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“No quiero ser más espectadora”

La nueva diputada de la UDI asume los costos de entrar en política, adelanta que no quiere ser encasillada en temas de mujer y afirma que las nuevas caras pueden ayudar conciliar a este país.

01 de Marzo de 2010 | 10:43 |
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A toda marcha, sin bajar las revoluciones, Mónica Zalaquett sigue en campaña. A pesar de que el domingo 13 fue electa diputada UDI por el distrito de Estación Central y Maipú, la segunda vuelta no le ha permitido tomarse ni un minuto de descanso.

Hermana del alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, no puede afirmar que la vida política le era desconocida y por eso, no se queja de la vorágine en la que está envuelta y que le ha dado pocos respiros.

Con un pasado de microempresaria y conductora radial, a primera vista se observa que es una mujer de energía, empática y decidida. Quizás eso cautivó al electorado, quien decidió apoyarla a ella y no reelegir al diputado RN que tenía el cupo.

Casada con un empresario boliviano, madre de 4 hijos, dos de los cuales siguen en el colegio, vivió muchos años en el país altiplánico hasta que regresó a fines de 2002. Al país vecino arribó luego de que su madre muriera en un accidente automovilístico y ella resolviera acompañar a su padre y hacerse cargo de sus hermanos menores.

-La política no te era ajena, ¿por qué decidiste ingresar tú en el área?
“Por convicción y coherencia. Hay cosas que van marcando tu vida y una de ellas fueron mis años de vida en Bolivia donde un grupo ha llevado a ese país hasta donde está y otros han optado por emigrar. Eso me hizo un llamado, no puedo ser indiferente cuando veo que las cosas no están siendo como a mí me gustan.
“En mi programa radial veía, además, que los problemas en vez de solucionarse se profundizaban, entonces, en un momento me dije bueno si creo que se pueden hacer cosas mejor en mi país, me la tengo que jugar. Me siento comprometida con Chile no por ser chilena, yo opté libremente volver porque teníamos la opción de irnos a Estados Unidos. Esto me llevó a decir no quiero ser más espectadora, si puedo, quiero ser protagonista de los cambios”.

-Sabes lo dura que es la política y lo dura que es para las mujeres...
“Bueno, la vida es dura. A mí me han pasado cosas duras desde muy joven; la muerte de mi mamá fue un hecho tremendamente fuerte y no estaba preparada. Eso me llevó a vivir fuera de mi país cosa que no estaba planeado. Mi vida ha estado llena de momentos maravillosos y de mucho éxito, pero también de momentos duros y creo que en la vida hay que sobreponerse a la adversidad.
“A mí los cambios no me paralizan, la adversidad más bien, me genera una sensación de tener que accionar”.

-¿Qué costos ya has asumido a futuro?
“Indudablemente estar expuesta. Ese es un costo que hay que pagar, porque quedas más vulnerable.
“Voy a hacer todo lo posible por conciliar la vida con mis hijos, con mi marido, de la manera más equilibrada posible. Seguramente voy a tener que renunciar a hobbies, y habrá menos tiempo para mi persona, pero ese fue un tema que me pregunté mucho antes de aceptar. Reconozco que soy una mujer con muchas inquietudes, me gusta el deporte, soy muy sociable, con muchas amigas, pero siempre he trabajado”.

-Tienes la suerte de tener hijos más grandes...
“Es que por eso no acepté esto hace 4 años. Hace tiempo que me vienen buscando y en las parlamentarias anteriores mi ‘no’ fue rotundo porque tenía todavía a mis cuatro hijos en el colegio y eran muy chicos. Mi hija mayor se ha hecho cargo, en gran parte, de la casa y los tres hombres me acompañaron en terreno mucho”.

-¿Tu familia tiene claro los costos?
“Sí, es que fue un tema muy conversado, consensuado, antes de tomar la decisión. Mi marido conoce mucho de esto porque viene de una familia que maneja medios de comunicación, entonces siempre han estado relacionados con el mundo político y mis hijos, han visto y han ayudado mucho a Pablo.
“Con Pablo tenemos una relación muy cercana, entonces hemos vivido muy de cerca los costos que ha tenido que pagar”.

