En tiempos de crisis económica es importante tener en consideración algunas prácticas que es mejor dejar de lado.
Para esto, el Centro de Estudios Financieros (CEF) español realizó un decálogo con algunas recomendaciones con elementos que se deben evitar en medio de la crisis económica.
Una de ellas es utilizar internet sólo para revisar los correos electrónicos. Según los especialistas, lo recomendable es comenzar a navegar porque la red ofrece una gran cantidad de servicios, generalmente a convenientes precios. O sea, sáquele provecho a este medio.
Otro punto que se debe descartar de la conducta normal es comprar por impulso. En tiempos de vacas más flacas que lo normal, hay que establecer una lista con prioridades para poder enfocar los gastos. Y hay que sujetarse con fuerza a ella, de ahí que la voluntad riga su vida por estos días.
Respecto a esto, también es relevante no comprar en el primer lugar donde se ve un producto, sino que tener varias opciones para poder elegir la más conveniente. Es decir, retomar la vieja costumbre de nuestros abuelos de cotizar primero.
Dejar de ahorrar también es una conducta no deseada. Lo recomendable es mantener un nivel de ahorro que permita enfrentar sus gastos fijos por al menos unos seis meses. Y esto, sobre todo, si el empleo que se tiene resulta ser un poco inestable.
No contactarse periódicamente con el banco, ya que uno puede pasar por alto algunas comisiones que no son imprescindibles. Es decir, hágase más amigo de su ejecutiva.
Otra de las recomendaciones es amargarse la vida. Una cosa es estar en crisis ay ajustarse a la realidad, y ota cosa muy distinta es entrar en una actitud de miedo o pánico.
También descuidar el trabajo puede ser un gran error. Los expertos recomienda hacerse más presente, proactivo y creativo, de manera que el empleador dude al momento de tener que reducir personal.
Tampoco se debe tirar a la basura los estados bancarios. Costumbre muy común, no hay nada peor que no ser estudioso de las cuentas. No sólo se podrá descubrir si hay un cobro errado, sino que tomar el peso en qué se está gastando y que se podría haber evitado.
Dejarse llevar por los rumores; pésimo negocio. Cada acción tiene que ser adoptada a partir de información fidedigna y no por lo que hace la gente, siguiendo la ola. Esto también apunta a no ser preciptado.
Por último, contraer préstamos arriesgados puede convertirse en un verdadero suicidio. Si necesita hacerlo, estudie la mejor opción y sacque las cuentas para ver si no estará demasiado apretado. De lo contrario, mejor posponer el gasto.