“Hay cosas con las que uno ya no se impresiona”, dice Cristián ‘Chico’ Pérez tras 9 años de trabajo ininterrumpido en el periodismo de farándula.
Testigo de los hitos que han marcado el desarrollo mediático del lado privado de algunos rostros chilenos, el Chico Pérez ha estado desde los inicios en esta historia de lo más extravagante de los personajes de TV o de esas estrellas fugaces que desaparecen a los 15 minutos.
Junto a Jennifer Warner fue parte del panel del primer programa que decidió especializarse derechamente en los trapitos sucios de los famosos, bajo el nombre, nada cínico, de “Sálvense Quién Pueda”.
Era el año 2001, y una poco acostumbrada audiencia hizo mostrar su desconcierto de inmediato, tras temáticas que, como Pérez dice, podrían ser hoy catalogadas como un juego de niños.
Es que claro, tras bolocazos, cancelaciones matrimoniales kenita-zamoranescas, lanzamientos de balcones arenescas y curiosas apariciones a entregas de premios al puro estilo Marlen, la capacidad de asombro queda algo debilitada.
Es por eso y por sus ganas de ampliar sus temas de conversación en la TV -con un proyecto que espera ver de manera concreta en marzo- que Cristián emigró de la conducción de “SQP” para seguir a Rodrigo Danús en su nuevo proyecto en UCVTV.
El lento, pero próspero aumento de un rating antes inexistente en la estación porteña, tiene contento a Cristián, quien en “En portada” dice hacer “farándula divertida”, hablando de temas y personas, “pero sin hacerlos pebre”.
“Nosotros nos reímos mucho aquí, y esa es la gran diferencia con los otros programas. Si ves ‘Mira Quién Habla’ están media hora con una noticia escandalosa, con informes que a veces no dicen nada”.
-Desde que comenzó el periodismo de farándula a estar presente en la tele, existió el temor de que se terminara como en la prensa rosa española, de una manera descarnada paparazzeando a los famosos. ¿Se cumplieron esas predicciones?
“En algún minuto íbamos para allá, pero tengo la impresión de que, como todo en la vida, las cosas llegan a un equilibrio. Llegamos a un punto donde la cosa se puso media agresiva, pero naturalmente fue decantando hasta que llegamos a un punto medio, de equilibrio en agresividad, en invasión, y lejos de lo que hacen en Argentina y en España, por suerte. A mí no me gustaría llegar a lo que tienen allá. Tengo en la mente un recuerdo claro de un programa argentino, donde decían algo como
‘tenemos la sospecha de que tal modelo es puta’. Fueron con una cámara escondida para hacerse pasar por clientes y efectivamente lo era. Aquí es impensado hacer eso”.
-¿Somos más conservadores o más pavos?
“La sociedad es conservadora y hay un Consejo Nacional de Televisión que es más conservador. Aquí, recién la gente se está riendo de los políticos, cuando en Argentina hacen parrilladas con los Presidentes. A mí me gusta que seamos más conservadores, no sé si me gustaría llegar más allá”.
-¿Es la farándula el lugar más propicio para conocer las cosas más crudas del ser humano?
“Creo que es un reflejo de lo que somos. Las cosas que le pasan a los famosos también le pasan a las personas comunes y corrientes; son los mismos problemas, sólo que están aquí sobredimensionados por la fama. Creo que la farándula ha salido para abrir una ventana de discusión. Por ejemplo, hace 10 años, el periodismo político era súper ñoño pero hoy hay mucho más cuestionamiento, mucha más contrapregunta, y eso tiene que ver con el trabajo que está haciendo a farándula”.
-¿Cuánto ha afectado a la credibilidad de la farándula el tema de los tongos?
