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“Yo opté por lo banal de un programa juvenil”

29 de Diciembre de 2009 | 15:23 |
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Era Licenciado en historia del Arte, para seguir con la tradición familiar y dedicarse a las antigüedades. Incluso tuvo una tienda de decoración un tiempo, pero el alma de Mario no aguantó mucho tiempo permanecer sentada esperando que entraran clientes.

Tras seis meses, las productoras se vislumbraban como el campo laboral que había nacido para él. De hecho, fue en ese entorno cuando, haciendo un casting para los jóvenes que integrarían el nuevo programa juvenil de Chilevisión, “Yingo”, que Velasco encontró su puerta a la tele.

-Y ahí te colaste.
“Me colé entre comillas, porque yo pololié un tiempo seis años con una niña de ‘Mekano’ (Pamela Le Roy). Entonces, sin conocerlos personalmente, sabía mucho del equipo, porque eran los jefes de mi polola. Entonces, cuando traje a toda la gente, con Álex Hernández nos fuimos conociendo y me ofreció entrar al proyecto”.

-¿Todo es real en “Yingo”?
“Todo es real. Los que estamos en televisión, entendemos el juego y hay cosas que uno trata de exacerbar, pero todo lo que se dice y se plantea en el programa tiene verdad. Ahora, a cada uno, si le preguntan por la polola, puede decir ‘estamos bien’ y punto. Ahora, si te gusta la tele, vas a decir ‘estamos bien, pero...’. En el fondo trabajas la situación para que sea más atractiva al público, pero no hay cosas pauteadas ni que se inventen”.

-¿A parte de conducir, tu labor es ser algo el carbonero?
“No. Yo trato de tomar la posición de la gente en su casa y hay mucha que dice en un momento: ‘bueno, basta, no lo molesten más al pobrecito’, pero hay otra a la que sí le gusta seguir indagando sobre ese tema que se está tocando. Yo tengo que cumplir ese rol, de ir un poco más allá, seguir preguntando. Por eso, si profundizo en un tema es por tratar de dar en el gusto a la gente que está viendo el programa”.

-¿Con Arenita, luego que cayera del tercer piso de su edificio, no sintieron que se les escapó el tema un poco de las manos?
“Con respecto a Arenita, prefiero dejarla tranquilita, que se recupere. Me parece que está pasando por una etapa difícil de su vida; es una niña muy joven, a la que le pasaron muchas cosas en muy poco tiempo. Y ahora, todo lo que gira en torno a ella, tiene que ser médico. Es decir, el que hable de ella tiene que ser un médico, el que la trate tiene que ser un médico. Y yo, como compañero, lo único que le deseo es que esté mejor, que vuelva a estar bien y que vuelva a bailar y a reír”.

-¿Se han unido para apoyarla?
“Sí, hemos hecho eventos a beneficio para ayudarla en la parte económica y en la parte emocional, creo que la Arenita tiene que estar más tranquila y no absorber más de lo que pasa con Karol acá, ni con el resto de sus compañeros”.

-Pero ella sigue hablando en la tele...
“Sigue haciendo eventos y todo, pero yo escuché que era súper peligroso, que no le hacía bien estar con tacos, en una discoteque saltando, bailando, en un ambiente con humo de cigarrillo. Por lo mismo yo voy a tomar una posición de respeto”.

-¿Sientes a “Yingo” como el nuevo “Mekano”?
“Lo que pasa es que es muy difícil desconocer las raíces de ‘Yingo’. El equipo de dirección de ‘Mekano’ es el mismo que hace ‘Yingo’, así que decir que somos una cosa absolutamente distinta, sería raro. Evidentemente, las raíces son las mismas pero sí tiene muchas cosas que no se parecen. Creo que al día de hoy, este es un programa que da con lo que la juventud quiere y eso es lo más importante, más allá de si se parezca o no se parezca.
‘Mekano’ fue un programa que duró 10 años y fue tremendo. Ojalá ‘Yingo’ también dure 10 años”.

-¿Es esta nueva generación más descarada?
“Sí, pero tiene que ver con la línea editorial del canal. A nosotros nos permiten tener personajes como el Lelo, que tal vez en ‘Mekano’ no lo hubiesen permitido porque tiene el pelo azul. Más allá de que el gallo sea un tremendo tipo y un tremendo profesional, los prejuicios en Chile son aspectos que limitan a veces la posibilidad laboral de la gente”.

-Si “Yingo” tiene sus raíces de “Mekano”, tú tienes tus raíces en José Miguel Viñuela?
“La verdad es que yo veía ‘Mekano’ y encuentro un monstruo a Viñuela, lo admiro mucho, lo encuentro súper divertido. Creo que los estilos son distintos, pero sí, evidentemente hay cosas que he sacado de él. Pero mis referentes no son sólo él, también está (Felipe) Camiroaga y en algunos aspectos el Kike (Morandé), esos son los tipos que yo admiro en televisión. (Marcelo) Tinelli también lo veo mucho, lo encuentro seco. Trato de no copiarle a ninguno, pero sí de sacar las cosas que me interesan y que trato de meter a mi estilo”.

-¿No es tu intención ser el Viñuela de esta generación?
“No, porque Viñuela es un tipo que tiene trece años en la tele, yo tengo dos. Jamás me podría comparar con él, al contrario, lo admiro. Tal vez en diez años más vamos a estar conversando y te voy a decir, ‘claro, yo fui el Viñuela de los 2000’, pero a mí me falta mucho todavía”.

-De tu tienda de decoración a “Yingo”, suena un cambio bastante brusco.
“Sí, de ahí a la pachanga, al perreo, al contacto con la gente. Pero hay que ser sincero con uno mismo y, al final, eso es lo que me hace feliz a mí, a pesar de que estudié lo otro y que mucha gente optaría por la intelectualidad de las artes, yo opté por lo banal de un programa juvenil”.

-¿Aunque pueda acabarse mañana?
”Aunque pueda acabarse mañana, porque me quedaré con la sensación de haber hecho lo que me gusta, de haber ido a contracorriente, porque a mi familia, por ahí, no le parecía, en un momento, que yo estuviera en un programa juvenil, y a mis amigos tampoco. ‘Oye, con 28 años, ¿qué te vas a meter a hacer esa cuestión?’ Yo ya tenía mi agencia, fue justo cuando ya había empezado mi propio negocio, mi propia agencia de marketing. Fue una decisión complicada porque la cuestionó mucha gente, pero ¿sabes cuál fue mi discurso? ‘Compadre, yo tengo muchas ganas de hacer esto. Por lo demás, Camiroaga era asistente de cámara y mira dónde está hoy día’.

-¿Cuál es tu vicio privado?
“Los chocolates. Es privado porque me gusta comerlos cuando me acuesto a ver televisión. Siempre tengo chocolates para comer me gustan los Snickers”.

-Una bomba calórica.
”Sí, increíble. En el día me trato de cuidar con un sándwich de pollo o quesillo, y voy al gimnasio, no para ser el tipo perfecto, sino para comerme el chocolate en la noche y no ser un gordito, porque la televisión no lo permite”.
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