempre”.

-¿Sigues viendo a tus amigos de siempre, en San Ramón?
“Sí los veo, pero tengo menos tiempo hoy en día, por todo lo que significa esto. Me queda súper poco tiempo para mi familia. Pero siento que es una cosa por la otra. Si no fuera por esto, no estaría pensando en comprarme un departamento… Estoy contento, de saber que gracias a esto se puede mejorar mi calidad de vida, la de mi familia y la mía”.

-¿Qué te dice tu mamá con todos esos rumores amorosos que salen en la prensa?
“Igual se molesta. Una mamá siempre va a defender a su hijo de cualquier forma, aunque él no tenga razón”.

-¿Cómo la tranquilizas?
“Es que yo no converso mucho estas cosas con ella. Trato de hablar otras cosas. Creo que mi familia tiene que ser un refugio para desconectarme y descansar un poco. Desde el 1 de enero que no paro con todo esto. Estoy cansado, pero igual contento de estar ahorrando demasiado dinero para comprarme mi departamento… Así que igual tiene algo de recompensa. Pero de repente uno igual quisiera tener su momento de descanso”.

-¿Cómo descansas de todo?
“Trato de salir, pero ahí tampoco me puedo desconectar. ¡Sí no me puedo desconectar! El otro día me fui a la playa y sonó el teléfono todo el día. De repente igual eran cosas importantes y tenía que contestar no más. Entonces, no podí poh”.

Edmundo dice que todo le daba risa cuando salió de la mansión-estudio de “Amor ciego”. “La primera vez que salí, fui a un mall y estaba lleno de gente… Así, ‘¡Edmundo, Edmundo, una foto, una foto!’ Estuve mucho rato ahí, tratando de salir. A mí me daba risa, pero siempre estuve tranquilo. No me volví loco, no me sorprendí. También me pasaron un montón de cosas buenas. Se me acercaban abuelos para darme las gracias por lo verdadero que fui dentro del reality, me llagaban cartas ofreciéndome cosas para mejorar mi calidad de vida, conocí a Zamorano, al Coca Mendoza y gente que para mí eran súper inalcanzables…”.

-¿Has pensado cómo te mantendrás en la televisión?
“Es que es algo complejo. No soy animador, no soy periodista, no soy un comunicador, no soy un artista y, por ende, creo que no cumplo con ningún requisito para poder hacer un programa de televisión. Si a mí me dan la seguridad de hacer algo y que esté respaldado por un gran equipo, ahí yo lo haría. Pero yo no me atrevería a llegar y decir ‘quiero animar un programa’. No, siento que hay gente que tiene más experiencia.
“Este momento sirve para consolidar mi futuro y lo quiero aprovechar de esa forma. Esto me puede dar otro tipo de posibilidades más adelante, así que, por mí, igual me gustaría seguir en televisión por una cosa económica. Un año más, no sé… cosa de poder ahorrar y estabilizarme”

-¿Qué consejo le darías a Mario Ortega, el ganador de “Amor ciego 2”?
“Lo más importante es que trate de asesorarse por la gente que conoce en el medio. Considero que tuve la fortuna de tener una persona a mi lado que me ayudó bastante:
María José Barraza, la productora ejecutiva de Canal 13. Ella me apoyó bastante con todo: me dijo cómo relacionarme con los medios de comunicación… Mario tiene que tomarse las cosas con calma, aprovechar este momento, tener cuidado con las personas con las cuales se relacione, porque hay gente muy interesada.
“Se acerca bastante gente que quiere sacar provecho de uno, gente que si yo no hubiese sido un personaje dentro de la televisión, nunca se hubiesen acercado a mí. Pero es lo que hay dentro de esto. Yo aprendo de las cosas positivas que me entrega todo”.

-¿Qué has aprendido con tu fama?
“Desde conocer un estudio de grabación, hasta poder relacionarme con personas importantes dentro de un canal… Compartir experiencias de vida, saber que hay personas que han llegado lejos, igual que uno, y que han pasado por dificultades, a no subestimar a las personas y a conocer la fama. O sea, el ser conocido, porque yo no me considero famoso, todavía…”.

-Pero, prácticamente, todo Chile sabe quién eres…
“Claro, pero yo considero famoso a don Francisco. Son personas que perduran en el tiempo y generan cosas importantes dentro de una institución o algo equis. Pero yo no…Yo salí de un reality y hoy día tengo el cariño de la gente y aparezco en los medios de comunicación… No sé por qué”.

Edmundo repite varias veces que su intención actual es aprovechar el momento. Ése que muchas veces no sobre pasa los 15 minutos, sobre todo cuando se trata de un chico reality. Tal vez, consciente de eso, se ha preocupado de destinar lo que gana en la televisión y haciendo eventos para comprar un departamento en San Miguel, para él y su familia, además de su auto.

Para el próximo año planea entrar a la Universidad del Mar, donde le dieron una beca, a estudiar kinesiología: “Siempre me gustó. Yo soy egresado de la carrera de preparador físico (del Instituto Profesional de Chile). Trabajo con niños y ahí me di cuenta que no era lo mío, porque me gusta hacer labores sociales que sean más importantes y al ser kinesiólogo se puede trabajar en un centro de rehabilitación, en la Teletón y en millones de otros centros que la gente desconoce. Es como más rico, más gratificante”.

-Y qué pasó con tu equipo de fútbol y tu grupo cristiano, el Eje de San Ramón?
“Es que no tengo tiempo. De vez en cuando juego fútbol con los amigos. De hecho estaba entrenando con el Palestino, pero lo dejé. Me agotaba mucho en este momento.
Al Eje ya voy poco, cuando puedo. Es súper poco el tiempo que tengo para compartir.
“Me despierto a las 10 de la mañana y me tengo que ir al fonoaudiólogo o al dentista. De ahí me tengo que ir a Renca, a la clínica deportiva, donde le hago clases de baby futbol a los niños. Ahí estoy hasta un cuarto para las 7. Después llego a mi casa y se me va el día”.

-¿Vas al fonoaudiólogo por la tele?
“Voy para mejorar mi dicción y mi tono de voz, pero no es por la televisión, es por mí. Creo que uno siempre en la vida tiene que seguir evolucionando y aprendiendo cosas nuevas. Yo no voy al fonoaudiólogo porque en el canal se me exigió. Lo hago por mí, porque en algún momento voy a trabajar con gente y tengo que comunicarme de buena forma”.

-Edmundo, ¿cuál es tu vicio privado?
“(Lo piensa un momento) El sexo… (se ríe) No, no tengo ninguno…”

-¿Nada que te apasione?
“Hacer el amor (se ríe de nuevo). Sí es algo bonito… Regalonear con mi mujer… pero no tengo mujer”.

-Desde hace 8 años, según tú.
“Obvio (se ríe más fuerte). Pero tengo muchas amigas (risas de nuevo). No… soy virgen (más risas)”.