En el vertiginoso mundo de las cremas anti-aging son pocos los productos que han incorporado el anís como ingrediente principal en la lucha contra las arrugas. Y es que esta hierba es más conocida por sus propiedades digestivas, diuréticas, carminativas y expectorantes que por su capacidad de reforzar y estimular los tejidos de la piel, además de inhibir las continuas contracciones musculares faciales.
"Se trata de un descubrimiento muy nuevo, algo que recién se está incorporando en la cosmética", explica el doctor Patricio Amaro, dermatólogo de la Universidad de Chile. "El extracto de anís estimula la actividad e interacción celular reactivando la regeneración del tejido conectivo y reduciendo las arrugas", dice.
Hasta ahora, la mayoría de los productos con anís disponibles en el mercado tenían más que ver con las terapias alternativas y cosmética natural que con la tradicional. "El anís se ha usado básicamente en lociones y aceites para masajes", dice la experta en cosmética natural, María Fernanda Cerda (09-0619759), quien dicta talleres en Santiago y la Quinta Región. Y agrega que gracias al picor del anís, que produce calor, también se utiliza en cremas reductivas.
Su cualidad modeladora es otra de las razones por las que el anís está dando que hablar en la industria de la belleza. Según explica el doctor Amaro, "el extracto activa el metabolismo celular de la piel incrementando la producción de colágeno. Esto permite que esté más elástica y tonificada, lo que ayuda a modelar la figura".
Las otras facetas del anís
"Gracias a sus efectos antiespasmódicos, algunos naturistas lo utilizan para aliviar la gastritis. "Sus compuestos atenol y bisolobeno son los responsables de que también favorezca la digestión de los alimentos", asegura Paula Lisboa (www.esencialis.cl), quien trabaja con aceites esenciales.
""El anís estimula, además, el sistema nervioso central, alivia ansiedades y tensión nerviosa, es vigorizante, brinda seguridad, gracias a sus propiedades sedantes", agrega la terapeuta.
"Y posee propiedades expectorantes, antiinflamatorias y antitusivas. "Se dice que ayuda a la regeneración de las células bronquiales en personas que han dejado de fumar, pudiendo ser un buen sustituto de la nicotina", dice el doctor Amaro.