-¿Qué es lo que más te cuesta enfrentar del mundo político?
“Lo que creo que más me va a costar es acostumbrarme a los nuevos códigos. Todo el mundo me dice prepárate. Soy una persona tremendamente transparente, pensamiento hablado y seguramente voy a tener que ser mucho más mesurada porque se me ocurre que los costos pasan por ahí. A lo mejor entender que en política no hay amigos”.

-O como dice Allamand, ‘la política es sin llorar’.
“Bueno, eso lo tuve siempre claro y durante la campaña jamás lloré (se ríe). Pasaron muchas cosas, que a lo mejor, en otra instancia me hubieran hecho llorar, pero tengo claro que la política es sin llorar”.

Durante sus años en Bolivia fue precursora de una microempresa que entregó valor agregado a la artesanía local bajo el nombre de Rafaella Pitti, ocupó cargos gerenciales en el Sheraton de La Paz y en las oficinas de Lan y se vinculó a los medios al poco tiempo de regresar al país.

En 2004 empezó como panelista en el programa de Checho Hirane en la radio Agricultura, y luego asumió como conductora de “Nosotras”, un programa de servicio que duró dos años.

-¿Cuál crees será tu aporte en la Cámara?
“Quiero trabajar fuerte en la comisión que lleva el tema de las microempresas; quiero ser una herramienta de apoyo efectivo a las Pymes, creo en el emprendimiento, lo he vivido, creo en la creatividad y capacidad innovadora de la gente siempre y cuando tengan capacitación y se les entreguen los recursos.
“Creo que ahí hay un futuro que está incipiente. Se habla mucho de las Pymes, pero ellas están acogotadas y no reciben toda la ayuda que debiera.
“Además, estoy segura de que voy a ser una gran fiscalizadora”.

-Se habla mucho del recambio generacional. ¿En qué hecho se verá que ustedes son caras nuevas?
“Espero ser un puente; entiendo que somos 17 millones de chilenos y este país hay que construirlo para ellos, entonces no podemos seguir pegados en odiosidades, en el pasado. Los chilenos no queremos más divisiones, queremos mirar para adelante y creo que las nuevas caras vamos con esa mirada al Congreso. No se pueden seguir edificando muros”.

-Pero hay temas que seguirán presentes como los derechos humanos.
“Hay temas que han sido exacerbados; los temas existen, no vamos a tapar la realidad con un dedo; hay sectores que están más afectados que otros, pero es parte de la vida y no podemos exacerbar las divisiones. Tenemos que entender que son realidades y manejarlas con la responsabilidad que corresponde y el respeto que ameritan. Uno no va a llegar al Congreso a aminorar las cosas, a quitarle valor o importancia y creo que una de mis características es la empatía. Siempre trato, desde mi realidad, ponerme en el lugar del otro, realmente lo intento.
“Ayer gritaban en el Estadio Nacional la derecha no tiene alma, quién lo dice, ese tipo de discurso daña”.

-¿Te sientes identificada con los temas de género, de mujer?
“Sí mucho. Creo en la fuerza de la mujer, creo que tenemos una mirada integral frente a las distintas problemáticas. Las mujeres, de alguna manera por la maternidad, vamos siempre a conciliar a los distintos miembros de la familia y sus necesidades, a ser sostenedoras de cada uno. Hay una parte que es inherente a nuestra naturaleza que se puede extrapolar al mundo político”.

-¿Crees que las parlamentarias mujeres deben abocarse a esos temas?
“Noooo, por qué. Una mujer parlamentaria puede dedicarse a economía, relaciones exteriores, a lo que quiera. No creo que haya una limitante.
“Creo mucho en la complementariedad, creo que la mujer viene a aportar una visión”.

-¿Eres militante de los temas feministas?
“No, yo no soy una feminista, soy una mujer femenina. Creo en nuestros aportes a la sociedad. El mundo está hecho de hombres y mujeres y todos lo tenemos que entender. No creo en los feminismos exacerbados”.