El supuesto sexo fuerte no lo es tanto. De hecho, para el investigador Marek Glezerman del hospital Beilinson en Petach Tikva, cerca de Tel Aviv, “los hombres son el sexo débil en muchos aspectos médicos”, incluso antes de nacer.
Según un estudio liderado por el profesional y publicado hoy por loe medios de comunicación, los fetos masculinos son más propensos a manifestar complicaciones.
Según las investigaciones, el peligro de un parto prematuro es un 70 por ciento mayor en el caso de un niño que en el de una niña. Además, en ese caso los niños necesitan una mayor permanencia en el hospital que las niñas.
Además, la probabilidad de una cesárea aumenta en un embarazo con un feto masculino en un 10 por ciento y la necesidad de la ayuda de una ventosa o fórceps en un 50 por ciento.
También, los fetos masculinos suelen ser mayores y pesados que los femeninos y ocurre con mayor frecuencia que empujan con los hombros durante el parto.
Las únicas incidencias que ocurren con mayor frecuencia durante el embarazo de una niña son los partos de nalgas, en los que el bebé no nace con la cabeza por delante, así como un bajo peso del recién nacido.
Los científicos estudiaron los casos de más de 64.000 mujeres embarazadas entre los años 1996 y 2006, que dieron a luz a niños y niñas en la misma proporción.
A pesar de estos resultados, se comprobaron nulas diferencias significativas en el estado de salud de los niños y niñas recién nacidos.
Como señaló el investigador Marek Glezerman al diario “Haaretz”, no hay una explicación clara de los resultados de la investigación.
Una de las hipótesis que se barajan tiene relación con el cromosoma masculino Y. Esta podría ser la causa por la que, aparte de estas desventajas descubiertas, los hombres “vivan menos y sufran enfermedades con mayor frecuencia”, como dijo el profesional.
