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Facebook: ¿un nido de los celos?

28 de Enero de 2010 | 15:51 |
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La red social más popular en Chile se ha transformado en un espía virtual de la vida de las parejas. Es una realidad que se comprobó en un estudio canadiense y que reveló una vez más cómo esta plataforma ha cambiado la naturaleza de las relaciones amorosas.

Facebook puede jugar una mala pasada en la relación amorosa. Así lo demostró un estudio realizado por Amy Muise, Emily Christofides y Serge Desmarais de la Universidad de Guelph en Canadá, donde se realizó una medición online con 308 estudiantes universitarios y que también son representativos de parejas más adultas. Los hallazgos fueron bastante reveladores: mientras más se usa Facebook, más propensión existirá a sentir celos en la relación de pareja.

El poder de la información que brinda Facebook es innegable. El acceso libre a contenidos de carácter personal de la pareja es más fácil que nunca: con un click se puede entrar a su perfil y saber con quién carreteó la última vez, quién le manda más mensajes en el muro y con quién se sacó fotos comprometedoras.

En Chile los usuarios ya superan los 5 millones y no se alejan de los hallazgos revelados en el estudio. Tal como en el resto de los países, las barreras entre lo público y lo privado ya no están muy claras. Felipe Gálvez, psicólogo de la Universidad de Chile, ha visto las consecuencias en la comunicación de la relación de pareja que esta red social ha generado. “Es bien común ahora. Me pasa bastante que hay parejas que se enteran de cosas de sus parejas a partir de otros. Facebook es una red social abierta a mucha gente, entonces la problemática fundamental es que te modifica la noción de qué es lo público y qué es lo privado de la pareja”, revela.

La ambigüedad aquí es la principal enemiga. Como señaló la investigación, Facebook sólo muestra contenido pero no da el contexto en el cual ocurrió una actividad o encuentro. Si hay algo sospechoso, las dudas crecen y en ese momento la curiosidad invade las ganas por saber qué pasó. Con todo eso, el tiempo que se ocupa en estar en la red social sería mucho mayor y los celos no pararían de crecer. La sed por más información no escatima en los esfuerzos.
“Facebook es un canal muy abierto y muy ambiguo. Antes tú podías hacer la diferencia entre tomar un café con unos amigos y una ex pareja a irse a la casa con esta persona. Ahí estaba clara la diferencia. En cambio, Facebook es un instrumento de comunicación muy ambiguo en donde sólo se tienen palabras e imágenes”, explica Gálvez.

Las cifras del estudio reflejan cómo Facebook puede causar una inyección de estímulos para tener celos y sospechas de infidelidad. El tema de los “ex” da para muchas historias: el 74, 6% de los que participaron en el estudio tenía a sus ex parejas entre sus amigos de Facebook y el 78,9% declaró que sabía que sus parejas actuales tenían a parejas previas como amigos en la red social.

Ahora las sospechas son mucho más fáciles de responder. “Antes pasaba que uno tenía la sospecha de que la pareja podía tener intereses por otro y tenías la alternativa de preguntarle o revisarle la billetera. Hoy en día tienes un perfil público al cual puedes acceder”, señala Gálvez.

Según el psicólogo, en la relación siempre rondan dos conceptos: la sexualidad y la infidelidad. Es por eso que la necesidad por saber todo lo que hace la pareja no es nuevo y menos las sospechas que rondan la relación por detalles mínimos. “Tengo parejas que, por ejemplo, la sospecha la tienen del otro, no a partir de que haya dicho o hecho algo sino que a partir de que uno de ellos tiene todo con clave secreta y el hecho que tenga muchas claves hace pensar mal al otro”, indica.

¿Pero será Facebook el problema? A juicio de Gálvez, el conflicto está en cómo se usa esta herramienta tecnológica y el tratamiento que se le da. Facebook no fue creado para delatar a los infieles, sino que para ampliar los canales de comunicación entre las personas. No obstante, si se convierte en un espía virtual de las parejas, los resultados pueden llegar a dar bastantes luces, aunque muchas veces no sean los más confiables.

Sin embargo, esta red social no debería ser el foco de atención en la conversación de pareja. Lo que debería importar es tener claro cómo están funcionando las cosas en la relación, como enfatiza Felipe Gálvez: “El problema que me ha tocado ver es que muchas parejas hablan de lo que está encima: de lo que dijiste, del muro, de la imagen, del comentario y del emoticón y no de las cosas que realmente importan. Eso es conversar de algo muy superficial. Es sólo la punta del iceberg y es evidente que la conversación de fondo que tiene sentido es sobre qué tipo de pareja somos, que confianza tenemos, que cosa está permitida entre tú y yo y no de lo que se ve en Facebook”.

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