Caso 1: pelo muy seco
En este caso, el peor enemigo es el secador, y por lo mismo lo mejor sería prescindir totalmente de su uso. Además, el pelo seco no es algo natural: se puede deber al uso de demasiados químicos, a una mala alimentación o falta de hidratación en el cuerpo, y al exceso de alcohol que contienen algunos productos.
Para solucionar este problema, lo mejor es nutrir el pelo. La vitamina B, que evita su caída y aumenta su salud, se puede encontrar en las zanahorias, pepinos, huevos y leche, entre otros alimentos. La queratina, proteína que constituye el componente esencial de las capas externas de la epidermis, como el pelo, es también responsable de su dureza y resistencia, y la contienen varios productos y tratamientos de cuidado específico. En la peluquería Baires (426 62 76), por ejemplo, un tratamiento con queratina cuesta alrededor de $12.000. En cuanto a los tips naturales, la palta mezclada con aceite de oliva funciona excelente como mascarilla en la casa. La idea es dejarla actuar por veinte minutos y retirar con agua tibia. Además, cortar las puntas cada dos meses y mantener el pelo protegido del sol con gorros o pañuelos son buenos hábitos para evitar la resequedad.
Caso 2: pelo graso
Si uno se lava el pelo a las ocho de la mañana y a las tres de la tarde ya lo tiene sucio, lo más probable es que sufra de pelo graso. Además, costumbres como secarse el pelo muy fuerte con la toalla después de la ducha, usar agua demasiado caliente y peinarse antes de ir a dormir intensifican el problema.
Entre las soluciones posibles, la primera es cambiar los hábitos: usar el secador a una temperatura media y a 15 centímetros de la cabeza, envolver el pelo en una toalla suave en lugar de restregarlo fuerte, usar peinetas de madera y no hacerse muchos masajes. Se pueden (y deben) usar cremas de tratamiento hidratante para mantener el pelo sano, pero con la preocupación de no aplicarlas en el cuero cabelludo, sino sólo en las puntas. En cuanto a los aliados naturales, el jugo de limón es el mejor: la idea es usarlo antes de lavarse el pelo, extenderlo bien y dejarlo actuar media hora. Después, enjuagarlo con un lavado de pelo normal.
Caso 3: pelo muy fino
Una de las consecuencias más comunes del pelo muy fino es que no logra tener volumen natural, y aparece como lacio y sin vida. Por eso, una de las primeras soluciones pasa por un corte que le dé forma, ojalá en capas, para crear la ilusión del volumen.
A diferencia de los casos anteriores, en este problema el secador puede ser un aliado. Secarse el pelo con un cepillo redondo y hacerse brushing son formas de entregarle volumen al pelo. Claro que tampoco se puede exceder su uso, porque puede terminar deshidratándolo. En esta época se debe empezar a tener especial cuidado con el sol, por lo que es recomendable cubrir siempre el pelo con gorros y pañuelos, y usar champús con filtro UV. Además, el aceite de almendras funciona muy bien para mantener el pelo sano, si se usa como mascarilla una vez al mes.
Caso 4: pelo teñido
Cuando se usan tinturas permanentes, que contienen altos niveles de agua oxigenada y amoníaco, el tono natural del pelo desaparece, y es reemplazado por el nuevo. Para lograrlo, los oxidantes abren la cutícula de la hebra del pelo y por lo mismo, como modifican su estructura interna, pueden resultar demasiado agresivos para personas con el pelo frágil.
De todas formas, existen otras alternativas de tinturas: las semipermanentes, que modifican la zona exterior del pelo, donde se notan el color y brillo, y las temporales, que cambian un poco el tono del pelo sin alterar ni su estructura natural ni su brillo. Cualquiera sea la que se elija, los cuidados deben ser constantes para que el pelo se mantenga sano. Cuidarlo con productos especializados, retocar el color una vez al mes y realizarse masajes en peluquerías con componentes como aminos, vitaminas y siliconas, que lo protegen, son algunas de las posibles soluciones. En la peluquería Vita Holley (334 9819) el baño de brillo, Cristal Clear, deja el pelo teñido sellado y brillante durante un mes. El valor depende del largo del pelo, a partir de $25.000. En cuanto a las alternativas naturales, lo que logran es intensificar el color natural del pelo: por ejemplo, henna para pelos castaños o rojizos y manzanilla para los más claros.
Caso 5: pelo grueso
Cuando el pelo es demasiado grueso, cuesta darle forma. En general, tiende a sufrir de frizz y de exceso de volumen, y se pone opaco fácilmente. Por lo mismo, los champús con efecto alisante funcionan muy bien, porque logran bajar el volumen. Además, usar acondicionador después de cada lavado y ojalá siempre una crema para peinar también son opciones que hacen más manejable el pelo grueso. En cuanto a las formas de controlar su tendencia a opacarse, lo mejor es mantenerlo brillante desde adentro: comiendo sano, tomando ocho vasos de agua al día para conservar su hidratación, y cortando las puntas por lo menos una vez al mes.
Además, una alternativa natural para dar brillo al pelo consiste en mezclar una parte de miel con tres partes de aceite de oliva y dejarlos reposar por un día completo. Después, se usa con movimientos circulares en el cuero cabelludo, se envuelve con un gorro plástico y se deja actuar por media hora. Finalmente, se enjuaga con agua tibia.
Caso 6: pelo rizado
Uno de los principales problemas que presenta este tipo de pelo es el no lograr manejar los rizos. En este caso, el secador puede jugar a favor o en contra, dependiendo de cómo se use. Funciona bien con difusor de aire, poca potencia y a baja temperatura, porque no aumenta el volumen del pelo. También los productos especializados para rizos, sobre todo los que no necesitan enjuague, son una excelente manera de mantener el pelo constantemente nutrido y con forma.
Si los rizos tienden a desarmarse, se puede deber a que les falta hidratación. Sebastián Ferrer (380 3171) ofrece la alternativa de terapia Bio Ionic, que cuesta alrededor de $39.000, y ayuda a reacondicionar el pelo.
Además, entre los cuidados básicos para el pelo rizado, hay tres que son imprescindibles: primero, que se debe peinar siempre con una peineta de dientes anchos, segundo, que no se debe lavar todos los días porque pierde su forma natural y se alisa, y tercero, que como el exceso de pelo juega en contra de los rizos, lo mejor es cortarlo cada seis semanas, en capas.