“Creo que a algunos programas sí les ha afectado. Estando en SQP no me gustaba hablar mucho de la competencia, pero ahora que no estoy, puedo decir que ‘Mira Quién Habla’ es una hora y media de inventos... A nosotros nos pasó muchas veces en ‘SQP’ que hablábamos sin saber que, en verdad, estaban arregladas. Pero aquí es a propósito... La otra vez estuvieron una hora diciendo que tenían a la mujer que provocó que Arenita se lanzara del balcón. Y al final, muestran a Denisse Rosenthal, que creo que ni siquiera conoce a Karol Dance. Al final, la gente se da cuenta de esas cosas y sabe a quién creerle y a quien no”.
-Igual, estando en ‘SQP’ trabajaste junto a Roberto Dueñas, conocido como “el rey del tongo”.
“Existía un filtro ahí. A Roberto no se le permitían algunas cosas. No era que él podía ir al programa e inventar lo que quisiera. Nosotros mismos lo cuestionábamos al aire, y, al principio, cuando llegó, Roberto estaba mal por eso; le daban duro y se peleaba con todos. Nunca fue como
‘Roberto, el espacio es tuyo y habla lo que quieras’”.
-¿Quedas curado de espanto trabajando en farándula?
“Sí, hay cosas con las que uno ya no se impresiona. Como las fotos que llegaron ayer, hay mil. No sé, Kenita yéndose a Miami... Nosotros supimos dos días antes, quién le había comprado el pasaje de 7 mil dólares. O sea, era obvio que iba a ver a Luis Miguel.
“Lo que sí me sorprende a veces, son las cosas que no se pueden contar; historias de tal personaje que hace tal cosa, cómo es tal persona en su vida íntima, o por qué no se casó la Kenita... En fin, con todas esas cosas que nadie cuenta finalmente, dices chuuuuuu...”.
-¿No sabemos nada?
“Se sabe lo suavecito de todos los personajes, en general. Pero así es el negocio y no es aquí no más, es en todos lados”.
-¿Cuánto material se desecha en las reuniones de pauta?
“Hay cosas que no se pueden decir y todavía hay gente a la que no se puede tocar, pero eso le pasa a todos, no a la farándula no más. Ayer no más llegaron unas fotos muy power de alguien que trabaja en la tele, que no podemos mostrar porque no nos parece correcto. Pero eso siempre ha pasado. O sea, la Presidenta de Chile, desde que es Presidenta, ha tenido dos parejas, pero nadie lo dice”.
-¿Te gustaría ser paparazzeado?
“No me gustaría, pero, bueno, trabajo en esto y uno vive con más cuidado. Yo trabajo de noche los fines de semana (como dj), por ejemplo. Lo hago desde hace 20 años y hace 10 que estoy haciendo una fiesta de los ‘80 con la que me recorro todo Chile. Así es fácil que se malinterpreten algunas cosas o que te estén buscando algo que mostrar, y por lo mismo hay que andar con más cuidado. Pero en general no hay tanto interés como para paparazzearme”.
-Da la impresión de que das pocas entrevistas. ¿No te gusta?
“No es que no las dé. Me llaman muy de vez en cuando para hacer entrevistas. Últimamente más, pero parece que soy un tipo más de bajo perfil. Tal vez, tiene que ver con mi trabajo en ‘SQP’, donde mi función como conductor era que el resto brillara, que el resto se luciera. Nunca quise ser yo la estrella”.
-¿Cuál sería el consejo que le darías a algún famoso para evitar el paparazzeo?
“Hay que tener sentido común no más. No te vas a poner como Arturo Prat, con una mina en el segundo piso de una discoteque, con los pantalones abajo. Eso, por ejemplo, no se hace, sino es obvio que te va a pasar algo. Tampoco te cures ni andes dando jugo, no tiene mucha receta”.
-Y en el caso contrario, hay algunos que hacen exactamente eso a propósito.
“Sí, porque les sirve, sobre todo a los rostrillos discotequeros. Estar en una polémica significa estar en uno o dos eventitos, 600 luquitas...Y como aquí la gente tiene memoria frágil...”.
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