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Lentes oscuros no aseguran protección

El color y la opacidad de los anteojos no resguardan de la radiación UV. Tampoco dan garantía los más caros. Algunas tácticas ayudan a escoger bien.

04 de Noviembre de 2008 | 09:44 |
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Si se trata de proteger contra los rayos del sol, definitivamente no todo depende del cristal con que se mire. Un error común es suponer que mientras más oscuros son los anteojos, más resguardo ofrecen.

"El color de los lentes no tiene que ver con la protección UV", destaca el doctor Francisco Villarroel, prosecretario de la Sociedad Chilena de Oftalmología. De hecho, el filtro UV que se emplea en los anteojos es transparente. "Puede haber lentes ópticos con filtro UV", ejemplifica Felipe Guerra, gerente de mercados y productos de Rotter y Krauss.

Como en Chile no hay regulación para los anteojos de sol, no basta que éstos tengan una etiqueta que diga "UV". Más bien hay que confiar en la seriedad del fabricante o del lugar donde se compra. De ahí que la cuneta sea un sitio de riesgo al comprar lentes de sol.

"Utilizar gafas de sol de mala calidad o sin protección UV es más perjudicial que no llevar nada", dice Fabián Miranda, gerente de producto de GMO. Esto porque un simple plástico oscuro engaña al sistema natural de protección del ojo, que cuando hay mucho sol contrae la pupila para dejar pasar menos luz. "Pero si te pones un lente oscuro sin protección UV la pupila se va a dilatar para permitir mayor entrada de luz al ojo, con lo que dejará entrar libremente más radiación", dice Guerra.

Eso sí -agrega-, lentes caros no son sinónimo de mayor protección. "El precio depende de la marca o de los materiales, no de si tienen o no protección UV".

Otra función de los lentes de sol es reducir la luz directa al ojo. Ese rol lo cumplen el color del lente y la intensidad de su tonalidad. "Existen categorías de 0 a 4 según el porcentaje de absorción de la luz", dice Miranda, quien destaca que los de categoría 2 (57 a 82% de absorción) son suficientes para actividades habituales durante el año.

Para elegir anteojos, el doctor Villarroel señala que al mirarse al espejo con ellos puestos, la persona no debiera ver sus ojos o verlos muy poco. "Además, hay que fijarse que no se produzca distorsión, que no se altere mucho la apreciación de colores, que el marco sea resistente y que se cubra toda la zona ocular", destaca.

Guerra agrega que si se usaran para hacer deporte, "deben ser envolventes, con los costados cerrados para evitar el rebote de la luz por el costado. Esto resguarda al ojo no sólo de la luz sino también del viento y del impacto de partículas".

Ojos enfermos

El material es otro punto a considerar. Actualmente, el policarbonato es lo más usado, debido a que es resistente y liviano, lo que brinda comodidad y seguridad. El vidrio está casi obsoleto, porque es pesado, grueso y riesgoso.

Para ver bien, lo importante es elegir bien. El riesgo de no hacerlo aparecerá con el paso de los años. El doctor Villarroel señala que "la excesiva exposición a rayos UV se asocia a enfermedades como pterigion (crecimiento anormal de la conjuntiva o membrana que recubre la parte blanca del ojo), queratitis actínica (inflamación muy dolorosa de la córnea) y a cataratas".

Casos especiales

Para quienes usan lentes ópticos, es posible compatibilizar buena visión con lentes de sol. "En estos casos se puede recurrir a lentes fotocromáticos, también llamados fotosensibles, los que se oscurecen en presencia de radiación UV", dice Felipe Guerra. Algunas tiendas ofrecen la posibilidad de adaptarles a marcos de anteojos de sol lentes ópticos fotosensibles o con tintes oscuros, de manera que se obtienen unos de sol con corrección óptica.

Aunque muchas veces a los niños se les regalan lentes de juguete o de baja calidad, el doctor Villarroel destaca que ellos también deben usar lentes con protección UV. La razón es que en la infancia se absorbe gran parte de la radiación UV que se recibirá en la vida, incluyendo la que llega a los ojos.
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