La tecnología en alimentos ha dado pasos gigantescos en los últimos años, lo que facilita la vida de las personas y además, la ayudan en la superación de algunos problemas.
Este es el caso del estreñimiento, o problemas para evacuar el intestino (defecar), que por las rutinas alimenticias y la vida moderna es casi una pandemia.
En la actualidad, dos productos lácteos
–Activia y Next- ofrecen una oportunidad para solucionar este tema, pero nada asegura su éxito por sí solos. La pediatra, gastroenteróloga y nutricionista del Inta, Sylvia Cruchet, quien ha estudiado este tema en profundidad, asegura que los productos que tienen probióticos son complementarios en cualquier camino para poner fin al estreñimiento.
La especialista asegura que, en general, lo más indicado para superar este problema de tránsito lento es consumir frutas y verduras, aunque existen algunos hidratos de carbono que no se absorben que se usan para mejorar este problema intestinal. Todo otro camino son medicamentos que no se deben usar con una indicación médica.
Los productos lácteos que se publicitan hoy utilizan dos términos que nos eran desconocidos:
actiregularis y biobalance. Los actiregularis es un bifidobacteria que es considerada un probiótico con efectos en el equilibrio de la flora intestinal y sobre el disconfort gastrointestinal, es decir, produciría una mejoría de los síntomas en personas que se meteorizan o tienen distensión gástrica inespecífica.
El biobalance es un concepto, respecto de la calidad de vida, donde se mejoran los parámetros de vida a través de los alimentos, especialmente por el agregado de fibra, como la inulina, que mejora el tránsito intestinal al ser agregado en cantidades suficientes.
“En general, los productos lácteos son complementarios de una dieta más sana y más rica en fibra y por eso, tienen buenos resultados en las personas. Pero por sí solos, si no tiene agregados de fibra no tienen efectos en el tránsito intestinal”, explica Sylvia Cruchet.
La pediatra también apunta a uno de los errores más extendidos entre las jóvenes, quienes para controlar su peso, abusan de los laxantes. Al respecto, Sylvia afirma que el estreñimiento no tiene una relación directa con la obesidad.
“Lo que sucede es que las personas con constipación o estreñimiento tienen generalmente hábitos alimentarios inadecuados y consumen muy poca fibra, lo que se relaciona con problemas de aumento de peso. Una persona que consume altos contenidos de fibra en su diera, lo más probable es que no tenga problemas de aumento de peso”, asegura.
