Memorizar números de teléfono, una lista de compras para el supermercado o la trama de un libro mientras se lee, un tipo de información que se almacena en la denominada memoria de trabajo, se relaciona directamente con la inteligencia y la capacidad de aprender de un niño, afirman investigadores británicos.
"La memoria de trabajo es un nuevo índice de la inteligencia del niño, y es un predictor de la forma de aprender. Pero si ésta es frágil, se puede entrenar desde edades muy precoces", señala la psicóloga y experta en educación Tracey Alloway, de la U. de Durham, Gran Bretaña.
Alloway compara la memoria de trabajo con una caja. Para los adultos, por ejemplo, se cree que hay espacio para almacenar entre tres y cinco cosas a la vez, como claves de las tarjetas, correos electrónicos, direcciones, calles o números de teléfonos.
Sin embargo, "dado que existe este límite, es importante seleccionar la información más relevante, para que lo menos trascendente no estorbe su funcionamiento", explica Nelson Cowan, psicólogo cognitivo de la U. de Missouri.
La pregunta que muchos investigadores se hacen es cómo ayudar a la gente que tiene este problema, que los especialistas asocian en los niños al Síndrome de Déficit Atencional.
Para el doctor Mel Levine, cofundador del Instituto All Kinds of Minds, de Carolina del Norte, que trabaja con más de mil escuelas de Estados Unidos, Canadá y Europa, los niños deben encontrar su propio sistema de ayuda. Así, por ejemplo, un menor que no recuerda lo que lee puede anotar los puntos más importantes mientras estudia y luego puede grabar en audio el resumen para memorizarlo.
La psicopedagoga chilena Claudia Tranchino, especialista en estrategias cognitivas, explica que nuestro cerebro permite retener alrededor del 10% de lo que leemos y el 20% de lo que escuchamos, y por ello es importante diversificar las formas de ingreso de la información para no enfocarse en sólo una.
Una opinión similar tiene el psicopedagogo Fernando Etchegaray, docente de la Universidad Católica. "Para reforzar la memoria de trabajo, los padres deben aprender a descubrir qué tipo de inteligencia tiene su hijo, ya que puede ser lógico matemática, verbal, auditiva, visual o corporal cinestésica".
Según el especialista, identificando esta categoría será más fácil inducir a trabajar más esa capacidad para fomentar la memoria en el niño. Para ello se puede incentivar, por ejemplo, que lea en voz alta si tiene memoria auditiva, o que asocie las ideas a una imagen específica para recordar de manera visual.