Londres.- Los hijos de mujeres que sufrieron estrés antes de la gestación son más propensos a despertarse en mitad de la noche y a tener un sueño de peor calidad durante el primer año de vida.
Según un estudio publicado en la revista británica Sleep, esta alteración del sueño predice la aparición de problemas durante la infancia y afecta también al bienestar de los padres, según sus autores.
En la investigación, llevada a cabo en la británica población de la ciudad inglesa de Southampton, participaron 874 mujeres entre 20 y 34 años, que habían completado antes de quedarse embarazadas un cuestionario diseñado para detectar trastornos de ansiedad y depresión. De ellas, 255, equivalentes al 29 por ciento, padecían alguno de estos problemas.
Como informó el diario El Mundo, después de que dieran a luz, las participantes fueron invitadas a responder cuántas veces se había despertado su hijo entre la media noche y las seis de la mañana en las dos semanas previas.
Esta entrevista se realizó cuando el niño tenía seis y 12 meses. En total, a los seis meses el 46 por ciento de los pequeños se había despabilado al menos una vez y el 39 por ciento al año.
Al analizar estas cifras en función del estrés materno, los investigadores comprobaron que entre los hijos de las madres que padecían algún trastorno antes de la concepción era más frecuente la interrupción del sueño nocturno.
Un 52 por ciento de ellos se despertaba en mitad de la noche a los seis meses, frente al 43 de los demás niños; y el 46 frente al 36 por ciento a los 12 meses.